O.C.L., pontevedrés de 24 años con quince antecedentes por pequeñas estafas y varios más por conducir sin carné, se ha desentendido de la presunta estafa que sufrieron dos hermanos de Calzada de Calatrava dedicados al negocio de la iluminación para espectáculos en 2020.
Los hermanos, propietarios de la mercantil Distorsión LR 15, con sede Puertollano y local en Calzada, lo acusan de haberle vendido y entregado material por valor de 156.000 en mayo de 2020, y comprometido otro, y no haber recibido un solo euro, solo unos ‘whatsapp’ con falsos justificantes de transferencias.
El desfalco que sufrió la empresa en plena pandemia, “les ha llevado a la ruina total”, según su abogada, y piden que se condene al presunto culpable por un delito de estafa en concurso ideal con falsedad documental a cinco años de cárcel, en el juicio que se ha celebrado esta mañana ante la sección primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real.
“La he cagado mucho, pero esto no lo hice”
“La he cagado mucho en esta vida, pero esto no lo hice. No tiene sentido que en plena pandemia me desplazara a Ciudad Real desde Galicia sin tener un camión para llevarme el material”, ha explicado en varios momentos del juicio. Ha contado que desde muy joven, incluso siendo menor de edad, se dedicaba como autónomo a montar espectáculos, y que hizo cosas mal hechas en la crisis del covid, “cuando me vi encerrado y con todo paralizado”, pero niega cualquier relación con esta empresa de Puertollano.
“Pecamos de buenas personas”
Los perjudicados todavía tienen almacenado en su nave de Calzada de Calatrava material que recibieron de china para montarle una pantalla gigante para un camión al acusado, según han testificado en el juicio, “pecamos de buenas personas”, ha contado el comercial de los hermanos, O.R.R., que fue el que contactó con el acusado (su hermano se dedicaba a la parte técnica del negocio). El investigado se interesó por una pantalla para espectáculos y 21 cabezas móviles para iluminación. Vio sus publicaciones en redes sociales, conversó con él por teléfono, mensajes y correo electrónico, y le pareció todo correcto.
El acusado se presentaba como representante de una empresa de espectáculos, que luego se ha comprobado que no existía. Cerraron el trato, le mandaron los contratos del material por el que se había interesado y un 25 de mayo les reenvío dos pantallazos por ‘whatsapp’ de las supuestas transferencias del dinero de esas compras, por 156.000 euros.
Como tenía prisa por recibir ese material urgió a los vendedores y ese mismo 25 de mayo por la noche (a la una de la madrugada), se presentó en Calzada de Calatrava con un camión acompañado de una chica que presentó como su novia, cargó el material, e incluso se llevó una mesa de manejo de la iluminación que no estaba incluida en los contratos previos, han contado las presuntas víctimas, “por la confianza” que les inspiró este joven, al que el comercial de Distorsión ha reconocido “sin dudas” como el estafador.
Los pantallazos de las transferencias llegaron un viernes
Al ser viernes y con el fin de semana de por medio no comprobaron que el banco hubiera recibido los pagos. Le llamaron al día siguiente y les explicó que todavía no había llegado a su destino, al tercer día no cogía el teléfono y el lunes -es lo que dice la denuncia- confirmaron con su banco que no había llegado ninguna transferencia, que la empresa no existía, y que la cuenta que se puso como que salía el dinero para el pago era de unos particulares, que resultaron ser los padres del procesado.
El acusado quiere rehacer su vida en el sector
En prisión por otros asuntos O.C.L. ha explicado en el juicio que quiere enmendar su vida y volver de forma legal al negocio del montaje de espectáculos. Tuvo conocimiento de esta presunta estafa en 2022 y según su abogado, que pide la libre absolución, “no hay un solo albarán, documento, etc, que demuestre que se llevó esos productos”.
El letrado ha cuestionado la versión de las víctimas, lo mismo que el acusado, que ha insinuado que lo han denunciado la estafa “para cobrar del seguro”, y ha insistido en que no es la persona que los estafó. La defensa también ha insistido en que este chico no tiene carné, menos para conducir un camión, “y solo comete estafas de menos de 20.000 euros, no de este calibre”.