Pasadas las siete y media de la mañana, del que se presumía que iba a ser un caluroso día estival, nos subimos a una Peugeot Partner con el fin de que un equipo de expertos tomase muestras de las aguas residuales del alcantarillado de Ciudad Real para conocer si en estas aguas existen niveles de presencia ARN del SARS-CoV-2 (coronavirus).
El catedrático del Área de Sanidad Animal de la Universidad de Castilla-La Mancha, Christian Gortázar, acompañado por el colaborador del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de Castilla-La Mancha (IREC), Julio Isla, fueron los encargados de realizar el muestreo, cuya primera parada fue la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), donde llegan las aguas residuales urbanas de Ciudad Real, Miguelturra y Poblete, y en donde se obtuvieron muestras a la entrada y a la salida del proceso que se sigue el agua en esta estación depuradora.
Posteriormente, el equipo se dirigió hasta un colector situado en la zona del Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR) para seguir obteniendo muestras. Este trabajo de campo, pionero en Castilla-La Mancha, sigue la línea de otros desarrollados en grandes ciudades españolas.
El investigador, Christian Gortázar, explica que durante el estudio que están realizando, se utilizan dos técnicas para conocer la posible presencia de coronavirus en las aguas residuales, “una más depurada que la otra”. En este sentido, indica que la primera de ellas es “muy parecida” a la que desde el IREC llevan a cabo para detectar la tuberculosis en animales, y que consiste en “utilizar esponjas impregnadas de un líquido que lleva una mezcla de alcoholes, y que tienen por función liberar la materia orgánica de la superficie que se está muestreando y arrastrarla. Del líquido extraído se realizan los PCR para conocer si hay presencia de ARN”. Esta ha sido la técnica que se ha utilizado en algunas zonas con gran éxito, como por ejemplo en Horcajo de los Montes.
Por su parte, el sistema empleado hace un par de días, tanto en la Estación Depuradora de Aguas Residuales como en el colector del alcantarillado de Ciudad Real, “es parecido a la técnica de las esponjas, aunque, en esta ocasión, hemos utilizado recipientes que también contienen líquido inactivante, el cual se mezcla posteriormente con el agua recogida”, aclara Gortázar. En este sentido, señala que, “lo que sucede con el segundo sistema empleado, es que el procesado de laboratorio es más complicado, porque no consiste solamente en coger el líquido y hacer directamente la PCR, sino que hay que seguir una serie de pasos, hasta concentrarlo varios cientos de veces, porque la cantidad de virus que puede haber, de encontrarse alguna, será muy baja al estar mezclada con el agua”.
Por todo ello, en el caso del estudio realizado en el alcantarillado de Ciudad Real, y que ya se llevó a cabo hace algo más de mes y medio, las muestras analizadas servirían para saber si existe o no presencia de coronavirus. En cualquier caso, Christian Gortázar matiza que “ello no quiere decir que sea un virus vivo, pues puede darse el caso de que exista contaminación, aunque no por ello necesariamente el virus tiene que estar activo”, aunque matiza que, el estudio también puede servir para “obtener una especie de indicador sobre cuál es el grado de circulación y de contaminación en la zona muestreada”.
En su opinión, “lo bonito de que saliese en agua, es que sería un reflejo del conjunto de la población y, medido mes a mes, o periódicamente, nos puede dar una información sobre cómo es la circulación del virus. En este caso, sería parecido a si tuviésemos los datos de todas las PCR que se realizan”.
Desde su punto de vista, la utilidad de este estudio no es “si el agua lleva virus o no, sino ser capaces de monitorizar cuánto virus circula por Ciudad Real y, eso, si se va viendo a lo largo del tiempo, puede servir para observar si hay un cambio o no lo hay”.
Por otra parte, Gortázar indica que “las pruebas PCR que saltan positivas pronto, son indicativas de un virus que, muy probablemente, va a ser infeccioso, mientras que las PCR que saltan muy tarde, te están indicando que hay ácidos nucleicos, que se parecen mucho al virus que estás buscando, pero que, a lo mejor, esa concentración o esa carga de virus ya no es capaz de infectar una célula o a una persona”.
Por todo ello apunta que “si finalmente se encuentran concentraciones de virus en las muestras de agua recogidas, casi seguro que van a tener unos niveles de concentración muy bajos. Y es que el virus dentro del agua sobrevive un tiempo, pero no es su medio ideal”.
Las muestras recabadas en el muestreo ambiental realizado en Ciudad Real van a ser analizadas en el laboratorio del propio Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de Castilla-La Mancha (IREC).