El juicio al sacerdote apartado del seminario de Ciudad Real por presuntos abusos sexuales a nueve niños se celebrará en diciembre. La sección primera de la Audiencia Provincial, que aceptó la nulidad parcial de actuaciones que pidió la defensa en septiembre, ha reorganizado su apretada agenda para juzgar el caso antes del final de año. Así, las nuevas fechas serán del 2 al 5 de diciembre y del 16 al 17.
P.J.A., retirado del seminario a principios de 2016 y expulsado de la iglesia este año, es el primer caso de religioso acusado de abusos sexuales juzgado antes por la iglesia católica que por la justicia ordinaria en España.
Entre los años 2013 y 2015
Afronta una grave acusación por presuntos abusos sexuales a nueve menores, a los que formaba entre los años 2013 y 2015.
Fiscalía y acusación particular reclaman para él penas que suman 40 años de cárcel, como presunto autor de una veintena de abusos a chicos que entonces tenían entre 11 y 14 años.
Lo abultado de la calificación se debe a la suma de conductas sobre las que se piden cuatro años de prisión, en vez de acusar por delito continuado, aunque otras están consideradas menos lesivas y se solicita multa.
El responsable de los alumnos de ESO
La fiscalía considera probado que el sacerdote, formador del seminario menor de la Diócesis de Ciudad Real y responsable de los alumnos de la ESO, aprovechó el tiempo que pasaba con los chavales en los cursos 2013-2014 y 2014-2015, para abusar de nueve. Las situaciones siempre eran de uno en uno y sin público, hasta que la psicóloga del centro empezó a sospechar y puso los hechos en conocimiento del Obispado.
Lo particular de este caso es que fue el Obispado de Ciudad Real el que informó a las familias de los chicos de lo que pasaba, después de abrir una investigación interna.
Fue también el Obispado el que puso en conocimiento de la fiscalía el presunto caso de abusos sexuales en febrero 2016, tras cerrar la investigación interna y apartar al sacerdote del seminario. Del presunto proceder de este cura se informó también a la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma.
Expulsado por decreto papal
El proceso canónigo culminó en mayo de este 2019 con una resolución del Papa Francisco que decretó por oficio la dimisión del sacerdote “por el bien de la iglesia”, si bien el acusado, que defiende su inocencia, se ha negado a cumplirla. En la práctica no da misa ni ejercer como sacerdote.
En la causa están personadas como acusación particular las familias de tres menores, a las que representa el abogado Rodrigo García, que quieren pasar página cuanto antes de esto.
Dos meses de retraso sobre lo previsto
El juicio se tenía que haber celebrado a finales de septiembre, pero el abogado del acusado, Francisco Maroto, alegó indefensión al no disponer de la grabación de la prueba testifical de los menores en el juzgado de instrucción, como sí tenían las otras partes. La Audiencia admitió esa petición, le dio un plazo para acceder a la grabación y en base a eso para presentar un nuevo escrito de defensa, algo que hizo la semana pasada.