Estamos en uno de los momentos más interesantes de los últimos siglos por avances tecnológicos, nivel cultural y voluntad decidida de cumplir con el respeto a los Derechos Humanos, así como por la igualdad entre hombres y mujeres, expuso la escritora Espido Freire este miércoles en el Aula Magna de la Facultad de Letras, donde animó a los ‘nuevos humanistas’ a aprovechar las ventajas que reportan las redes sociales que en Educación, por ejemplo, proporcionan inmensas posibilidades relacionadas con la abolición de distancias y el acceso de conocimientos en cualquiera de los idiomas, siendo actualmente la única barrera el lenguaje, aunque “si hablamos del audiovisual ni siquiera”.
Freire, invitada especial en la Fiesta de las Letras, destacó que en un mundo de rapidez, constantes cambios y sucesivos ciclos en los que lo que en determinados momentos se desprecia luego se valora, las Humanidades proporcionan apertura de mirada y claridad sobre dónde estamos y quiénes somos. En un mundo tan cambiante, en el que la ciencia y la técnica ofrecen grandes avances, no se puede prescindir de las Humanidades que relacionan las diferentes disciplinas convirtiendo en cercano lo lejano y afrontan la complejidad de la vida, expuso la escritora vasca, que recordó que cuanto mejor nos conozcamos mejor conoceremos el mundo y aconsejó a graduados y estudiantes de Letras que busquen su propia voz y trabajen en aquello que les apasiona pero con una curiosidad y esfuerzo constantes porque si no “lo que apasiona se queda pequeño”.
“La ambición o afán de excelencia, de profesionalidad”, sin la cual “a veces carecemos de empuje para llevar a cabo otro tipo de cosas”, también fue resaltada por Freire, que consideró que interesa no sólo ser el mejor académicamente sino destacar en un sentido u otro y ahí la vocación es importante y las aficiones serán claves, así como, entre otros aspectos, los conocimientos alternativos, los idiomas y la experiencia en el mundo.
En cuanto a las redes sociales, “no son un enemigo, sino un medio más”, sin ser ajenos a la revolución que los medios de comunicación han tenido desde “la incorporación de internet en cualquiera de sus variantes: primero a través de blogs, después con los medios digitales y ahora mismo a través de las aplicaciones”, expuso Freire, para quien “el uso de la palabra y los conocimientos van a quedar en manos de los más hábiles”, de quienes “sean capaces de expresarse mejor y detectar determinadas tendencias”, algo en el que tienen mucho que decir las Humanidades que, precisamente, en terrenos como la Arqueología, la Historia, las Bellas Artes y, en definitiva, todo lo que está relacionado con el conocimiento es “donde han comenzado a reunir archivos digitales y bibliotecas que tienen que ver con los fondos de gestión”.
Freire, que publicó su primera novela con 23 años y poco después ganó el Premio Planeta con su tercer libro ‘Melocotones helados’, se definió como un ejemplo de precocidad poco recomendable, puesto que lo importante es mantener “la curiosidad y la constancia del trabajo” sin dejarse vencer por exigencias del éxito inmediato. Era tan arriesgado hace 20 años como lo es ahora su apuesta por la creación literaria, estimó Freire, a quien se le abrió una puerta que le ayudó, pero el “resto ha dependido” de “muchísimo esfuerzo”. En este sentido, muchos autores que comenzaron con ella “se han quedado por el camino, lo cual tiene que ver con el azar y sobre todo con abrirse a posibilidades distintas y a la investigación y el estudio”.
Autora con una amplia trayectoria que acaba de publicar la novela juvenil ‘El misterio del arca’, ganadora del Premio Letras del Mediterráneo, y tras trabajar 14 años en obra ganadora del Premio Azorín ‘Llamadme Alejandra’, Freire adelantó que en 2019 “es posible que aparezca una nueva novela” suya. Este año, dijo, está muy centrada en el ámbito pedagógico de su trabajo y también descansando un poco de lo que la novela exige, ya que hay “un esfuerzo emocional que en cierta medida te vacía y después es necesario nutrirse otra vez, lo que tiene que ver con el agotamiento intelectual, con encontrar una voz nueva”.
Fiesta de las Letras
Antes del acto en el Aula Magna, la Fiesta de las Letras incluyó representaciones teatrales de varias obras como ‘Tierra de Jauja’, ‘Superviviente’ y fragmentos de ‘Luces de Bohemia’ y ‘El Libro del Buen Amor’, mediante la colaboración de alumnos del Grado de Filología Hispánica y la Asociación ‘Capacidades’. Además, en el acto se entregaron los Premios Extraordinarios de Fin de Grado y Máster de Investigación; y se reconoció a Flavia Cartoni, por sus veinte años de enseñanza de italiano en este centro, y Raquel Torres, por su labor como secretaria académica. Así mismo, intervino Javier Ramos, ganador del IV Premio Internacional Novelas Ejemplares por ‘El señor Gro y la hija de la viuda de Stern’.
Además, la Facultad de Letras celebró su ya tradicional mercadillo solidario, en el que se pudieron adquirir libros donados, manualidades e incluso degustar un café y productos artesanales dulces y salados. El dinero recaudado irá a beneficio de las ONG Solman, Sonrisas y Montañas y Capacidades (Asociación de Formación Laboral y Ocio Inclusivo).
