¿Se imaginan que después de más de cuatro siglos se descubre que Miguel de Cervantes podría no haber escrito El Quijote? ¿Se han planteado lo que ese hallazgo supondría para el conjunto de la literatura universal y española?
Precisamente es esa encrucijada con la que el escritor ciudadrealeño, Antonio Mogort, gran amante de la cinematografía, trata de sumergir al lector en su primera novela titulada ‘El ladrón de historias’, editado por Serendipia, y que este miércoles ha dado a conocer en el Museo Antiguo Convento de la Merced y en cuya presentación han participado Ángel Serrano, responsable de Serendipia, y Vicente Castellanos, cantautor y escritor manchego.
El propio Mogort ha confesado a Lanza que su pasión siempre ha sido la cinematografía, motivo por el cual “el germen del libro surge de un motivo muy cinematográfico, pues cuando hice una primera visita a la Cueva de Montesinos y la vi, me surgió la idea de que sería el escenario perfecto para una historia y para que allí ocurriese algo”.
En su obra también ha querido reflejar la idea un tanto ‘tarantiniana’ de “coger un hecho histórico que realmente ha ocurrido y darle la vuelta o que tenga otro final”, indicando que “así es como surgió la idea del libro donde también he querido reflejar el cariño y la pasión que le tengo a los lugares de nuestra tierra para darlos a conocer y divulgarlos”.

Explica que esta es su primera novela pues anteriormente había escrito algún que otro ensayo enfocado a diversos trabajos, a lo que añade que si la idea que se plantea en el libro del que Don Quijote de La Mancha podría no haber sido escrito por Cervantes fuese verdad, “ese hecho, tal y como se cuenta en el libro, no sería conveniente que se supiera porque supondría un ‘shock’ para la sociedad y para la historia de la literatura moderna, y ya no solamente por el hecho de que se conociese este dato, sino porque hay muchas instituciones e institutos que llevan el nombre de Cervantes por su libro más universal”.
Desde su punto de vista, escribir sobre este asunto, además de un reto supone un “atrevimiento” debido a que “es una temática que te cierra las puertas de algunos sitios para poder darlo al conocer, pues muchos pueden pensar que representa casi una herejía”.
A la hora de escribir este libro, Antonio Mogort reconoce que ha tenido que realizar una amplia labor de documentación pues a través de su novela recorre varios lugares de la provincia y de La Mancha que tienen temática quijotesca: “Algunos de ellos ya los conocía, pero he querido volver a visitarlos y contemplarlos en profundidad para que a la hora de escribirlos o de contar una historia resultasen fiables”.

Algunos de estos lugares que aparecen en ‘El ladrón de historias’ son la Cueva de Montesinos; la celda en la Cueva de Medrano, en Argamasilla de Alba; la Venta de Puerto Lápice y los molinos de viento de Campo de Criptana, siendo en esos lugares donde la protagonista va encontrando las pistas que ha ido dejando el autor.
Dada su pasión por el mundo del cine, Mogort ha estructurado el libro de forma ortodoxa como si de un guion cinematográfico se tratase, con sus tres actos y sus correspondientes puntos de giro. Si bien el libro lleva poco tiempo en el mercado, uno de los sueños de este autor manchego es que la historia que se narra pueda ser llevada a la gran pantalla, convirtiéndose en una película.
Comenta a su vez que el final de la historia queda abierto, motivo por el cual está dispuesto a realizar una segunda parte “algo que ya me están demandando”.

Si bien este miércoles ‘El ladrón de historias’ ha sido presentado por primera vez en sociedad, al autor de este trabajo le gustaría que en el futuro se pudiese presentar también en las localidades donde transcurre la aventura, para lo cual pretende hablar con los responsables de los ayuntamientos implicados.
Por todo ello, Mogort confía en que a los lectores de su libro “les apasione la historia, pudiendo visitar estos lugares para rememorar in situ lo que han leído”.