El catedrático emérito de Geografía Humana de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Félix Pillet, recuerda que cuando explicaba a sus alumnos los histogramas de población, la conocida como pirámide poblacional, les contaba cómo influenciaba en las mismas epidemias, como las del cólera del siglo XIX o la gripe española de 1918, la Guerra Civil el “baby boom”, pero, ahora, al incorporar el dato nuevo de la crisis del coronavirus y su influencia en pérdida de población, sobre todo gente mayor de 50 años, “nos estamos quedando ya con histogramas que más que una pirámide parecen una columna”.´
La parte baja, explica, al no haber incremento de la natalidad, con la población envejecida y sin una inmigración suficiente, sumando el golpe del coronavirus, que afecta sobre todo a la población de más edad, se ha ensanchado, mientras que la punta de la pirámide está desapareciendo.
En cuanto a la distribución de la pandemia, otro de los aspectos que se explican en la asignatura de Geografía Humana, Pillet señala que, en la provincia de Ciudad Real, en su expansión, hay un eje central y una periferia.
Ciudad Real, junto a otras provincias como Cuenca, Segovia, Madrid, forma parte de ese epicentro de la propagación si se relación a la población con la mortalidad que ha provocado el virus en relación con el número de habitantes.
Algunos prefieren, dice, relacionar las muertes con el número de casos, la llamada letalidad, pero Pillet entiende que es más ajustado relacionar el número de fallecidos con la población total.
Con esta correlación última, explica, es donde sale que “Ciudad Real haya estado metida en ese epicentro de la pandemia, posiblemente por varios factores”.
Entre ello, explica, la cepa que hay incidió aquí más directa de las personas que estuvieron en un funeral en Haro, La Rioja, y llegaron a Tomelloso, además de valorar también la influencia de las residencias de mayores.
Frente a zonas que forman parte del epicentro, añade, hay otros lugares de España donde ha repercutido la humedad y la temperatura que ha hecho que la incidencia sea menor, como algunas islas o provincias como Huelva, Málaga, Cádiz, Almería o Murcia, “los que han tenido una mejor calidad climática”, resume.
Gente optimista
Ante esa situación, el catedrático asegura que hay “gente optimista” que piensa que esto se termina para mayo, cuando llegue el calor, pero matiza que “hasta que llegue el calor, que será en julio o agosto, habrán pasado varios meses y más de un 43 por ciento de sanitarios ya se han contagiado”.
Sin contar, dice, muchos datos que faltan de Cataluña, Galicia, que “como están en preelecciones, no dan los resultados”.
Tenemos un problema y “podemos ir saliendo –agrega-, viendo que la economía vaya moviéndose un poco, pero la pandemia está ahí y hasta el verano falta tiempo posiblemente retorne en otoño e invierno hasta que no haya una vacuna”.
Estamos en la “desescalada”, explica, pero “estamos en un riesgo importante y es preocupante el alto porcentaje de sanitarios contagiados”.
Influencia en Ciudad Real
En el caso de Ciudad Real, cuenta, donde se han alcanzado ya los 1.000 muertos, frente a Toledo y Guadalajara, que están más cerca de Madrid, y donde los datos son menores, dice que habría que preguntarse qué ha podido ocurrir para alcanzarse esas cifras.
Señala que se sabe que el mayor contagio se ha producido en la comarca de La Mancha, por el caso de Tomelloso, “por la cepa que vino de Haro, que debió ser agresiva y que se multiplicó”.
Pero, en todo caso, “lo que habrá que averiguar cuál es la causa real”. Lo tendrán que decir desde la medicina, indica Pillet, pero a su juicio, “la cusa no está clara”.
Binomio economía-salud
En todo caso, con respecto al binomio economía-salud, Pillet considera que, en estos momentos, “lo más importante es la salud”, porque “lógicamente, hay que ir dinamizando la economía, pero si no resolvemos el problema de la salud no se habrá hecho nada”.
Sobre cómo pueden afectar estos datos a una sociedad como la de Ciudad Real, rural, muy dispersa, asegura que hay algunos que dicen que en las grandes aglomeraciones es donde se han dado las mayores tasas de la pandemia.
Ante ello, añade, también se dice que algunos se pueden estar planteando la vuelta, porque en el mundo rural ha afectado menos.
Sobre los cambios en la sociedad después de la pandemia, Pillet se pregunta qué va a pasar, si la gente realmente va a cambiar su mentalidad.
En su opinión, algunas pueden cambiar, se podría producir una despoblación inversa, con la gente yendo a las zonas rurales, donde hay necesidad de mano de obra en agricultura y ganadería. En este sentido, reflexiona, “a lo mejor el mundo rural está ofreciendo un contrapunto a ese proceso de urbanización que se empezó a producir en los años 60, pero para eso sería preciso modernizar la vida rural para que se pueda ver eso como solución”, resume.
Universidad, enseñanza
En lo que respecta a la Universidad, a la enseñanza en general, la crisis está haciendo que se busquen nuevas soluciones a través de Internet, vía sistemas informáticos, “lo que pasa es que creo que es una solución coyuntural”.
“Si los alumnos, a veces, se distraen en clase con el móvil, en casa todo el día, allí, solo, trabajando, no quiero frivolizar con esto, pero pienso que sería complicado”, asegura.
Reconoce que las soluciones que se están buscando son las que son porque todo “ha sido de forma inmediata, nadie, ni los políticos, ni los universitarios, nadie estábamos preparados para este acontecimiento”.
Como parece que “esto va a continuar –añade- lo que sí tenemos que hacer es ir perfeccionando nuestra forma de actuación dentro de la primera pandemia global que nos está acosando”.
A su juicio, en esta situación, “Occidente está actuando muy por libre”, y se habla de China, de Corea del Sur y de cómo están dando respuestas al problema. Explica que China y Corea del sur están basados en un sistema filosófico, moral, que es el confucionismo, “esto de obedecer a lo que se les dice, tienen otra forma de responder y, a lo mejor, esto les ha funcionado para resolverlo antes”.
Ordenación territorial
En cuanto a las relaciones sociales, la economía en zonas como Ciudad Real, con un importante sector servicios, donde el contacto humano es fundamental, Pillet considera que esto hay que relacionarlo con la ordenación territorial.
A su entender, en Castilla-La Mancha se ha organizado el territorio a base de sumar provincias, “pero ordenación territorial no ha existido”.
Lo importante, en esta sociedad globalizada y dentro de la estrategia territorial europea desde 1999, lo que se proponía es “dar funcionalidad a los grandes núcleos urbanos”.
De forma que eso grandes núcleos urbanos, en Ciudad Real la capital, Puertollano, Alcázar, Tomelloso, Valdepeñas o Manzanares, no solo piensen en su municipio, sino también en su área funcional que se organiza a su alrededor.
En España, cuenta, cuando se pide, por ejemplo, que funcionen las áreas sanitarias, lo que hay “entre los pueblos y la provincia es un desierto, no se ha intentado ordenar los territorios para que sean los grandes núcleos urbanos los que organicen el territorio que les circundan”.
Relaciones humanas
Con respecto a un cambio en las relaciones humanas por la crisis del coronavirus, Pillet considera que tenemos unas relaciones humanas “muy cainitas”. El mundo, en general, justifica, está ante un virus que nos amenaza y, ante ello, lo que se debería de aprender es a resolver las cosas “conjuntamente·.
“Dar las soluciones todos conjuntamente y salir del problema vislumbrando todos cuáles deben de ser las salidas políticas, socio-económicas, ir resolviendo cada caso”-
“La gente –resume- lo que quieren es ver políticos que les resuelvan los problemas, que den soluciones”.