Un sujetador puede servir de mascarilla en caso de emergencia, con una pequeña pila de 12 voltios y lana de acero se consigue fácilmente fuego, el hilo dental corta con precisión un bizcocho en porciones y por la mitad para rellenarlo y una bolsa transparente de cierre hermético para congelados permite ver una película con el móvil bajo la ducha. Estas propuestas y muchas más fueron explicadas, con las leyes de la Física que las hacen posible, de forma amena por Javier Fernández Panadero en la librería 2Pájaros, donde presentó este sábado su último libro ‘Como Einstein por su casa’.
En un taller tan divertido como sorprendente desarrollado en la calle Prado frente a 2Pájaros, el físico y divulgador científico mostró experimentos realizables en casa con útiles y objetos que se encuentran en el día a día. Estos trucos caseros que “o bien te sacan de un apuro” o bien proporcionan soluciones ante una necesidad cotidiana sirven, al mismo tiempo, para comprender por parte de público de todas las edades “la ciencia que hay detrás de una manera sencilla y divertida”, comentó el profesor madrileño.
Autor de una serie de siete libros de divulgación científica que comenzó en 2003 con ‘¿Por qué el cielo es azul?’, su última entrega está especialmente ideada para que “la gente que nunca le ha gustado la ciencia vea que es divertida, útil y aplicable”, comentó Fernández Panadero, que aseguró que para llevar a buen puerto estos consejos no hay que ser muy listo, fundamentalmente porque dijo que él no lo es, lo que, a su vez, cree que le hace mejor profesor y divulgador científico ya que busca que para comprender la ciencia a través de sus trucos no se necesite ninguna habilidad extra “ni sustancias raras” difíciles de conseguir. Todo lo que llevó a cabo en el taller explicativo “se puede replicar en casa perfectamente”, subrayó Fernández Panadero, quien, entre otros ejemplos, mostró cómo unas ceras de dibujar pueden servir de improvisadas velas, cómo unas pilas más pequeñas de las indicadas pueden emplearse para que funcione por ejemplo un mando a distancia incorporando papel de aluminio para rellenar el hueco sobrante o cómo un preservativo sin lubricante puede utilizarse a modo de cantimplora para almacenar agua en situaciones de supervivencia.
En “píldoras muy chiquitas”, en pequeños textos, accesibles a lectores de cualquier edad explica trucos ‘de la abuela’ y modernos en obras que inician y animan a profundizar en el conocimiento de la ciencia disfrutando con propuestas útiles en la vida cotidiana. La física se basa en las matemáticas a niveles habitualmente superiores a las cuatro reglas y porcentajes que se suelen utilizar, pero hay una zona accesible para comprenderla sin saber necesariamente muchas matemáticas, al igual que ocurre con la música que puedes defenderte con un instrumento sin saber solfeo. De la misma manera que si comienzas a aprender a bailar no te enseñan al nivel de un bailarín del Ballet Bolshoi, el objetivo no es comprender la ciencia como un doctor en Física, sino entenderla al menos en parte y que ese conocimiento sea útil en el día a día, comentó el autor madrileño, que firmó ejemplares de ‘Como Einstein por su casa’ a lectores de todas las edades.
