J.P.S., un escurridizo estafador reincidente de Puebla de Almoradiel (Toledo). ha reconocido ante la sección segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real que estafó miles de euros a una pensionista octogenaria, madre de la mujer con la que tuvo una corta relación sentimental, entre agosto de 2017 y febrero de 2018 en esa localidad.
Al poco de empezar a salir con la hija y ganarse la confianza de la madre como el yerno ideal, le pidió el DNI para en teoría hacerle una gestión y mejorarle la pensión; en vez de eso utilizó el documento para abrir una cuenta bancaria a nombre de la perjudicada, sin su conocimiento, y contratar varios préstamos rápidos al consumo con Cofidis y Pepper, de poca cantidad de dinero, solo que los impagos hacen que la deuda crezca de forma exponencial.
También se compró un Iphone y contrató un caro servicio de televisión y telefonía a nombre de la pensionista, incluso falsificando su firma.
Para cuando madre e hija descubrieron el pufo la deuda ya iba por los seis mil euros y otros miles en intereses que les han ido reclamando estas compañías y los bancos en los últimos seis años, lo que les ha generado problemas de todo tipo, personales y familiares.
“Nos ha destrozado la vida”
“Nos ha destrozado la vida, para cuatro meses que salimos”, ha contado a Lanza la mujer que fue pareja del acusado, que tras años de intentos de que se juzgara el caso, este jueves ha comparecido por videollamada ante la sección segunda de la Audiencia de Ciudad Real, la provincia en la que se cometió la estafa, y ha aceptado una sentencia de conformidad.
La hija lamenta haberse fijado en esta persona, “que ni siquiera tiene un gran atractivo físico”, ha contado entre lágrimas. Se lo explica porque en aquella época había pasado por un divorcio “y me pilló con la guardia baja”, se ha sincerado.
A falta de que en ejecución de sentencia se fije el dinero de la indemnización, al menos con la sentencia penal podrán anular los préstamos.
Rodrigo García García-Villaraco, el abogado del turno de oficio de Ciudad Real ha representado a J.P.S., este jueves (no se presentó en septiembre al primer juicio), ha posibilitado el entendimiento con la fiscalía y las perjudicadas, que quieren pasar página y borrarlo. “Sabemos que nos merecemos mucho más, pero mejor acabar con esto”, ha relatado la octogenaria.
Un año y once meses de cárcel
La sentencia de la sección segunda lo condena a un año, once meses y quince días por un delito continuado de estafa, y a pena de multa de diez meses y quince días a seis euros diarios, además del dinero que se considere estafado, que superará los seis mil euros.
El acusado, que en septiembre renunció a su abogada en el último momento, había vuelto a poner una excusa este jueves, pero esta vez se le ha advertido de que si no se presentaba se dictaría una orden de detención e ingresaría inmediatamente en prisión.