El escultor y pintor Federico Silva Gutiérrez, autor del “Quijote Azteca”, ha fallecido, hoy 30 de noviembre, al poco de cumplir los 99 años de edad, tras una larga, intensa e incansable trayectoria creadora.
Hasta el final de sus días, el Maestro F. Silva, no ha perdido su permanente actitud crítica, la capacidad de innovación que le ha acompañado toda su vida, su rebeldía, su incesante actividad, su inagotable capacidad de trabajo no ha decrecido con la edad. Se podría decir que, su invariable deseo de aportar algo a la sociedad y el amor por su país, le han impulsado de modo tal, que nunca se le agotaran las fuerzas.
Cumplidos los 99 años seguía trabajando en su taller-estudio de la “Estrella” preparando su ya última exposición. En el lugar más emblemático del arte, en Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, era instalada su obra bajo el título “Federico Silva lucha y fraternidad. El triunfo de la rebeldía”. El título refleja su espíritu y su personalidad. La recopilación de su obra en este magnífico espacio cultural en el corazón de México supone un reconocimiento al más alto nivel.
El destino ha decidido, que el mismo día, 30 de noviembre en el que se inauguraría su exposición, el Maestro nos dejara. Había cumplido su misión creadora.
Poco antes, este pasado 8 de noviembre de 2022, el Congreso del Estado, había declarado como “Creador Emérito en el Arte Contemporáneo Nacional” al escultor F. Silva por su gran contribución al arte contemporáneo.
Su vida comienza ya casi hace un siglo, en la ciudad de México el 16 de septiembre de 1923. De manera autodidacta, se inicia muy joven en las artes plásticas y colabora con el muralista David Alfaro Siqueiros en algunas obras públicas.
Innovador en las técnicas y formas de expresión, ha sido pionero en los cambios en el arte de México. Su trabajo como investigador en la Coordinación de Humanidades de la Universidad de México (UNAM) a lo largo de más de 30 años, le ha llevado a profundizar teóricamente en el Arte y los Artistas, en la sociedad. Fruto de esta reflexión son los libros: “Federico Silva” (1977), “La Escultura y Otros Menesteres” (1985), “Viaje del Nahual de Tonacacíhuatl” (1989) y “México por Tacuba, Relatos Autobiográficos” (2000), entre otros.
Desde 1945 ha participado en gran número de exposiciones individuales y colectivas en México y en el extranjero.
Cuando la trayectoria de un artista es tan amplia como la del Maestro Federico Silva, resulta imposible acertar en la selección de las obras más destacadas de su producción artística. Solo en su taller-estudio la “Estrella” en Tlaxcala México, podemos contemplar a su alrededor decenas de esculturas agrupadas o aisladas, pero siempre en diálogo con la naturaleza. En el interior del estudio, nuevos bocetos y maquetas, de otras tantas esculturas en proyecto. En San Luis de Potosí (México) se ha rehabilitado un magnífico edificio para transformarlo en el Museo de Federico Silva y poder albergar parte de su obra. En él se pueden contemplar más de 50 obras escultóricas. Pero es la escultura pública monumental la faceta más destacada de sus realizaciones. Más de treinta obras se pueden contemplar en plazas y espacios públicos de diversas ciudades mexicanas. También en el extranjero su obra ha sido muy apreciada. Además de las dos esculturas de Ciudad Real (España), tiene obra en San Francisco (Estados Unidos), Varsovia (Polonia), La Habana (Cuba), Kingston (Jamaica), Washington (Estados Unidos), Estocolmo (Suecia), Parthernay (Francia) y la monumental escultura de Quetzalcóatl de 16 toneladas instalada en el parque Yoyogi en Tokio (Japón).
También sería conveniente recordar su aportación a la pintura, sus comienzos como muralista, su labor como investigador, como profesor, como escritor, las distinciones recibidas; pero su desarrollo sería excesivamente extenso. Sólo quiero destacar una obra pictórica por su mérito y singularidad, la pintura mural “Huites” en Sinaloa, México, con una superficie de 5.000 m2 realizada a lo largo de un túnel de 225 m escavado en la roca.
Su vinculación a España arranca con su propio nacimiento pues su padre era español nacido un pueblo de la provincia de León.
Su cercanía a Ciudad Real se remonta a hace justo 25 años con motivo de la instalación de la escultura del Quijote Azteca. En aquella ocasión su escultura del Quijote, era adquirida por el ilustre cervantista D. Eulalio Ferrer y donada a Ciudad Real en gratitud por su nombramiento de “Caballero Andante” 1997. También en relación con el Quijote y con D. Eulalio Ferrer es oportuno señalar que, en la ciudad de Guanajuato (México) está el primer Museo del Quijote, fundado por dicho Cervantista y entre cuyas obras se puede contemplar otra escultura dedicada al Quijote, obra del Maestro F. Silva.
Su afecto por Ciudad Real ha perdurado y crecido desde entonces. En varios de sus libros publicados, en estos últimos 25 años, incluye el Quijote Azteca entre sus obras más destacadas y entre sus emociones más intensamente vividas, la de aquellos días de octubre del 97 en los cuales quedaba integrada una escultura suya en el corazón de la Mancha.
Estas experiencias le han impulsado a regresar a España en varias ocasiones desde entonces, y en todas ellas ha buscado el momento de regresar a su rotonda y a visitar a los amigos que desde aquel momento conserva. En una de sus visitas, febrero de 2007, quiso él también dejar una muestra directa de su gratitud hacia C. Real donando un nuevo proyecto de escultura monumental para la ciudad; el nombre que le asignó fue “RAYO” y el 6 de noviembre de ese mismo año, fue inaugurada en la plaza situada junto al nuevo conservatorio.
También Ciudad Real le ha dado muestras de gratitud, dedicando el espacio donde se ubica la escultura, al reconocimiento del Escultor, con la designación de la plaza con el nombre de “Escultor Federico Silva”.
Algo más ocultas y de pequeño formato hay otras dos esculturas suyas, que se encuentran en los sótanos del antiguo Casino de Ciudad Real. Una de ellas es “ALAS CON MÚSICA” y otra la es una réplica de “RAYO”. Ambas fueron instaladas tras la rehabilitación de los sótanos del Casino y formaron parte de la exposición escultórica inaugural de dichos espacios realizada en marzo de 2011.
En 2008 fue designado “Caballero Andante” por la Asociación Cervantina Quijote 2000”. Por tal motivo vino a España, con su esposa M.ª Esther, para participar en la ceremonia de los nombramientos. En el momento de la presentación del escultor y tras hacer un recorrido por su trayectoria profesional y de sus obras, el presentador, tras una pausa y con no poco énfasis decía: “este es el Quijote, …el verdadero Quijote Azteca” y Federico permanecía serio y solemne con su armadura de caballero y su lanza, hasta que rompió a reír, y junto con él todo el público asistente.
Ese mismo año, cumplía una aspiración que sus cortas estancias nunca le habían permitido, obtener el DNI como español. Fue en la Comisaría de Ciudad Real donde le fue expedido el carnet de identidad con su doble nacionalidad.
Siempre acompañado por su esposa M.ª Esther González Tovar, ayudándole y apoyándole en todo momento, se ha cumplido el “Triunfo de la rebeldía” del Maestro Federico Silva. Ahora nos queda trasladar nuestro apoyo y afecto desde Ciudad Real para M.ª Esther, sus hijos y todos sus familiares.
