El superintendente jefe de la Policía Local de Ciudad Real Fernando Díaz Rolando se suma a la corriente de peticiones para que se clarifique el reglamento de la Policía Local española que, en la práctica, no les permite llevar armas largas (rifles y escopetas), más efectivas a la hora de “combatir y prevenir” los riesgos del nuevo terrorismo, explica, aunque no lo prohíbe expresamente.
A la Guardia Urbana de Barcelona la persecución del terrorista del atropello de las Ramblas le podía haber costado un disgusto añadido al terrible atentado. El jefe de la Policía Local de Ciudad Real cree que estos cuerpos también deben estar preparados para responder a terroristas o delincuentes armados con rifles, y lo explica en esta entrevista.
Esta semana la Generalitat Valenciana ha anunciado su intención de establecer armas largas entre el armamento reglamentario de esa comunidad, es la segunda en hacerlo después de Baleares.
P.-¿Cuál es su opinión acerca de que la Guardia Urbana de Barcelona y otras policías locales hayan pedido llevar armas largas?
R.- El asunto viene de atrás, motivado por el criterio restrictivo que se aplica a la dotación de armas y munición a las policías locales, cuando, como se ha puesto de manifiesto, las intervenciones en materia de protección ciudadana son permanentes por parte de los cuerpos de seguridad locales. La última vez en los atentados de Cataluña, en los que intervinieron los Mossos con armas largas pero, en caso de que estas fuerzas estuvieran ausentes o intervinieran con retraso (imagínese una acción simultánea en distintos puntos de la misma o distintas ciudades), hubieran debido intervenir de forma inmediata y sin demora los policías locales.
No tiene mucho sentido que se porten armas cortas y no largas, cuando las empresas de seguridad o los particulares pueden disponer de estas armas sin que una fuerza pública tenga acceso a ellas. Quizás, en esta coyuntura, sea el momento de revisar el Reglamento de Armas.
P.-¿Está prohibido por ley?
R.-En realidad nuestro reglamento interno no lo prohíbe expresamente, puesto que habla de que la autoridad a la que pertenezcan debe dotarla de las armas y los medios adecuados, pero existe una ley regional de homogenización que fija qué tipo de armas debemos llevar.
La petición tiene toda su lógica preventiva. Imaginemos unas acciones como las de París, en las que se hubieran usado armas largas. Una del calibre usado por un fusil ak 47 casi cuadruplica la potencia de una pistola de 9 mm Luger (la oficial de las policías locales) o, en caso de un calibre 308, munición típica de caza, casi sextuplica la potencia de un arma corta.
P.-¿Desde la jefatura de la Policía Municipal o a través de los sindicatos lo han planteado ya al Ayuntamiento de la capital?
R.-Muchos sindicatos policiales vienen planteando esta necesidad. Igualmente, varias asociaciones de jefes de policía local han planteado la urgente necesidad de dotar a los agentes locales de los medios necesarios para poder afrontar con garantías de eficacia estas formas de ataque, que, por desgracia, no podemos considerar un riesgo nulo. Nunca ha sido comprensible aplicar medidas restrictivas sino por la incidencia del terrorismo vasco en algunos municipios, pero la realidad de nuevas formas de terrorismo hacen que el planteamiento sea ahora distinto.
“No estamos diciendo que haya que llevarlas en todo momento”
P.- ¿Cree que en Ciudad Real es necesario que los policías locales lleven armas largas?
R.-No estamos diciendo que haya que llevar armas largas en todo momento, sino que, para el caso de tener que afrontar una acción de sujetos que las porten, poder disponer de ellas. Como todas las armas, el uso debe ser muy restrictivo pero no es conveniente sustraer de esa posibilidad a la Fuerza Pública. Recuerdo a los agentes de la Guardia Urbana entrando con pistola en el mercado de la Boquería. Si hubieran dado con un sujeto armado con arma larga de los calibres mencionados se hubieran encontrado en una situación crítica.
P.-¿Es la primera vez que las reivindican o se hizo cuando los atentados del 11-M?
R.-Cada vez que se produce un atentado se plantea esta necesidad. Incluso Francia ha tenido que modificar su régimen restrictivo de portar incluso armas cortas fuera de servicio.
P.-¿La Policía Local de Ciudad Real tiene formación en terrorismo?
R.-Nuestro entrenamiento en el uso de armas es constante. En la Escuela de Protección Ciudadana los cursos de formación son continuos. En la plantilla de Ciudad Real hay numerosos instructores y monitores y el agente medio se encuentra bastante cualificado en el uso, eso sí, sólo del arma corta reglamentaria. La formación en el uso de otras distintas es algo que no considero difícil de conseguir, habida cuenta del nivel de formación de los monitores, muchos de los cuales son miembros de asociaciones especializadas.
P.-¿Los agentes hacen prácticas regularmente en el uso de armas?
R.- Sí, tan frecuentemente como el servicio lo permite. El anterior equipo de gobierno, siendo concejal de Seguridad Guillermo Arroyo, impulsó este tipo de formación, que se ha reforzado con el actual concejal de Seguridad David Serrano.
P.-¿De cuántos chalecos antibalas dispone la plantilla de la Policía Local?, ¿cuantos más serían necesarios?
R.- Todos los agentes que realizan trabajo operativo exterior están dotados de chalecos antibala. El año que viene se renueva la mitad de ellos, que suministró la Junta años atrás. La renovación es importante, porque la tecnología hace que los equipos puedan ser cada vez más cómodos y alcancen un nivel de protección más alto.
P.-¿En qué situaciones se llevarían estás armas largas o los chalecos?
R.-Los agentes disponen de los chalecos normalmente. Las armas serían un recurso disponible según las circunstancias aconsejaran y de uso restringido, pero constituirían un recurso muy valioso , en su caso, al servicio de la seguridad ciudadana.