Si se sumara el sonido del cuerpo en vertiginosa caída al abismo y el grito de quien cae alcanzaría a duras penas los agudos de portentosas voces como la de Tatiana Melnichenko, que sobrecogió, cuando no inundó con el poderío de su técnica y garganta, en el concierto de los Lunes Musicales de esta semana.
Acaba de llegar de Ucrania, sólo desea que “haya paz” en su tierra, y se reincorporó al trío ‘Música y Vida’, con dos amigos, también residentes en Madrid, con los que lleva mucho tiempo trabajando como el violinista georgiano Sergo Lazarev y el guitarrista ruso Alexey Marchenkov.
Juntos deleitaron a un público embelesado con un programa muy ameno, con arias y zarzuelas y un continuo diálogo entre violín y guitarra, arropando la emoción en alto voltaje de Tatiana o bien tocando piezas instrumentales demostrando delicadeza, brío y virtuosismo tanto en ritmos como solos y melodías.

Hay salas de conciertos o teatros en muchas localidades en las que no hay pianos, así que el trío ha llevado al violín y un instrumento tan de esta tierra como la guitarra española muchas composiciones como ‘Melodía’, de K. Gluck, o ‘Meditación del Thais’, de J. Massenet, adaptaciones que no existían, comentó Marchenkov, responsable de los arreglos.
‘Sonata Concertada’, de Paganini; ‘Ave María’, de Caccini; ‘O Mio Babbino caro’, de Puccini; y ‘Casta Diva’, de Bellini, se desgranaron en la vibrante primera parte del recital ante un lleno salón de conciertos del antiguo Casino, donde también se pudo disfrutar de ‘Cantable’, de Paganini; ‘Aquí está bien’, de Rachmaninov; y ‘El majo discreto’, de Granados.

De Padilla, sonaron ‘El sol dormido’ y la salerosa ‘La violetera’, que dieron paso a ‘Romanza andaluza’, de Sarasate; y la también de Padilla ‘Canción andaluza’, para culminar en un primer bis con ‘Cantares’ de Turina y regresar de nuevo con el ‘Ave María’ de Schubert.
“Intentamos juntar a la gente y disfrutar de la música”, señaló Marchenkov, residente en España desde hace veinte años y afectado, al igual que sus compañeros, por lo que está pasando en Ucrania. “Es una lástima lo está pasando allí”, expuso el guitarrista ruso de una formación que aquí deleitó con obras de belleza extrema y exquisita sensibilidad.