El investigador de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) Christian Gortázar considera que en la provincia de Ciudad Real, y en el conjunto de Castilla-La Mancha, la situación por la Covid-19 “va muchísimo mejor”, sobre todo “si se compara con la que había en abril o principios de mayo”.
Desde su punto de vista, aparte del número de pruebas PCR que se realizan, otro dato a tener en cuenta para medir la incidencia de la Covid-19 “es el número de personas hospitalizadas, porque es un dato fiable que se puede comparar en el tiempo”. A su juicio “si a ello le sumamos el número de personas ingresadas en UCI, el indicador es aún más fiable”
Por todo ello, indica que mientras no suba ostensiblemente el número de hospitalizados o de positivos por coronavirus ingresados en UCI “hay que mantener cierta tranquilidad y no llamar al alarmismo”, aunque “actuando siempre con cuidado, con sensatez y respetando las medidas sanitarias y de seguridad establecidas”.
Para Gortázar, en la actualidad “también han cambiado las pautas de tratamiento, tanto a nivel de Atención Primaria como en los hospitales”, al haber “evolucionado a mejor” puesto que “el sector médico ha aprendido a manejarse con este problema, y ya se van conociendo qué antiinflamatorios funcionan y en qué circunstancias, además de cómo actúan frente a un tipo de paciente u otro, por lo que se puede decir que, las actuaciones son mucho más tempranas y eficaces”. Por tanto, “siendo realistas, podemos decir que estamos en una situación muchísimo mejor que la que teníamos en marzo”.
Respecto a la aparición de los nuevos brotes de coronavirus que están apareciendo en Lleida, y que anteriormente han surgido en Alemania o en algunas zonas de Aragón, Gortázar señala que “existen situaciones especiales en las que hay una mayor interacción entre la gente, lo que se puede denominar como una interacción más cercana, y de mayor riesgo. Si a ello se le añade que se producen en un ambiente bueno para el virus, como puede ser en un sitio cerrado, con refrigeración, humedad o con circunstancias que facilitan, no tanto la transmisión en sí, sino una mayor duración de las partículas en el aire, como por ejemplo sucede en mataderos de animales o en salas donde se procesa fruta, el riesgo de contagio es mayor”.
A pesar de ello considera que “no hay que alarmarse”, pues “estoy convencido de que, si se buscase con más intensidad y si se hiciesen muchísimas más pruebas PCR, se encontrarían positivos en muchísimos sitios”. Para el investigador, todo ello “refleja que el virus todavía sigue circulando”, por lo que llama a la cautela y a la responsabilidad de todos los ciudadanos.