El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha acaba de confirmar la absolución de J.R.C.P., un vecino de Ciudad Real acusado de maltratar y abusar de su hijo adolescente (de 12 años cuando lo denunció), que fue juzgado en abril del año pasado y absuelto por falta de pruebas en la Audiencia Provincial.
“A la vista del contenido de las dos sentencias se confirma la versión de los hechos en cuanto a que todo fue una venganza urdida por la madre para perjudicar al exmarido”, asegura el abogado Eduardo García de León, que ha defendido al varón, divorciado de la madre del chico en 2013 por malos tratos (en una sentencia de conformidad).
La madre se divorció por violencia de género
El acusado y la madre del menor se divorciaron en 2013, tras doce años de matrimonio y dos hijos en común, por una denuncia de violencia de género. Ella se quedó con la guarda y custodia de los hijos, pero se estableció un régimen de visitas del padre.
Se supone que en esos días que pasaba con el padre se produjeron una serie de delitos que la sección segunda de la Audiencia Provincial no consideró acreditados, y tampoco la sala de lo Civil/Penal del Tribunal Superior de Justicia, presidida por Vicente Rouco, presidente del alto tribunal autonómico.
No se creen el testimonio del menor
De nuevo el testimonio del menor, que en estos momentos no quiere ver al padre, ha sido la clave: “La prueba fundamental de la acusación particular es el testimonio del hijo menor de edad de la acusadora y el acusado, que no tiene carácter concluyente y por tanto no ha sido creído”, dice textualmente la resolución sobre la apelación.
Enemistad manifiesta al padre
“La sala presenció su declaración en juicio, cuando ya tenía 12 años, tuvo en cuenta la existencia de cambios respecto a declaraciones anteriores y apreció una enemistad manifiesta respecto a su padre acusado, a lo que se suma la carencia de testimonios que podrían haber corroborado al menos en parte lo declarado por el menor”, dice textualmente la fundamentación de la resolución.
La sala presidida por Rouco hace hincapié en que en el juicio no declararon ni el compañero sentimental de la madre, ni la hermana, ni su abuela, “las personas con las que convive, como profesores o compañeros, y por ello no hay motivo para variar la apreciación de la prueba en la sentencia recurrida”.
La fiscalía acusó de 5 delitos al principio
El ministerio público formuló acusación en la instrucción de este caso por cinco delitos, el más grave de abuso sexual (cinco años), violencia psíquica habitual (tres) y tres delitos más de malos tratos (un año por cada uno). Mientras que la acusación particular, ejercida por la madre, sumó dos delitos más, uno de ellos exhibición de pornografía.
No obstante, en la vista del caso en Albacete, la fiscalía de Ciudad Real ya pedió la absolución, como la defensa.