El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que se siente “muy escandalizado” en lo personal por la sentencia del juicio de La Manada, por la que se ha condenado a los cinco acusados a penas de 9 años de prisión por abuso sexual a la joven durante las fiestas de San Fermín del 2016.
Durante su intervención, en la visita que ha realizado este viernes al Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina (Toledo), García-Page ha señalado que le hubiese gustado que esa sentencia hubiese estado acorde con lo que “toda España piensa” pues el debate sobre la violencia machista, “es de las pocas cosas que ha conseguido unir a todos los españoles en la última década”.
A este respecto, ha mostrado su satisfacción al haber visto la plaza Sant Jaume de Barcelona “llena por primera vez de solidaridad y no del egoísmo que practican los independentistas”.
“Me llenó de doble emoción la defensa de unos valores que parten de la igualdad y de la solidaridad”, ha subrayado. Y, por ello, ha recordado que la lucha contra la violencia machista nació en Castilla-La Mancha, al haber sido la primera comunidad autónoma en legislar al respecto, a pesar de tener que luchar contra una “enorme incomprensión” en ese momento.
Unos días para la aprobación de la ley contra la violencia machista
En este sentido, ha reiterado que Castilla-La Mancha “ha ganado muchas batallas de intolerancia social”, por lo que el lunes, día 30 de abril, el Consejo de Gobierno va a aprobar la ley “más avanzada y exigente en la lucha contra la violencia machista de toda España”. “Fuimos los primeros entonces y queremos seguir siendo los más avanzados ahora”, ha recalcado.
Sobre esta ley, el presidente ha avanzado que “extenderá un radio de acción importante de incremento de ayudas paras los hijos, los huérfanos y paras la mujeres víctimas del maltrato”, y lo hará, ha añadido, “poniendo más recursos y con la coordinación con todas las administraciones públicas”.