El jurado del caso que se ha juzgado durante tres días de esta semana en la Sección Segunda de la Audiencia provincial de Ciudad Real ha considerado que María Ángeles Pozo, acusada de acabar con la vida de su amigo Juan José González, un hombre de 68 años, viudo, con dificultades de movilidad y problemas de alcohol, es culpable de los delitos de homicidio doloso con el agravante de abuso de superioridad y de robo en casa habitada-. La resolución ha sido tomada por unanimidad y se ha entregado al Tribunal a última hora de la mañana de este viernes, tras un día de deliberación desde que el magistrado que preside el Tribunal trasladara al jurado -este jueves- el objeto del veredicto (el documento con las instrucciones y preguntas que han de contestar).
La procesada se enfrenta a 17 años y nueve meses de cárcel que pide la Fiscalía, 13 años y 6 meses de cárcel por el primer delito, y cuatro años y tres meses por el segundo. La acusación particular, por su parte, eleva la solicitud de prisión a 20 años de prisión, 15 años por el homicidio, y cinco años por el robo, además de la inhabilitación, el pago las costas procesales y las indemnizaciones, como responsabilidad civil, de 25.285 euros a ocho de los nueve hijos de la víctima, y 63.212 a la que es menor de 30 años.
La defensa, en su turno de palabra, ha dicho que la circunstancia de superioridad ya está contemplada en el artículo del propio delito de homicidio, por lo que ha pedido que se pondere la pena a la mínima, de 12 años y seis meses, al igual que no se ha acreditado la violencia en el caso del robo, por lo que ha solicitado tres años y seis de cárcel para su defendida. También ha visto «arbitrarias y manifiestamente desproporcionadas» las cantidades de la indemnización, dado que ningún hijo «es menor de edad, ni dependiente».
Los hechos
Los nueve miembros del mismo, siete hombres y dos mujeres, han considerado probados los hechos expuestos en la sala, y han dado por acreditado que la María Ángeles Pozo -de 50 años y de fuerte complexión- golpeó en la cabeza a la víctima -de poco peso y casi ciego- con un objeto contundente que no apareció, tras entrar al piso de éste, ubicado en la segunda planta de un bloque de viviendas del barrio de La Pradera de Alcázar de San Juan, el 25 de noviembre de 2020.
Se supone que ese día la procesada -con problemas de adicción a las drogas- fue a pedirle un dinero que le debía -en el juicio ha declarado que para recuperar un móvil empeñado-, forzó la puerta para entrar, discutieron en la cocina, y aprovechando su superioridad física, preeminente a la del hombre, le asestó el golpazo en la cara y lo dejó inconsciente. Posteriormente, la imputada llevó a la víctima al dormitorio, lo tendió de lado en la cama, para que no se ahogara con vómito, según declaró en el juicio, y le puso un cojín en la cabeza. Abandonó la vivienda porque consideró, en teoría, que estaba borracho y no en coma.
Igualmente, la procesada aprovechó la visita a su amigo para robarle un televisor de plasma, que vendió a otro vecino de la zona minutos más tarde por 50 euros. Un botín que le sirvió para invitar a otra amiga a consumir cocaína y a quien dio una pista de la tragedia descubierta después, cuando le avanzó que “mañana te enterarás”.
Juan José González sufrió gravísimas lesiones cerebrales por las que estuvo ingresado en la UCI hasta el 1 de febrero del año 2021, cuando falleció por un tromboembolismo pulmonar, que los forenses atribuyeron en sus informes al fuerte golpe que recibió.
La acusada reconoce el robo, pero no el ataque ni menos el homicidio. Está en prisión provisional por estos hechos en Ávila desde el 27 de noviembre de 2020, dado que en Ciudad Real no hay centros penitenciarios para mujeres.
Tras la emisión del veredicto, que ha establecido la culpabilidad de la acusada, el juicio ha quedado visto para dictar sentencia por parte del magistrado

