Fue la primera y única novela llevada al cine de José Luis Sampedro y la que le encumbró para llegar a un público mucho más amplio, reunió a un magnífico elenco con actores como Alfredo Landa y Fernando Fernán Gómez, rescató un valioso patrimonio etnográfico como el oficio ya desaparecido de los gancheros en el Alto Tajo y tuvo una amplia repercusión en el exterior con hasta catorce premios internacionales.
Con motivo del treinta y cinco aniversario del rodaje en Castilla-La Mancha de ‘El río que nos une’, el antiguo Casino albergó este jueves la proyección del film y un coloquio con la presencia del director del metraje, Antonio del Real, y el actor Juanjo Artero, quienes desvelaron multitud de detalles sobre cómo se gestó este “western épico”.
“En lugar de ir a caballo o transportar ganado, transportaban troncos” los gancheros que protagonizan el film. “Y de hecho la música es muy Morricone, con ese ritmo de western con sintetizador que trabajó muy bien LLuis Llach”, destacó Artero, para quien supuso “un punto de inflexión muy grande” trabajar en esta película, para la que, encarnando al ganchero apodado ‘el Rubio’, cambió su forma de andar ya que su personaje tenía los pies planos, de posicionarse como una persona que carga peso y hasta de hablar ayudándose del acento murciano de su padre para transmutar su deje madrileño.

“Conocer a José Luis Sampedro y trabajar con Alfredo Landa, Fernando Fernán Gómez, Ovidi Montllor y tantos compañeros a los que admiraba” fue para él “algo muy grande. Parecía un sueño”. “Yo me quedaba tonto escuchándoles y participando del trabajo con ellos”, algo que todavía le “sigue pasando”, como cuando en ‘El Barco’ frente a Héctor Alterio al que tenía que echar la bronca se le quedaba “cara de tonto, como diciendo ‘es que me hubiese hecho mucha ilusión saber de niño que iba a trabajar contigo’, hasta que gritan ‘Corten’, le recuerdan lo que tiene que hacer y termina echándole el severo rapapolvo.
Organizado el encuentro por la Dirección General de Turismo, en un recorrido por un amplio número de localidades de la región que también sirve para recordar el décimo aniversario del fallecimiento de Sampedro, la exhibición de este film, “un clásico que va ganando con los años” en opinión de Artero, permitió a los asistentes descubrir curiosidades como que se basaron en documentales en blanco y negro para recrear el ya extinguido oficio de los gancheros o cómo acabó en el elenco Tony Peck, hijo de Gregory Peck, en la piel del irlandés que narra el esfuerzo, habilidad y pundonor de estos trabajadores precisamente en la última ‘maderada’, transportando por el río los troncos de los árboles.
“Una amiga periodista fue a entrevistar para el ‘Hola’ a Gregory Peck y su mujer en su casa” y, al regresar, le recomendó a Del Real que valorase darle el papel al hijo del por entonces presidente de la Academia de Hollywood y que acababa de hacer una película con Roman Polanski. “Le buscamos, pero no nos contestaban”, ya había hablado con otro actor famoso, pero se tenía que ir a la India a rodar una película, y al final recibieron una carta exponiéndoles que Tony “venía encantado” a rodar y que a su padre le encantaba el proyecto. Tanto es así que se trasladó a Cannes para apoyar la película y llevó a Del Real a la American Film Institute. También vino a España, donde apareció en portadas junto a Mario Conde puesto que Banesto colaboró en la producción al poco de convertirse el entonces joven empresario en director de la entidad.

El apoyo de Gregory Peck, “un hombre bueno, aparte de gran actor, que nos transmitió muchísima emoción”, fue determinante, estimó Del Real en la repercusión internacional que tuvo esta película que habla de la dignidad y solidaridad humana, así como de “la importancia de preservar la naturaleza, el agua y los ríos”.
Sampedro “se movió mucho para que pudiéramos hacer la película, colaboró en el guión conmigo y Antonio Larreta, y fue un emotivo compañero” tanto en los rodajes como en su difusión en programas como ‘Versión Española’, sintiéndose “muy orgulloso” de cómo quedó la adaptación a la gran pantalla, comentó Del Real, que desveló anécdotas como que cuando presentaron la película en la Embajada de España en México y ante las preguntas de dónde se encontraban los “bellísimos” parajes filmados, el entonces alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, le animó con buen humor a dijera que estaban en la capital madrileña, en lugar de Guadalajara y Cuenca, ya que “total, en el mapa están al lado y nadie se va a enterar”.
En cuanto a los próximos proyectos de Del Real, avanzó que tiene previsto hacer una serie con con el hijo de Fernando Fernán Gómez de ‘Las bicicletas son para el verano’, y “es muy posible que hagamos” la serie en Castilla-La Mancha de ocho capítulos ‘Una región de leyenda’, con textos de José Ramón Ayllón, docuficción con dos actores de la tierra que van en un coche y cuando llegan a los sitios aparecen personajes de leyenda, entremezclándose la acción con, por ejemplo, conversaciones con el alcalde del pueblo e imágenes de los lugares captadas con drones.