“La cronificación de la pobreza” que se ha producido durante la última década obedece no sólo a situaciones económicas, sino también a cómo ha sido la respuesta de las administraciones al no cubrir las necesidades los sistemas de protección previstos, indicó la consejera para la Coordinación del Plan de Garantías Ciudadanas de Castilla-La Mancha, Inmaculada Herranz, que impartió este martes la conferencia ‘Acaba con las desigualdades cotidianas’ en una jornada organizada por la Asociación Castellano-Manchega de Antropología (Acma).
Herranz, socióloga y que ha impartido clases en el Máster de Antropología de la UCLM, indicó que, partiendo de una sociedad fragmentada, hubo cuarenta años en los que se consiguieron avances pero durante la última década se ha producido un “aumento desorbitado de las desigualdades”, utilizándose la crisis como “justificación perfecta” para la supresión de derechos sociales y dejando fuera del sistema a muchas personas haciéndoles además que tuvieran la percepción de que se trataba de una responsabilidad individual.
No se trata “sólo desigualdades. Estamos hablando de niveles de violencia estructural sobre la población” con problemas de alimentación y necesidades energéticas y de vivienda, y en muchas ocasiones vividas “desde el punto de vista de la responsabilidad individual cuando han sido efectos de una crisis económica a nivel europeo que ha afectado de manera colectiva, de manera que no han sido las elecciones del individuo las que le han hecho llegar a este lugar”.
La crisis, con su larga duración, ha demostrado que no se cuenta con un sistema de protección social estable, de manera que “si mañana vuelve a ocurrir una crisis económica similar la gente se quedaría igualmente desprotegida”, expuso Herranz, que indicó que el anteproyecto de Ley de Garantías Ciudadanas lo que busca es garantizar un sistema de protección estable ante situaciones de vulnerabilidad en las que puede caer cualquier ciudadano.
Según indicó, se encuentran a punto de sacar el segundo borrador de este anteproyecto de Ley, espera llevarlo en noviembre a las Cortes Regionales y que se apruebe por unanimidad, así como que comience a aplicarse en 2019 con una implantación progresiva. “Se implantaría en su primer año a hogares con menores y tendría un impacto sobre 25.000 hogares y aproximadamente sobre unas 100.000 personas en Castilla-La Mancha”, calculó.
La consejera indicó que Castilla-La Mancha se situaba en 2016 como la tercera Comunidad Autónoma con más riesgo de pobreza y exclusión social del país, llegando a alcanzar el 37,9 por ciento de la población. De forma paralela, se produjo el “desmantelamiento de los sistemas de protección social cuando se disparó la tasa de pobreza”, comentó Herranz, que resaltó que, “como consecuencia de un cambio de las políticas en esta región y una mayor inversión en la población, aunque creemos que no la suficiente ya que estimamos que se requieren más fondos”, en la actualidad Castilla-La Mancha se encuentra en quinto lugar y se ha bajado cuatro puntos, al 33 por ciento, el porcentaje del riesgo de pobreza y exclusión social.
El porcentaje de población especialmente vulnerable, con bajos ingresos, en Ciudad Real capital está por debajo de la media regional, mientras que a nivel del conjunto de la provincia está por encima, agregó Herranz, que indicó que la normativa prevista de Garantía de Ingresos y Garantías Ciudadanas va a proteger a las personas que están por debajo de los umbrales de la pobreza, pudiéndose hacer efectiva a través de una renta garantizada o a través de los planes de empleo y que contempla, así mismo, un conjunto de garantías complementarias sobre vivienda, educación y prestaciones técnicas.
IV Concurso Fotográfico
Además de Herranz, el concejal de Promoción Económica, Cultural y Turística, José Luis Herrera, asistió a la jornada de Acma, en la que se entregaron los premios del IV Concurso Fotográfico de la Asociación Castellano-Manchega de Antropología, que también giró en torno a la temática ‘Acabar con las desigualdades cotidianas’.
El primer premio fue para ‘Indiferencia’, de Lucinio Rodríguez García-Morato; el segundo se lo llevó ‘Caminando en Nepal, Katmandú’, de Millán Gómez Jiménez; y compartieron el tercer premio ‘Niños con hambre de cada día’, de María Pilar Agudo Fernández; y ‘Handbike’, de Carlos Maroto Mojonero. El salón de baile del antiguo Casino exhibe las obras de la cuarta edición del concurso de Acma, asociación a la que Herrera felicitó por organizar actividades que crean debate y opinión ya que resaltó que el acceso al conocimiento, la educación y la cultura es uno de los mejores antídotos para luchar contra las desigualdades.