El caso de José Manuel Lomas, el exlibrero octogenario condenado por matar de un disparo de escopeta al intruso que se coló, supuestamente a robar, en su casa de La Atalaya de Ciudad Real el 1 de agosto de 2021 ha dado el giro definitivo: nueve meses de cárcel, condena final del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, que acaba de dictar la sentencia de apelación.
La Sala de lo Civil y Penal del alto tribunal provincial estima parcialmente la legítima defensa “por error vencible”, según acaban de hacer público esta tarde.
Junto a la legítima defensa por error vencible, la Sala confirma la eximente incompleta de trastorno mental y la atenuante por confesión establecida por el tribunal del jurado, por cuyo veredicto fue condenado a seis años y tres meses de cárcel la pasada primavera en la Audiencia de Ciudad Real. Ahora la rebaja de la condena de prisión es nueve meses y cuatro días.
«Además la sentencia modifica la responsabilidad civil para la familia del fallecido en base a la falta de vinculación con el mismo, y al concurrir además la conducta culpable de la víctima por su entrada ilegítima y delictiva en la finca», explica el Tribunal Superior de Justicia regional, tal y como pedía la defensa.
Se absuelve a la aseguradora de la escopeta
Se absuelve también a la aseguradora del pago de cualquier indemnización porque la escopeta se utilizó por el condenado fuera de la cobertura para actividad cinegética para la que estaba asegurada el arma
La sentencia favorable al octogenario se intuía cuando a primeros de octubre la fiscalía se adhirió parcialmente a la petición del abogado de Lomas que solicitó que se aplique como atenuante “la legítima defensa putativa”, lo que supone rebajar un grado más la pena, hasta los dos años y ocho meses, en vez los seis años y tres meses a los que fue condenado.
Lomas sigue tranquilo en su casa, con sus libros y sus árboles
José Manuel Lomas, cuyo caso, agitado por las televisiones generalistas y partidos políticos como Vox y otras corrientes de ultraderecha, ha despertado muchas simpatías en la opinión pública, sigue en libertad provisional. Vive tranquilo -sin escopetas- en su casa de campo del parque forestal La Atalaya de Ciudad Real, cuidando sus árboles y leyendo mucho. “Está tranquilo”, explicó a Lanza a primeros de octubre su abogado, Juan Manuel Lumbreras.
Lomas ya ha cumplido los 81 años. El jurado entendió en el juicio que sus capacidades mentales están y estaban la noche del homicidio de Nelson David Ramírez, de 35 años, algo alteradas, por su aislamiento social y su obsesión con los ataques a su propiedad.
Culpable de un delito de homicidio
Lomas, juzgado por un jurado popular en la Audiencia de Ciudad Real en abril, fue declarado culpable de un delito de homicidio, con la eximente incompleta de trastorno psíquico y la atenuante de confesión. El jurado entendió que en su caso no cabía la legítima defensa, tal y como recoge el Código Penal. Con ese veredicto se le impuso una condena de seis años y tres meses de prisión (la fiscalía pidió doce años y medio en el juicio).
52.000 euros de indemnización en vez 153.000
La indemnización que establece el Tribunal Superior de Castilla-La Mancha ahora es de 20.000 euros para la madre del presunto ladrón al que mato, 5.000 para el padre y 9.000 euros para los tres hermanos de la víctima.
La indemnización que se fijó en la sentencia de la Audiencia de Ciudad Real a la familia del hombre al que mató se fijó en la sentencia en 48.000 euros para los padres (a cada uno) y 19.000 euros a cada hermano (tres), 153.00 euros. Además estableció la responsabilidad civil directa de Mapfre España (hasta el límite de la cobertura, 90.00 euros, a la que ahora se exime del pago.
El caso Lomas, homicidio en la Pandorga de 2021
José Manuel Lomas, propietario de la histórica librería Aspas de la plaza Mayor de Ciudad Real, ya desaparecida, vivía y vive solo en la finca Valdelobos de La Atalaya desde su jubilación. Una casa de campo aislada dentro de una zona de la capital en la que hay más viviendas.
La noche de la Pandorga de 2021, sobre las dos de la madrugada, se despertó para ir a regar, se tomó su desayuno ligero y salió al patio de su finca, sin encender ninguna luz. Notó que alguien había entrado en su propiedad y, alarmado, entró de nuevo en la casa, cogió la escopeta cargada con la que dormía (también tenía un rifle a mano), hizo una ronda por el patio y sin mediar palabra -al menos es lo que dice- disparó dos veces “a un bulto”, que tenía su motosierra, que resultó ser la víctima Nelson Ramírez, un joven con antecedentes que supuestamente entró a robar en su propiedad.