El confinamiento “nos ha hecho polvo”, con lo que en cuanto nos han dejado un poco salir, lo que quieres es “explotar”, desfogar pedaleando, aunque sea sólo dentro del término municipal, para disfrutar de la sensación de libertad que reporta la bici.
A Pepea Bicis, desde el pasado lunes no paran de llegar clientes. “Hacía mucho tiempo que yo no vendía una bici diaria” como le ha sucedido esta semana a Luis Mena, que está atendiendo muchas reparaciones, también de cambio de cámaras de patinetes. “Después de dos meses parada la bicicleta hay que darle un repaso, algunas estaban rota o bien comprar una nueva”, comenta el responsable de este taller histórico de la ciudad que reconoce estar “un poco agobiate” con tanto trabajo, que además se requiere con inmediatez, pero “prefiero esto a estar parado”.
“Ojalá este mayor uso de la bici”, muy utilizada por múltiples caminos y parajes del término municipal durante la franjas horarias matinal y vespertina establecidas para su uso, “se mantenga. Es triste que venga una pandemia para que todo el mundo monte en bici pero bienvenido sea que la gente se dé cuenta de que es más ecológico, económico y saludable”.
Si se usa para hacer deporte o ir al trabajo, la bici es “ideal” ya que no gastas gasolina, no ehas humo ni contaminas, además de que es un medio transporte más seguro que otros para evitar contagios y contribuye a ‘ponerte en forma’, de manera que “todo es positivo”.
Temporada alta
“Tenemos que apostar por una cultura proclive a contaminar lo menos posible” y eso “te lo está dando” la bici, subraya, por su parte, Manolo García, de Bicicletas MG, que resalta que en la amplia afluencia de usuarios desde que el lunes abrieron estos establecimientos influyen las “muchas ganas de salir” que tenía la gente y que “estamos en temporada alta” del ciclista del verano. “Llevamos un mes y pico parados con clientes con previsiones de comprarse bicis”, con lo que ahora están aprovechando para realizar esas adquisiciones.
Las bicis son buenas para el verano y para el resto de estaciones, así como para salir de este confinamiento ya que realizas un ejercicio aeróbico que viene muy bien en todo momento, pero más aún tras tanto tiempo en casa, y proporcionan un poco más de libertad que si vas andando, ya que, a veces, ves a la gente transitando por la calle como si fueran “procesiones”.
Otro ‘boom’ ha sido el de los aparatos de ejercicio en casa como bicis estáticas, de spinning, cintas de correr y rodillos, con incluso listas de espera ya que cuando comenzó el confinamiento acababa la temporada de mayor demanda de estos artículos y a “todo el mundo”, incluidos los proveedores, “les pilló el toro”.
Desempolvadas
La necesidad de desahogo tras tantas semanas de aislamiento ha hecho que gente que “no era habitual de la bici” haya vuelto a retomar esta afición. Esta situación ha servido de motivación para limpiar, reparar y volver a usar bicis antiguas. Como en torno a un cuarenta por ciento ha sido el incremento de reparaciones de este tipo de bicicletas con unos ‘cuantos’ años en el taller Afondo Bikes, cuyo responsable, Javier Quintana, estima que, como “está apretada la cosa” por la inestabilidad de los trabajos y la incertidumbre, se está “más desempolvando” antiguas bicis que vendiendo.
Ha habido “un poco de estampida”, como aves desenjauladas, pero también porque han sido los primeros días, opina Quintana, que estima que a partir de las siguientes semanas esta dinámica se sosegará y todo será más tranquilo.
También confía en que, de la misma manera que se ha cogido con muchas ganas las bicis, “cueste soltarlas” ya que son “buenas para todo” puesto que “vas rápido, es cómodo y haces un deporte activo y menos cansado y más desahogado que correr”, a lo que se suma que es más seguro que medios de transporte colectivos para evitar contagios.