El claustro del Convento de La Merced acoge desde este viernes, 16 de mayo, la exposición temporal ‘Recordando a Gregorio Prieto y otros grabados’, una muestra que reúne 37 obras realizadas por el Grupo de Grabado La Merced de Ciudad Real. La exposición, organizada con motivo del Día Internacional de los Museos, rinde tributo al célebre pintor valdepeñero a través de una mirada colectiva, plural y profundamente artesanal.
El grupo, formado por Amparo Blázquez Sierra, Concha Calatayud Guerola, Carmen González Fernández, María Luengo Cantillo, Agustina Serrano López y Santiago Matamoros Pareja, ha trabajado durante meses en una propuesta conjunta inspirada en la vida y obra de Gregorio Prieto. Tal y como explica Santiago Matamoros, el proyecto surgió de forma orgánica: “Aprovechando que dos de las integrantes son de Valdepeñas, propusieron rendirle un homenaje. A partir de ahí, buscamos un motivo común y elegimos los molinos, muy presentes en la iconografía manchega”.

El resultado es una pieza colaborativa elaborada en linóleo, en la que cada artista intervino sobre una sección del mismo soporte, sorteado previamente, generando una obra compartida entintada en blanco y negro y también en color. A este trabajo conjunto se suman otras obras individuales, en técnicas como el linóleo o la punta seca, con motivos inspirados libremente en el universo visual de Prieto. “Cada uno eligió lo que más le tocaba emocionalmente y lo interpretó con su técnica preferida”, apunta Santiago Matamoros.

La muestra se completa con una selección de cinco obras personales por cada autor, que no necesariamente están vinculadas al pintor, pero que reflejan el recorrido artístico del grupo. “Para exponerlas, medimos el claustro, dividimos el espacio y sorteamos los lugares. Hemos buscado una armonía visual, con formatos unificados y marcos iguales, para que la exposición vistiera bien el espacio”, señala.

El Grupo de Grabado La Merced, en activo desde 2018, trabaja de forma regular cada martes por la mañana en las instalaciones del museo. Aunque nació en el contexto de talleres municipales, su consolidación como colectivo independiente les ha permitido crecer artística y técnicamente. “El grabado engancha, es un mundo aparte. Tiene muchas posibilidades, exige mucho, pero también da muchas alegrías. Disfrutamos, aunque también se sufre: hasta que la plancha queda como quieres, cuesta”, reconoce con una sonrisa María Luengo, una de las integrantes del grupo.
Esta es la segunda vez que exponen en el Museo de Ciudad Real-Convento de La Merced, y aseguran sentirse especialmente satisfechos con el resultado. La exposición, realizada en colaboración con la Asociación de Amigos del Museo, podrá visitarse durante los meses de mayo y junio con entrada libre hasta completar aforo.