La música es sin duda una de las grandes protagonistas de la Pandorga y de la fiesta de la zurra o el concurso de limoná que se celebra el día antes. En estos días se escuchan desde seguidillas manchegas con el festival de folclore hasta música electrónica con los DJ’s de la explanada del recinto ferial o pasodobles y música pop con las orquestas que en distintos puntos de la ciudad sacan el carácter más ‘bailongo’ de los ciudadrealeños y de todos los que nos visitan en estos días, no solo de la provincia y la región, sino de todo el país.
Pero entre esos cientos de canciones que se van a escuchar hay una por excelencia que emociona y que indica el comienzo de una de las grandes fiestas de Ciudad Real, una canción cuya letra conocen ciudadrealeños de todas las edades y que la corean en cuanto suenan los primeros acordes.
Se trata del que es Himno Oficial de la Pandorga desde 1996, si bien se compuso muchos años antes, en 1973 y lo hizo un hombre que amaba a su tierra y la música: Javier Segovia Molina.
De él queda hoy un importante legado música, además de la huella que dejó entre quienes le querían y lo perdieron en un desgraciado accidente de tráfico en 1977 cuando solo tenía 24 años, y -desde 1998 y obra de Gema Barroso- una escultura en los jardines del Prado, lugar que fue el germen de la Pandorga.
Y, aunque son muchos los que le recuerdan durante todo el año, no está de más en estas fiestas recordar que fue autor no sólo del Himno de la Pandorga, sino también de canciones como “Aleluya”, “Instancia”, “Madre Mancha”, “A la gran ciudad”, “¡Oh sol!”, “Esta es mi libertad”, “Un grano más”, “Según él”, “Mientras llueve en el balcón”, “Y saber”, “Castañera”, “Banco dormido”, “Felicia”, “Pero marché”, “Corazón nuevo”, “De la vida cotidiana”, “Para mi amigo Cesar Aragón Cao”, “Quiero escribir tu nombre libertad”, “Hoy es otro día más”, “Esta tierra de Cervantes”, “Cielo y Rojo”, “¿Dónde yo?” o “Verso dulce”, entre otras.
Con estos temas, el artista al que era frecuente ver con una guitarra y un papel componiendo, se alzó con premios como el Festival de la Mancha -donde cosechó nada menos que tres primeros premios y dos segundos-; además del primer premio del Festival de las Tablas de Daimiel; el primer premio del Festival Música Folk de Tomelloso; el primero también en el Festival de la Canción de Verano de Puertollano; y el primer premio Festival Folk de Villarrubia de los Ojos.
