Con una corona de flores de colores verde, amarillo, rojo, azul y blanco, portada por dos mujeres ataviadas al estilo de la época que depositaron en el obelisco militar de la plaza de España en Ciudad Real, representantes de la asociación “Regimiento Provincial de Milicias de Ciudad Real” homenajearon a las mujeres que murieron en los primeros compases de la invasión de Ciudad Real por las tropas napoleónicas, un 27 de marzo de 1809, y al papel que desempeñaron tras la invasión al ser la verdaderas protagonistas de la resistencia ante el invasor.

El reconocimiento de este domingo se extiende, también, a los militares de ayer y de hoy, pero la finalidad es llamar la atención de Ciudad Real sobre “nuestra historia”, según el presidente de la asociación, Antonio José Martín de Consuegra, quien recuerda que la actual sede del Rectorado, desde cuya puerta principal partió el homenaje, era el Hospital Provincial de Ciudad Real que los franceses convirtieron en cuartel.
Faltan muchas cosas por homenajear
“Rendimos homenaje a las mujeres de Ciudad Real que no salen en ningún sitio y hubo mujeres en la resistencia, en lo que se llama la guerrilla, asegura Martín de Consuegra a este digital, destacando que el reconocimiento era extensivo, además, a los militares de hoy y de ayer en un acto cívico militar e inclusivo, porque creemos que se han dejado muchas cosas por homenajear”.
Según dijo, el objetivo del acto era llegar a la población de Ciudad Real “que nos vea y sepa lo que pasó”, algo que “no se refleja en ningún libro de historia, ni de Ciudad Real, ni de Castilla-La Mancha, ni de España”, salvo en la Historia Militar donde se recogen la Batalla de Ciudad Real como una gran derrota militar. “El ejército supo retirarse a tiempo y llegar a Valdepeñas casi el 80%, aunque dejaron desprotegida a la población que habían jurado defender”, sostiene.
Martín de Consuegra señala que fue importante el número de desertores del regimiento de Ciudad Real que se hicieron guerrilleros y dirigían la guerrilla por la noche, pero “aquí la resistencia la hicieron las mujeres”.

Entrada a caballo por la calle Toledo
Martín de Consuegra, ataviado con uniforme de granadero, recordó que las tropas de Napoleón entraron, tal que mañana lunes, en Ciudad Real a caballo y por la calle de Toledo. “No sabemos si los fallecidos fueron por bala o por sable, pero el registro de muertes de esa tarde que hay en la parroquia de Santiago recoge la muerte de 4 personas (“muertos por los franceses”, dice) y fueron dos mujeres y dos hombres”.
De ellos se sabe que eran los panaderos de Ciudad Real –continúa- que salían de trabajar en la tahona que había en la calle Toledo, pero de las mujeres que murieron no se recoge ningún sitio. «Me parece una injusticia que no se diga que murieron también mujeres. Ellas merecen su rayo de luz”
Los datos que aporta el presidente de la asociación señalan que un 26 de marzo, el ejército español se enfrentaba al francés en el puente de Nolaya y el Molino del Emperador, situados a 6 kilómetros de Ciudad Real, un enfrentamiento que duró 16 horas al cabo de las cuales la superioridad numérica y la mejor preparación del ejército francés se impusieron y la invasión se hizo efectiva.

“El ejército español “bastante hizo” con perder solo 2.000 hombres frente a 20.000 del enemigo”, dijo, aunque recordó que los hombres que lucharon e intentaron frenar el avance francés eran quintos, voluntarios, cuarentones, reservistas … , es decir, no consiguieron frenar a las tropas napoleónicas y entraron en Ciudad Real, cuyas órdenes, desde 1808, eran que los civiles no les arroyaran como ocurrió en Madrid. Según dijo, tenían orden de que ningún civil español podía aparecer en su presencia sin que fuera llamado «y mataron a 6 personas el día que entraron en la capital porque no cumplían esta orden».
Vamos a tomar Ciudad Real
Tras depositar la corona de flores en el obelisco de la plaza de España, que presenta una imagen de deterioro importante en una de sus esquinas, los miembros de la asociación “Regimiento Provincial de Milicias de Ciudad Real” iniciaron el recorrido hacia la Puerta de Toledo al grito de “Ahora vamos a tomar Ciudad Real”.