«En Malagón mantengo familia y nunca me he desconectado»
A Malagón, su pueblo, no viene todo lo que le gustaría, pero pese a llevar media vida trabajando en Madrid no renuncia a la su comunidad autónoma. “Yo vivo en Ocaña desde hace treinta años, en Malagón mantengo familia y nunca me he desconectado, y estoy muy orgulloso de ser castellano-manchego”.
“Lo mejor que tiene Castilla-La Mancha es la gente, noble y trabajadora, una gente por la que merece la pena trabajar y servir a esta sociedad, es un orgullo poder servir a gente como la nuestra», asegura.
Premiado por sus treinta años de servicio activo “y por su compromiso diario, profesionalidad y valentía con la defensa de los derechos y las libertades” -dice el Gobierno de Castilla-La Mancha en su mención-, ha recogido el premio como un reconocimiento a todos los Tedax de la Guardia Civil, “hay bastantes de Castilla-La Mancha, tengo muy presente a mis compañeros”.