El inesperado cambio de Gobierno ha pillado al sector judicial en el punto álgido de unas movilizaciones contra el anterior equipo del Ministerio de Justicia, que desembocaron hace nada, el 22 de mayo, en una huelga de jueces y fiscales respaldada por todas las asociaciones profesionales y secundada de forma mayoritaria en Ciudad Real.
Los problemas siguen ahí, pero el ministro no y por tanto crecen las expectativas respecto al rumbo que podría darle al Ministerio de Justicia la nueva titular Dolores Delgado, fiscal de la Audiencia Nacional, perteneciente al Consejo Fiscal en representación de la Unión Progresista de Fiscales, y muy activa en las movilizaciones de los últimos meses. “El nombramiento de un fiscal en principio es satisfactorio para la carrera y en concreto este creo que puede favorecer las reivindicaciones”, opina el fiscal jefe provincial Luis Huete.
Un voto de confianza
La magistrada Isabel Serrano, jueza decana que ha ejercido de portavoz de las reivindicaciones de jueces y fiscales en Ciudad Real en los dos meses de protestas, valora que la nueva ministra sea una gran profesional y le da “un voto de confianza para que pueda empezar a trabajar”.
Pilar Astray, magistrada de la Audiencia Provincial de Ciudad Real y delegada de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) en Ciudad Real también habla de dejar un tiempo a la nueva ministra para que tome conciencia de los problemas y se puedan reanudar las conversaciones (el ministro Catalá se iba a reuniri el día 13 con los representantes de las asociaciones profesionales).
Astray valora que la nueva ministra sea una profesional en el ejercicio de su oficio y le desea “el mayor éxito en su toma de decisiones porque eso será bueno para todos”.
Los sindicatos: que escuche y negocie
Los sindicatos de justicia en Ciudad Real, que también han protagonizado protestas este año por la falta de medios y las disfunciones de los sistemas informáticos, reciben el cambio ministerial con esperanza.
“La nueva ministra es una persona conocedora de la justicia y los problemas, y me consta que es una profesional muy trabajadora, nos alivia que sea alguien que no viene de la calle a la que no hay que empezar a explicar los problemas desde cero”, recalca Carmen Romero, delegada del Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ), el sindicato que preside en estos momentos la junta de personal de justicia en Ciudad Real.
No obstante Romero se muestra cauta, “esperaremos qué equipo ministerial elige y confiamos en que sea gente que venga con un ánimo negociador del que ha carecido el anterior”.
Ricardo Rosales, de Justicia y Progreso, un sindicato pequeño (no tienen representación ni en la mesa negociadora de Castilla-La Mancha) pero con una importante base en Ciudad Real, espera que este nuevo equipo “al menos nos escuche”. “Lo primero que vamos hacer es pedirle amparo y explicarle que existen un montón de reivindicaciones que hemos remitido al anterior ministro sin obtener ninguna respuesta, es que ni nos han contestado”.