La banda terrorista ETA intentó hacerse con armas de guerra como lanzacohetes para cometer grandes atentados, entre ellos derribar los aviones del rey o el presidente del Gobierno, en los años noventa, y para ello introdujo a miembros de la organización en los campamentos de voluntarios internacionales que ayudaron a los bosnios a luchar contra los serbios en la guerra de los Balcanes.
Esta circunstancia real de la lucha antiterrorista desconocida por la opinión pública es el punto de partida de la novela ‘Misión en Mostar’, segunda incursión en la ficción inspirada en la realidad del guardia civil en segunda actividad, abogado y experto en intervención operativa policial Juan Antonio Rodríguez Coque, que ha presentado este sábado en Ciudad Real.
ETA quería armas de guerra para provocar masacres
“Hubo etarras y miembros de otros grupos terroristas muyahidines en los campamentos de voluntarios internacionales de la guerra de Bosnia. Los etarras querían hacerse con armas con las que provocar grandes masacres y así ‘socializar el sufrimiento’ [su objetivo en los noventa para la dirección de Francisco Múgica Garmendia, ‘Pakito’] y reforzar sus arsenales militares”, explica el autor que firma sus novelas como Antonio Coque.
La novela arranca en 1994 y narra la peripecia de un guardia civil reclutado en esa época para formar parte de la primera policía europea después de la Segunda Guerra Mundial (él estuvo dos años en esa policía, entre 1994 y 1996). El protagonista de su novela es un teniente de la Guardia Civil Diego Serna que trabaja en Mostar como jefe de Seguridad de la primera Policía Europea en una ciudad tristemente célebre por la devastación que sufrió en esa guerra. Secretamente, tiene otra misión: localizar a los terroristas de ETA que intentan comprar armamento de guerra para seguir asesinando en España”.
Coque insiste en que ha ficcionado una realidad que conoció de primera mano, puesto que trabajó para la ONU en Bosnia, la experiencia personal y profesional que más le ha marcado y de la que ha disertado este sábado en Ciudad Real, en la presentación del libro, con fotografías de aquella terrible guerra civil en el corazón de Europa de la que ya se han cumplido treinta años. “Una guerra es una guerra”, ha explicado.
Ignacio del Olmo: «Novelas policiales, no policiacas»
Coque ha contado en la presentación con Ignacio del Olmo, jefe superior de Policía de la Región de Murcia (ambos imparten clases en un curso este fin de semana en Ciudad Real), quien ha elogiado su manera de escribir «no novelas policiacas, sino policiales», es decir, escritas por miembros o exmiembros de las fuerzas de seguridad que cuentan el trabajo policial «desde dentro».
«En las novelas policiacas se ensalza la figura intelectual del detective que resuelve un caso, en la vida real lo importante no es saber quién es el asesino sino demostrarlo con pruebas», ha remarcado Del Olmo.

«Los únicos que vivíamos en una ciudad del frente, en Mostar»
Coque, que ha ilustrado la presentación con fotografías de su destino en Mostar o Sarajevo, «los agentes españoles de la Policía Europea éramos los únicos que vivíamos en una ciudad del frente», ha contado que una de sus tareas más penosas era «el reparto de cadáveres» que llegaban del frente o recogidos por distintos puntos de la ciudad. «No podía ni mirar, muchos llevaban una semana en un camión».
La valentía de las mujeres en la guerra de los Balcanes
También aparecen en las novela las intérpretes, mujeres valientes y muy preparadas, que utilizaban como traductoras para determinadas misiones y preferían a los hombres, «era mucho mejor ir con ellas, eran más echadas para adelante», ha contado. En la novela aparece además una comunidad de religiosas muy preparadas, ya bastante ancianas entonces, que se empeñaron en montar con lo poco que tenían un asilo para acoger a ancianos. «La guerra saca lo peor pero también lo mejor de las personas».
La presencia de ETA es constante en la novela, no solo por la trama en sí, sino como recordatorio de los crímenes de aquellos años, «cada vez que se menciona un año concreto se dice ese año ETA asesinó a tantas personas en España, a modo de homenaje, para que no se olvidé que esto pasó antes de ayer».
El daño «del nacionalismo mal entendido»
Coque tampoco olvida lo que «el nacionalismo mal entendido», dice, puede hacer en un país. Recuerda que cuando llegó a Sarajevo, ciudad símbolo de la devastación de cualquier guerra, con una pintada que nada más cruzar ponía «Welcome to de hell» -‘bienvenido al infierno, y era así-se encontró con una ciudad, un país, unas gentes, «mucho más avanzadas que en España. La gente sabía por lo menos dos idiomas, eran cultos, habían estado viviendo con las personas con las que se mataban en la antigua Yugoslavia, ni sabían explicar cómo llegaron a esa situación».
Cataluña y la guerra de Bosnia
El exguardia civil, que tiene una amplia trayectoria formativa y en grupos de élite, compara la guerra de Bosnia con lo que sucedió en Cataluña en 2017, acontecimientos que vivió en primera persona cuando el parlamento catalán declaró la independencia. «Se dijo que la guerra de Bosnia fue un conflicto religioso pero no fue así, todas las personas que conocí allí no sabían nada de religión no habían leído nunca el Corán y jamás rezaban, hasta que alguien empezó a decirles que eran distintos a los otros”, añade.
El autor de ‘Misión en Mostar’ (Editorial Multimedia Independiente) quiere hacer una puesta de largo más mediática en Madrid, y contar con algún escritor de prestigio.
Rodríguez Coque ya ha publicado otra novela, ‘Cabezas de turco’, en la que trató el ‘caso Roquetas’, un asunto de supuesta brutalidad policial en esa localidad almeriense, por el que ocho guardias civiles pasaron un calvario personal y mediático que años después quedó en nada (el Tribunal Supremo dictaminó que el detenido murió por un ‘delirio agitado’).

Otro relato de guardias civiles
El libro se publicita como “otro relato apasionante sobre guardias civiles, escrito desde dentro, con un estilo original, rápido y directo”. La obra según la editorial demuestra “el profundo conocimiento que tiene el autor de la guerra en Bosnia y de la Guardia Civil. Los personajes son potentes y bien perfilados psicológicamente, especialmente el teniente protagonista”. Rodríguez Coque ha escrito además otros libros de ensayo como ‘Inteligencia verbal e intervención operativa policial.