El fiscal general del Estado Álvaro García Ortiz ha contrapuesto en Ciudad Real el “ruido” político y mediático actual en la Audiencia Nacional ejerciendo de fiscal, con los años “durísimos” del terrorismo, que fiscales como Miguel Ángel Carballo vivieron en primera persona.
“Hay que reconocer la aportación de Carballo a un servicio tan complejo como ha sido en este país ser fiscal de la Audiencia Nacional. Ahora son tiempos más benévolos, la memoria nos traiciona, parece que vivimos momentos de absoluta crispación, insoportables, pero no, la situación insoportable fueron los años duros del terrorismo donde había compañeros y compañeras muertos por ejercer la carrera fiscal”.
En la toma de posesión como fiscal jefe de Ciudad Real del fiscal que ha estado meses en el disparadero mediático y político por su postura en el caso ‘Tsunami’ (no ve terrorismo en la actuación de Carles Puigdemont), García Ortiz ha reconocido que “puede haber polarización, y tenemos muchos problemas sobre identidad y territoriales, pero no podemos olvidar la violencia desatada de aquellos años”.
Elogia la «lealtad» de Carballo en momentos de transición en la Audiencia
De Carballo, que tuvo que llevar doce años escolta, al ser el fiscal especializado en terrorismo en la Audiencia Nacional, ha reconocido que a partir de su etapa como teniente fiscal (2017-2022) asumió la tarea “en momentos difíciles de transición y de cambio con una absoluta lealtad institucional y pegado siempre a la ley. Los fiscales no sabemos transitar por otro camino”.
A los que les ha sorprendido que Carballo deje la Audiencia Nacional por una fiscalía provincial, les ha dicho que su decisión es “un ejemplo a seguir del movimiento circular que debe ser el servicio público de justicia. Los compañeros aprenderán mucho de este bagaje profesional”.