Y van tres. Tres los conciertos, pero éste es el que tiene lugar precisamente en la jornada “conmemorativa” de la Batalla de Alarcos. Un 19 de julio, aunque de 1195… En todo caso, en este 2024, las imágenes y la música conforman un panorama bien distinto. Retomando una figura tan lejana como legendaria: El Cid (¿Vivar 1048/1050?, Valencia 1099). Cierto es que, según la Real Academia de la Historia, sobre el hombre que fue Rodrigo Díaz de Vivar existen dos biografías: una, la más conocida y popularizada, la tejida con los datos de la creación literaria, esto es, con el Poema de Mío Cid y el romancero.

Mientras que la otra, bien distinta, es la única verdaderamente histórica “construida con el Carmen Campidoctoris, canto coetáneo en loa de Rodrigo. También con la Historia Roderici, una extensa e informada biografía escrita tan sólo algún decenio tras la muerte del héroe”, y cuyo autor utilizó documentos del archivo familiar del biografiado. Y, desde luego, con las crónicas y noticias árabes, “especialmente las obtenidas de las obras de Ibn ‘Alqama e Ibn Bassªm, y con los documentos y diplomas coetáneos que otorga o confirma Rodrigo Díaz de Vivar”. Naturalmente, en circunstancias y con criterios científicos, sólo es válida esta segunda opción. Dejando la primera de las biografías citadas, reducida a su espacio en el contexto de la literatura, la leyenda, y desde luego la música.

Y así fue. Un delicioso concierto bien trabajado en su concepción previa, e igualmente en su posterior ejecución. Todo ello, de la mano y la voz de un grupo joven y encantador: Entrebescant ha unido a cinco jóvenes intérpretes e investigadores, unidos por el interés en el patrimonio medieval y tradicional español. Música sacra y cortesana, y canciones y danzas tradicionales, se “entrelazan” con cantares, romances, biografías o crónicas. Con el sonido de sus instrumentos, históricos o tradicionales, sus voces, y a través de las lenguas ibéricas medievales, Entrebescant cuenta historias de otro tiempo, en un concierto que busca ser un espacio de mediación para la divulgación y reivindicación del patrimonio histórico.
GRUPO ‘ENTREBESCANT’
En unos viejos versos occitanos se canta:
“Caisi vaue entrebescant/
los motz el so afinant:/
Lengu’entrebescada/
Es en la baizada”, de Bernart Martí.
Que, una vez traducido, viene a ser: “Que así voy entrelazando / las palabras y el sonido afinando / como se entrelazan las lenguas en un beso”. Pues eso, “entrelazando” es un hermoso término y concepto, que inspiró a nuestro grupo su “nombre de guerra”. O más bien de paz, porque de amor estamos hablando…

Fundado en 2015 como grupo de estudio en el conservatorio de Madrid, Entrebescant es desde 2020 un conjunto de músicos y musicólogos especializados en el repertorio medieval y tradicional ibérico. Durante el año 2023, ha sido seleccionado para varias convocatorias destinadas a conjuntos emergentes en España: AIEenRuta, EcosLabs – Festival de Música Antigua de Sierra Espuña, Early Music Morella FRINGE, Dinamizartj y Música en los Museos Nacionales de España (Musae). También han aparecido en un par de ocasiones en Radio Clásica, en el programa ‘Andante con moto’.
De hecho, su actividad como investigadores y su dedicación a los repertorios medievales y tradicionales, ha permitido a Entrebescant -a pesar de su flagrante juventud- el acceso a multitud de fuentes encauzadas a abordar repertorios olvidados. Los cinco estudiosos han profundizado en el periodo medieval a través de su música y sus relatos, con el objetivo de mostrar situaciones que creían -y creen- que siguen siendo relevantes. En suma, han tratado de acercar a nuestros días “personajes de tiempos remotos cuyas vidas provocan reflexiones en el presente”.
Alaia Belaunzaran, Livia Camprubí, Bea Peña, Pablo F. Cantalapiedra y Víctor Gallego han unido en Entrebescant su dedicación a la música histórica y tradicional, con la pasión e inclinación por la historia y las letras antiguas. Entre ellos se cuenta con dos investigadores del área de música medieval de la Universidad Complutense; una cantante y filóloga apasionada por la música tradicional; una arpista que se especializa en arpas históricas, y un percusionista que colabora con multitud de agrupaciones dedicadas a las músicas antiguas y tradicionales. Todo ello les permite explorar las tradiciones orales y escritas, dando voz a sonidos e historias injustamente callados por el tiempo.
EL PROGRAMA
-El Cid sale de Vivar para el destierro/Nadie da hospedaje al Cid por temor al Rey
Códice de las Huelgas (s. XIV) – Plange Castella misera
Trad. Burgos – Baile de rueda
Cantiga de Santa María 302 – A Madre de Jesú-Christo
-El Cid se despide de Santa María/El Cid da ánimos a doña Jimena
Códice de las Huelga – Conditor Kyrie
Responsorio: Plange quasi virgo
Trad. norte de Burgos – Todo lo cría la tierra
-Acuden caballeros a los pregones del Cid/El Cid invade las tierras del rey de Toledo
Manuscript du Roy (s. XIII) – Quinte estampie reial
Meçaddar – Zidane
-Conquista de Alcocer/Regocijo del Cid cuando Alvar Fáñez le trae buenas nuevas de los suyos
Llibre vermell de Montserrat (s. XIV) – Imperayritz de la Ciudat Joyosa
-El conde de Barcelona se entera de que el Cid le corría la tierra amparada bajo su protección
Trad. Catalana – Tocs occitans. Trad. Burgos – Baile de rueda
PROFUNDIZANDO MÁS
Resulta que con motivo de 975 aniversario del nacimiento del Cid (2023), el grupo ha preparado un programa, en el que la música medieval y la de tradición oral de las tierras que se recorren en el destierro, se contraponen. Obras recogidas en el Manuscrito de las Huelgas (sobre el 1400), y de las tradiciones gregorianas y andalusí, se vierten en el mismo caldo de los cantos de siega, los bailes de rueda y las jotas de Castilla y Aragón. Intercalando fragmentos del Cantar de mío Cid para no perder de vista esa ruta entre Vivar (Burgos) y Atienza (Guadalajara).
Así pues, con la epopeya del Cid como hilo conductor, Entrebescant reivindica la historia y patrimonio de una de las zonas mas despobladas de Europa. De tal forma que se cuentan historias de otro tiempo, en un concierto que busca ser un espacio de mediación y divulgación. Así comienza un viaje hacia la tierra de frontera con las taifas, entre las actuales provincias de Burgos, Soria y Guadalajara, donde inicia una campaña de conquista para tratar de recuperar el favor real.
Cuentan que el manuscrito, protagonista de una curiosa peripecia, fue encontrado hacia 1834 por Pedro José Pidal y Carniado, primer vizconde de Villaviciosa de Asturias y primer Marqués de Pidal. Ramón Menéndez Pidal publicó, en el año 1900, la primera transcripción de El Cantar de Mío Cid. Narra cómo su abuelo, historiador, erudito, y aficionado a la caza de osos, encuentra en una carnicería en Picos de Europa, las viejas páginas de un pergamino envolviendo trozos de manteca.
Desde entonces, la familia Menéndez Pidal guardó el manuscrito, rechazando cheques de galerías y museos de todo el mundo. Pasó un tiempo guardado en una caja del Banco de España y otro en Ginebra, refugiado de los peligros de la Guerra Civil. Desde 1970, reposa en los fondos de la Biblioteca Nacional de España, cedido por la Fundación Juan March. Allí ha sido profundamente investigado y estudiado. Hoy, todos podemos consultarlo en los fondos de la Biblioteca Digital Hispánica.
EL CID, MUCHO CID
El Cid es una figura central en la Península Ibérica medieval. Si bien vivió en la segunda mitad del siglo XI, no es hasta cien años después cuando se escribió el Cantar del Mio Cid, el poema épico a través del cual conocemos la última etapa de su vida. Al Cantar le seguirían el Linage de Rodric Díaz (c. 1195), la Crónica de veinte reyes (1284), a través de la que se ha podido reconstruir los primeros folios del Cantar, las Mocedades de Rodrigo (1360) o la Crónica particular del Cid, del siglo XV, impresa por primera vez en 1512.
En la Edad Moderna, no serán pocas las puestas en escena y los romances escritos en torno al Campeador. Incluyendo -aunque en otro nivel más infantil y menos académico- los 39 capítulos de dibujos animados, de la serie producida por José Romagosa Gironella, historia novelada de aquel Ruy el pequeño Cid.
Volviendo a El Cantar del destierro, en él se nos narra cómo Rodrigo es expulsado de Castilla, falsamente acusado de quedarse con las parias de Sevilla que recaudó en nombre del rey Alfonso VI. Así comienza un viaje hacia la tierra de frontera con las taifas, entre las actuales provincias de Burgos, Soria y Guadalajara, donde inicia una campaña de conquista para tratar de recuperar el favor real… Y por allí transcurrió nuestro viaje en Alarcos, gracias a los buenos oficios del grupo madrileño Entrebescant.