Nada de lo que sucede hoy día puede desligarse de la preservación del medio ambiente, de respetarlo como hasta ahora no se ha venido haciendo y mucho menos considerando. Sin embargo, la necesidad aprieta y el Planeta ya se ha encargado de dejar claro que sus daños no tienen vuelta atrás, que en muchos casos los atentados que se han venido produciendo sobre los recursos naturales son irreversible, por lo que es necesario encontrar la fórmula que siga permitiendo mantener el ritmo de crecimiento que exige el capitalismo global sin hipotecar el futuro de las próximas generaciones.
Uno de los colectivos que más se han implicado en los últimos tiempos para contribuir con la causa ecológica, es el gremio de la arquitectura.
Lo explican bien Ophélie Herranz y Paul Galindo, del estudio de arquitectura Nomos. “Ahora mismo, para los arquitectos es imprescindible hablar de sostenibilidad, de medio ambiente, de respeto por el entorno, de eficiencia energética”.
“Su forma de trabajar llama la atención por el uso que hacen de materiales”, explica José Luis León, arquitecto, jefe de departamento EAS Diseño de Interiores en la Escuela de Arte Pedro Almodóvar de Ciudad Real.

En este sentido, también destaca, “la forma de aprovechar la materia y la verdad en sus proyectos. Ahora que todo ha dejado de ser lo que parece, en sus trabajos si algo es madera, es madera”, así como el uso de la arquitectura tradicional para desarrollar sus proyectos. “En estos momentos, la tecnología influye en la confección de los diseños, ellos siguen trazando líneas para tener esa conciencia cercana que permite el trazo”.
Sobre esto, Ophélie Herranz subraya que “la arquitectura ahora tiene que ver mucho con el modo de vida, con ver la sostenibilidad como algo de verdad no como una etiqueta de color verde, que realmente no aporte lo que buscamos”.
“La sostenibilidad también tiene mucho que ver con la capacidad de ver, por ejemplo, en la ciudad qué espacios son susceptibles de ser colonizados por espacios domésticos sin construir”, apunta Herranz.
Para esta arquitecta de origen francés, que se ha desarrollado como profesional en Madrid, es necesario que “la nueva arquitectura evite en la medida de lo posible las grandes demoliciones, aprovechando al máximo todo los que nos encontramos en el entorno”.
«De adaptar espacios se ha pasado a adaptar proyectos»
Es decir, de adaptar el espacio a los proyectos, se ha pasado a la idea de aprovechar el entorno para encajar los proyectos arquitectónicos.
Esta nueva concepción es para Paul Galindo “una oportunidad para ser más creativos. Ahora se nos exige mucho más y eso es una motivación para la creación de nuevos proyectos”.
Para conseguirlo, explica, “es imprescindible una actitud positiva y una conciencia que realmente conozca las razones por la que es necesario apostar por otro tipo de modelo productivo”.
Entre los elementos que ahora han cobrado más notoriedad están materiales que antes parecían secundarios como “las pinturas, el tipo de aislantes, o materiales más naturales que pueden encarecer el proyecto final, pero que la sociedad acepta porque sabe que el beneficio que se consiga va a ser superior a lo monetario”.
En ese cambio de cultura hacia la conciencia social, los arquitectos han tenido gran parte de culpa. “A nuestra escala es cada proyecto con el que tenemos la oportunidad de trabajar la forma de concienciar al cliente. No todos vienen con esa educación medioambiental y somos los encargados de hacer ver la responsabilidad que tenemos cada uno en la toma de decisiones”, subraya Herranz.

A Nomos, aporta, “nos interesa mucho en esa conversación con el cliente, hacerle ver que es responsable de todas las decisiones que ha tomado”, una idea que comparte su compañero Galindo. “En este cambio de mentalidad nos ha ayudado que la sociedad haya ido tomando conciencia de la importancia de respetar el medio ambiente y de cuidar el entorno».
De hecho, elementos que antes pasaban desapercibidos ahora asumen un papel principal. “En estos momentos hablamos mucho más de la humedad, de la atmósfera, del polvo, de cosas que no son muy tangibles a nivel espacial, pero que al final forman parte del proyecto y en conjunto son importantes para el resultado de nuestra propuesta”.
Proyectos de transformación de espacios industriales o comerciales en vivienda, o como el que están ejecutando en Burkina Faso para levantar un centro médico construido con barro y piedra laterita de forma casi artesanal, son algunos de los que definen la forma de trabajar de este estudio arquitectónico donde se mezcla la juventud, la nueva conciencia social y la calidad arquitectónica de la nueva escuela.