A.C., el menor detenido por su presunta implicación en el homicidio en Ciudad Real de José Ramón Torres, muerto a tiros en una disputa vecinal en las viviendas de La Esperanza del barrio del Pilar de Ciudad Real, ha admitido que cometió un delito de tenencia ilícita de armas, allanamiento y detención ilegal, pero no su participación en el homicidio, en un juicio que ha comenzado este miércoles en el juzgado de menores de Ciudad Real.
La acusación particular, que ejerce la familia Torres, considera que el chaval (en este tiempo ha alcanzado la mayoría de edad), también es el responsable del asesinato de José Ramón y del intento de homicidio de dos personas más, delitos que no reconoce, y por los que se le sigue juzgando.
El menor no participó en el tiroteo
Los delitos que ha reconocido el menor son los únicos por los que acusaba la fiscalía, y suponen una medida de internamiento en un centro cerrado de treinta meses. La fiscalía entiende que el menor no intervino en el tiroteo, sino después. El joven sigue en internamiento cautelar desde el momento de los hechos, hace dos años, según información facilitada por el fiscal jefe Luis Huete.
Siguen en prisión seis hombres
Por la muerte de José Ramón Torres, de 47 años, el 3 de mayo de 2021 siguen en prisión seis hombres, entre ellos otro varón de 43 años, detenido al día siguiente del tiroteo, que según la Policía Nacional, es la persona que disparó y mató a Torres, según se ha podido comprobar por pruebas de ADN.
Esta persona, de la que no dieron más datos, solo que tiene antecedentes, es uno de los seis hombres que siguen en prisión dos años después por delitos de homicidio, tenencia ilícita de armas, allanamiento de morada y encubrimiento, relacionados con aquel tiroteo que mantuvo en vilo a Ciudad Real durante varios días de disturbios y altercados.
13 detenidos y cinco armas intervenidas
La investigación se cerró más de un año después con trece detenidos –la mayoría con antecedentes-, investigados por los mismos delitos de los que están en prisión, más el de desórdenes públicos (los días después del tiroteo), la incautación de cinco armas, tres escopetas y dos pistolas, y siete entradas y registros en Ciudad Real y Jaén. A esta última ciudad huyeron parte de los implicados con armas y pruebas del caso.
Los seis que siguen en prisión están considerados personas peligrosas, “tenían armas”. Entre los detenidos hubo dos personas por delito de desórdenes públicos. La Policía Nacional cree que fueron los autores de una serie de llamadas al 091, días después del tiroteo, informando de incidentes ficticios para alejarlos del barrio, en que el que se destrozaron vehículos de implicados en el tiroteo que habían huido a Jaén.
Una discusión de tráfico
El desencadenante del violento enfrentamiento entre miembros de dos familias, vecinos de puerta con puerta de ese barrio de Ciudad Real, para la policía fue una discusión de tráfico. El día anterior al parecer un chaval de una de las familias pasó muy rápido con el coche y casi atropella a un miembro de otra familia. Ese día, el 2 de mayo, ya hubo una fuerte discusión verbal con amenazas y quedaron para verse al día siguiente, cuando se produjo el tiroteo en el que hubo un muerto, el 3 mayo, sobre las nueve de la noche.
El menor al que se juzga primero por el caso ha estado un tiempo en un centro con medida de seguridad. Para la celebración del juicio contra los demás, por jurado, no hay fecha.