“No hay dudas sobre la autoría del 11-M”
Veinte años después queda el aprendizaje, “se cambiaron muchos protocolos en la forma de trabajar, para bien”, y ninguna duda sobre la autoría, “hay pocos atentados que se hayan investigado tan en profundidad como el del 11-M. Hicimos un informe pericial conjunto de los Tedax de Policía Nacional y Guardia Civil, yo fui uno de los peritos de nuestra parte. No hay dudas de la autoría a nivel de inteligencia o de los servicios de explosivos, ETA no tuvo nada que ver”.
Reconoce que hubo información contradictoria y se generaron muchos bulos, las ‘fake news’ de ahora, pero lo considera lo normal cuando se produce una masacre como la de Madrid, con trece artefactos explosivos, 191 muertos y más de dos mil heridos, “yo creo que no todo fue por mala intención, sino por desconocimiento. La gente empezó a opinar, a hacer eso tan nuestro de hablar sin saber”.
“Los atentados nos saturaron a todos, desde las fuerzas de seguridad del Estado, a los bomberos, sanitarios. Visto con perspectiva creo que la respuesta fue espectacular”.
Se nota que a Huertas le gusta su trabajo y eso que cuando ingresó en la Guardia Civil en 1987, los años de plomo del terrorismo etarra, jamás pensó en hacerse desactivador de bombas.
“Entré en los Tedax un poco de casualidad, no me lo planteé en un principio, lo veía complicado, inalcanzable, algo muy especializado. Pero comencé a conocer la especialidad a través de un compañero que había hecho el curso, me animé, y acabé el curso en junio de 1991” (veinte años antes de que ETA dejara de asesinar).
Eleazar Huertas Cañizares, ‘Eli’, asegur que no hay que tener unos conocimientos extraordinarios para desactivar explosivos, los suficientes en química, electrónica, “pero sobre todo se buscan unos perfiles psicológicos determinados; personas que tengan autocontrol, que sepan mantener la calma, en este trabajo te enfrentas a situaciones de mucho estrés”.
Las bajas las asumen como en otros servicios de la Guardia Civil, “han muerto compañeros, recuerdo varios incidentes en Álava y en Vizcaya, en ocasiones son miembros de las patrullas de seguridad ciudadana que acuden al lugar de la bomba. Desactivando, desde que se creó el Tedax en los años setenta, tenemos trece bajas, pero aparte de los fallecidos ha habido muchos heridos”.
Que no exista ETA y aquellos grupos armados de los años setenta cuando se formó el Tedax (el año pasado se cumplieron cincuenta años) como el Ejército Guerrillero del Pueblo Gallego, Terra Lliure e incluso un grupo terrorista canario, ha cambiado las cosas. También aclara que un desactivador de explosivos pocas veces se ve en la tesitura cinematográfica de cortar un cable de este u otro color para que la bomba estalle o no.