Hablar de aceite de oliva en la provincia de Ciudad Real sugiere de inmediato el nombre del Grupo Montes Norte, una cooperativa de segundo grado constituida para mejorar la gestión empresarial de producción, transformación y comercialización de las cooperativas socias que se ha consolidado en el mercado desde Malagón, haciendo bandera de sólo de su trabajo cooperativo, reuniendo a los agricultores de la zona, sino también de su estilo de vida.
María Amores, responsable de Marketing y Comunicación en Grupo Montes Norte, señala que “más allá de la marca, comprar productos de Montes Norte es elegir sostenibilidad y territorio”.
Amores pone en valor el proceso de producción de cada uno de ellos. “Nuestros productos son elaborados siguiendo un modelo de producción sostenible según los principios de la economía circular. De esta manera, alargamos la vida de los frutos y revalorizamos el trabajo que nuestros agricultores llevan haciendo desde 1915”.
Hablar del éxito empresarial del Grupo Montes Norte supone innegociablemente hacerlo del proceso integracional. “Desde nuestro punto de vista, la dimensión es el factor clave para alcanzar el éxito, siguiendo un modelo de gestión con alta organización interna”.
Desde que Montes Norte inició su proyecto empresarial apostaron por el diseño de un un plan estratégico que se basaba en “alcanzar dimensión suficiente, tanto directa como indirectamente, para equilibrar la cadena de valor y mejorar todas las fases, ya que debido a nuestra estructura, participamos en todos los eslabones de dicha cadena: producción, transformación, comercialización y hasta el reaprovechamiento de subproductos”.
Para llegar a esa dimensión, apunta Amores, “ha sido necesario utilizar mecanismos de integración y llevar acabo acuerdos intercooperativos con todas aquellas empresas que nos ayudasen a conseguir un mejor posicionamiento y defensa de nuestros productos en el mercado”.
Gracias a este modelo de integraciones, Montes Norte ha creado un modelo de gestión eficiente, que les permite aprovechar las sinergias que se producen en esta economía de escala, unificando esfuerzos, optimización de recursos económicos, humanos y técnicos, con una gestión común de negocios.
No cabe duda de que el sector cooperativo empieza en el campo, en los pueblos, de ahí que Montes Norte decidiese asentarse en uno de ellos. “Creemos en las posibilidades de nuestros pueblos y trabajamos para promoverlos y mantenerlos con vida”.
Con esta idea nació el Grupo en 1915 y desde entonces han estado en funcionamiento, de forma ininterrumpida, incluso en épocas de guerra y hambrunas. “Nuestro compromiso con las pequeñas localidades llega más allá. Gracias al modelo de integración que estamos llevando a cabo, los agricultores siguen manteniendo sus centros para evitar trasladar su producto a núcleos urbanos mayores”.
En esa incesante labor de consolidación en el medio rural, Montes Norte sigue invirtiendo para dar vida a nuevos proyectos empresariales. “Estamos montando nuevas instalaciones en pueblos más remotos que aseguran a los socios un lugar cercano para entregar sus aceitunas o uvas”.
En todos los casos, describe la responsable de marketing de la compañía, “los proyectos que se desarrollan en cada una de las cooperativas se estudian previamente, según las necesidades específicas que nos plantean en cada localidad sus propios socios, creando nuevas secciones si así lo demandan siempre buscando que la nueva integración repercuta positivamente en ellos”.
Estas acciones garantizarán que la política del Grupo se desarrolle siempre bajo los principios del verdadero cooperativismo, consiguiendo así el objetivo principal de obtener el mayor valor añadido para los productos que entregan los agricultores.
Olivia, un centro de interpretación del origen productivo
Con poco más de un año de vida, Olivia, el centro de interpretación que el Grupo Montes Norte tiene en Malagón permite conocer el campo desde sus entrañas. “Es un centro con personalidad propia y vivo como el campo que lo rodea”.
En la primera fase del proyecto se puso en marcha una zona interior rodeada de olivares centenarios, que ha sido marco ya de innumerables charlas, catas y actividades divulgativas con centros escolares y visitantes.
La segunda fase del proyecto se marcó como reto lanzar el “Aula de la Naturaleza”, que engloba la parte situada al aire libre del centro y donde se podrá disfrutar de un área de I+D con zona de experimentación de variedades autóctonas y estudio de sus evoluciones genéticas; un parque de los aromas de la naturaleza, donde dan a conocer plantas comestibles y su poder medicinal; y una zona recreativa para la realización de talleres y juegos en la naturaleza.
“Con Olivia queremos hacer llegar a todos el apasionante mundo que rodea a las cooperativas agroalimentarias”, celebra Amores, que resalta que “Olivia nos enseña que aún hay mucho por aprender. El ser humano está recibiendo constantemente multitud de estímulos externos y se olvida de su propia esencia, algo que se intenta trasladar en este Centro, donde conectamos con la naturaleza, con el inicio de la agricultura, de las cooperativas, donde el visitante conoce qué hay detrás de cada botella de aceite y de vino, apoyándonos en actividades que nos ayudan a mostrarlo tanto a los centros educativos que nos están visitando y a los que se les ofrecen varias alternativas, como para grupos privados que también pueden vivir la experiencia”.
Desde hace un tiempo, en algunas páginas y en espacios especializados, se habla de oleoturismo, una nueva forma de descubrir lugares que Centros como Olivia ayudan a impulsar. En este sentido, apunta la responsable de comunicación del Grupo Montes Norte, “es un turismo que debería estar de moda, porque es un turismo de verdad, donde conocer nuestras raíces adaptándonos por supuesto a los nuevos tiempos. En Grupo Montes Norte estamos en una de las fases de ampliación del Centro para mostrar en escasos meses innovación y tradición”.
El público objetivo de este oleoturismo es de lo más variado. Montes Norte, por ejemplo, inicia su nicho de mercado en escolares de 3 a 16 años y salta en el tiempo hasta llegar a etapas formativas superiores, pasando por colectivos, asociaciones y personas anónimas que buscan alternativas para aprender y disfrutar de lo cercano.
“Desde que iniciamos este proyecto, venimos proponiendo diferentes actividades en las que se puede participar de forma individual o con un grupo, siempre teniendo el mundo del aceite de oliva y los vinos como protagonistas”.
A corto-medio plazo, los objetivos del Grupo Montes Norte pasa por afianzar el plan estratégico iniciado hace años, “con el objetivo de la mejorar la renta de nuestros socios que empieza desde el campo, fomentando las empresas de servicio y el incluir maquinaria en común en la fase de la transformación centralizado, esa fase a través de centros de recepción”.
En la parte comercial, el reto es “abordar nuestro entorno y el comercio exterior directa o indirectamente a través de otras integraciones de ámbito nacional”. Además, añade Amores, “seguimos avanzando en materia de sostenibilidad, de aprovechamiento de subproducto, con nuevos proyectos relacionados con el uso de las aguas resultantes de nuestros procesos productivos, obtención de biometano a partir del orujo graso húmedo de nuestras almazaras, entre otros”.
Montes Norte, productos con nombres y apellidos
En una empresa donde los resultados vienen tan ligados a factores externos no controlables como la climatología es necesario aplicar una visión a medio y largo plazo. Obviamente, siempre existe atención a lo que ocurre, pero esto no es un fenómeno nuevo. “Las diferencias de cosecha de unos años a otros es algo histórico, es algo que ha ocurrido siempre y en nuestro caso, los asociados del Grupo Montes Norte siempre han tenido mayor valor añadido, obteniendo durante todos estos años un precio superior a la media”.
La riqueza natural de Castilla-La Mancha tiene que ver en esa capacidad para destacar en un mercado cada vez más competitivo y especializado; sin embargo, ha costado mucho tiempo dejar los complejos de lado para valorar en su justa medida lo que aquí se produce. “Desde nuestro punto de vista, la sociedad castellano manchega ha mirado mucho hacia fuera, percibiendo tanto los productos como los servicios de otras regiones, mejores que las suyas propias y las escasas campañas de comunicación no ayudaban a cambiar esa opinión”.
Amores destaca que “el trabajo que se hace aquí tiene una indudable calidad y cada vez nos profesionalizamos más. A la vista está que los productos de la Mancha viajan por el mundo entero. Parece que se está aprendiendo a valorar gracias a la comunicación que se está llevando a cabo y a que la población tiene cada vez mayor acceso a información sobre los productos”.
Esa seña de identidad, que habla de calidad, Grupo Montes Norte “la tiene clara. Lo importante que es ser transparentes y contar lo que somos, porque detrás de cada uno de nuestros productos, hay una historia de verdad, están nuestras más de 7.500 familias y trabajadores esforzándose por ofrecer sabores auténticos y saludables, motivados por seguir dando vida a los pueblos”, o lo que es lo mismo, asegurando un futuro que no siempre tendría que hablar de hormigón y oficinas.
