La tradicional cuesta de septiembre para las familias con niños escolarizados de la provincia obliga un año más a “apretarse el cinturón” en el inicio del curso, aunque la coordinación entre madres y padres para reciclar libros es cada vez más común y las familias son cada año más previsoras.
La secretaria de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Ciudad Real (Fapa), Toñi Portillo Rey, admite que este mes de septiembre supondrá “como todos los años” un “gran esfuerzo económico para las familias”, porque “las becas no son suficientes y los materiales y libros son caros”.
La representante de la organización provincial confiesa, un día antes de que comiencen las clases, que este año las familias gastarán “una media de 200 a 300 euros por hijo” para material y libros. Según aumentan los cursos, la cantidad va en ascenso. Con una hija que va a pasar a primero de Primaria en el Colegio Público Gonzalo de Berceo de Puertollano, Toñi Portillo señala que sus gastos han ascendido hasta los 190 euros.
En la misma línea, la presidenta de la federación de ampas de Valdepeñas, Inmaculada Mora, apunta que este año gastará 500 euros en los libros de sus dos hijos, que cursan segundo y cuarto de Primaria en el Colegio Virgen de la Cabeza, “una cantidad verdaderamente exagerada”.
La presentante de las ampas de la ciudad del vino confiesa que “el coste de los libros para niños de Primaria es realmente abusivo”, y reflexiona que “ni siquiera un estudiante universitario tiene que hacer semejante desembolso”. Para la también concejala, “el inicio del curso representa el gasto mayor que tienen que hacer a lo largo del año las familias, hasta mayor que el de Navidad”.
A esta cantidad inicial hay que añadir los gastos de comedor, transporte, calzado y ropa. La presidenta del ampa del Colegio Enrique Tierno Galván de Manzanares, Marisa Franco, que tiene dos niños que cursan cuarto y sexto de Primaria, estima que gastará alrededor de 250 euros en “camisetas, deportivas, ropa de deporte,… y todo ello sin comprar libros”.
Fapa celebra la recuperación de las ayudas, pero existen demasiados requisitos
Los lotes de libros subvencionados por la Junta de Comunidades supondrán un gran alivio para las familias que cumplen con los mínimos de renta, pero los padres lamentan que son muy restrictivos.
Inmaculada Mora destaca que “los requisitos para acceder a las ayudas son miserables”, de manera que, según comenta, “una familia con dos padres que trabajan con un sueldo decente, o incluso con un solo sueldo, lo tiene imposible”. La única solución: “organizarnos y reciclar para que nos pueda salir más barato”.
Ahora bien, Fapa celebra que, tras la desaparición de las ayudas en Castilla-La Mancha durante la época de los recortes, “ha habido un giro de 360 grados”. Para la Federación de Asociaciones de Madres y Padres, “las ayudas siempre serán pocas”, pero reconoce que “ahora hay más” y también “hay más inversiones en educación”.
Eso sí, Toñi Portillo Rey recalca que “debería haber un mayor seguimiento de las familias en los colegios”, pues en muchas ocasiones no trasciende las necesidades por las que llegan a pasar algunas.
Además, algunos centros, como el Colegio Tierno Galván de Manzanares, colaboran en la compra de libros para completar los lotes subvencionados, ya que las familias no se libran de gastar “unos 70 euros” en libros extra, una cantidad “simbólica” frente a los que tienen que hacer la compra completa.
Reciclaje de libros coordinado por las ampas
La tradicional práctica de reciclar libros entre padres de unos alumnos y otros ha vuelto, si en algún momento desapareció. Así, aunque Toñi Portillo Rey advierte que la idea del “banco de libros” al final no ha sido fácil de llevar a cabo en todos los centros, los padres de forma particular acuerdan vender los libros usados con el fin de conseguir un ahorro.
Las ampas son las encargadas de coordinar el intercambio de libros en Valdepeñas, donde incluso hay un banco de uniformes al que pueden acceder las familias en peor situación económica. Inmaculada Mora señala que “la mejor manera de ahorrar gastos es reciclar libros” y las familias llegan a conseguir un descuento del “50 por ciento”.
Las ampas de los diferentes centros educativos de Valdepeñas son las encargadas de poner en contacto a las personas que desean vender libros y las que desean comprar, y han tenido bastante éxito en los últimos años, en los que no ha habido cambios significativos de editoriales.
Además, las largas colas en las librerías en el mes de septiembre para adquirir los textos han pasado a la historia, pues desde Fapa indican que las familias cada vez son más previsoras, de manera que desde principio del verano inician la búsqueda de libros, para comparar precios, que pueden oscilar “15 o 20 euros arriba o abajo”. También distribuyen los gastos a lo largo de varios meses, una de las recomendaciones de la Junta ante el inicio del curso.
Los profesores son sensibles con la compra de material
La renovación de libros y editoriales es el principal hándicap con el que tienen que lidiar las familias y eso ocurre cada tres años aproximadamente, de acuerdo a las directrices marcadas por el claustro de profesores de cada centro. Fapa lo tiene claro: “lo importante es tener una educación de calidad, con unos libros actualizados”.
En cambio, a la hora de pedir material, las familias detectan una mayor “sensibilidad” con los gastos por parte del profesorado. Toñi Portillo señala que “muchos de los docentes también son padres y saben el gran gasto que supone el inicio del curso, por lo que son comedidos y luego durante el año piden otros materiales de manera escalonada”.
Asimismo, la presidenta del ampa del Colegio Tierno Galván de Manzanares incluso destaca que “los profesores de asignaturas como música o religión permiten reciclar el material de un año para otro”. Guardar los cuadernillos de pentagramas es el ejemplo más habitual, a pesar de que en general los chavales renuevan todo el material.
Las familias exigen la aplicación de nuevas metodologías digitales
En otro orden, el curso comienza marcado por la aplicación de la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa, Lomce, y lo hace, desde la perspectiva de Fapa Ciudad Real, “abocada al fracaso” y conscientes de que “más pronto que tarde habrá un cambio”. Esta ley no consiguió el apoyo de nadie, salvo del Partido Popular.
Toñi Portillo Rey subraya que la educación necesita de “una ley de consenso”, que tenga en cuenta a los sindicatos, a los profesores y a las familias, y que apueste por la calidad, “por mejores infraestructuras, recursos y la aplicación de nuevos métodos”.
La representante de Fapa por ejemplo pone de manifiesto la escasa aplicación de herramientas digitales en los colegios, pese a que inundan la actualidad. Portillo Rey indica que “la mayoría de las pizarras digitales que existen en los colegios están porque las ampas se las ingenian para comprarlas” y alude a que los ordenadores están anticuados.
Para Fapa, que espera que la convocatoria de subvenciones para asociaciones de madres y padres para el próximo curso salga en breve, contribuir a la aplicación de nuevas metodologías es fundamental, y valora de forma positiva que la Junta de Castilla-La Mancha estudie la distribución de tablets entre los alumnos.