Raúl Pérez, guardia civil de la Agrupación de Tráfico de Ciudad Real, está de vuelta de participar como voluntario en uno de los contingentes de agentes y vehículos enviados por la comandancia de Ciudad Real a Valencia para apoyar a los pueblos afectados por la dana.
Pérez, que regresó la semana pasada tras quince días de trabajo en apoyo al destacamento A de Tráfico de Valencia, viene algo desalentado. “Lo que se ve en todos los pueblos es peor que si hubieran sufrido un bombardeo”, asegura, “sigue habiendo mucho barro, se necesita mucha ayuda para limpiar”, añade.
Su trabajo sobre el terreno, como parte de un grupo de doce guardias de Tráfico desplazados en comisión de servicio a Valencia (de seis en seis) empezó quince días después de las graves inundaciones por la dana. “Nuestro cometido era despejar las carreteras y los accesos a las zonas clave, para que los servicios de urgencia salieran rápido. Las carreteras se siguen saturando por la cantidad de voluntarios que quieren acceder a las zonas más castigadas a limpiar o llevar alimentos y enseres”, cuenta.
Massanassa: su último día coincidió con el accidente mortal del derrumbe
Su impresión nada más llegar a Massanassa fue demoledora, se lo imaginaba castigado, pero no tanto como ha comprobado sobre el terreno. Además su último día en la zona coincidió con el trágico accidente en el murió un trabajador de Tragsa al hundirse un porche de un colegio de esa localidad, “me pilló en un servicio a trescientos metros”.
“Sigue quedando mucho por hacer, las calles de Massanassa o Catarroja están limpias, pero los comercios y las viviendas siguen igual, llenos de barro; es descorazonador, y a nosotros no se ha permitido limpiar, hemos ido para labores de tráfico”, dice.
Otros guardias de la Usecic de Ciudad Real
De la comandancia de Ciudad Real han participado también guardias voluntarios de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) que han hecho trabajos de vigilancia para evitar robos y saqueos y ayudando a limpiar. Y del 5 al 20 de diciembre irá otro grupo en comisión de servicio de Tráfico
“Es verdad que toda ayuda es poca, pero lo mejor es desplazarse a pie desde zonas cercanas. Si todos intentamos ir con nuestro vehículo particular se saturan las vías de comunicación. Y falta maquinaria pesada”, afirma.
De lo que más le ha impactado sobre el terreno destaca la presencia de los voluntarios y de las ONG como la del cocinero José Andrés, “es impresionante lo que ha hecho ese hombre montando puestos de comida en el puesto de mando avanzado, sirve por lo menos dos mil raciones de comida caliente al día que se agradece. Hay gente lleva comiendo bocadillos desde el día de la dana, yo mismo me encontré a una persona que llevaba sin comer caliente semanas”.
El puesto de la Guardia Civil de Paiporta
Raúl Pérez, que también es delegado en Ciudad Real de la asociación Jucil de la Guardia Civil, visitó con otros compañeros de su asociación en el cuartel de Paiporta, en el murió un guardia arrastrado por la riada y otro se salvó con la ayuda de otras personas. “Esa gente necesita ayuda psicológica y los han puesto a trabajar a los días”, dice.
14 familias sin vivienda por la ruina del cuartel de Utiel
En Utiel, otra de las poblaciones valencianas afectadas por la dana -murieron seis personas en esa localidad-, Jucil pide que se realoje de alguna manera a las catorce familias que vivían ahí y a los que “van a echar”, porque el cuartel se ha declarado en ruina.