A.G.L., acusado de haber abusado de una vecina discapacitada en Tomelloso lo ha negado todo hoy en el juicio que se ha celebrado a puerta cerrada ante la Audiencia Provincial. El investigado ha admitido que conocía a la chica –viven en la misma calle- y que salían de vez en cuando con otros amigos, pero ha negado haber mantenido relaciones sexuales con ella y haberla utilizado para que robara dinero en su propia casa y se lo entregara a él (3.800 euros).
La fiscalía no da crédito a su versión exculpatoria y considera que el testimonio de la mujer, con escasa capacidad de fabulación por sus limitaciones, es lo suficientemente sólido como para condenarlo por abuso sexual continuado y hurto “por medio de otro”, delitos por los que reclama diez años y medio de prisión.
Además existen informes forenses, uno de ellos de credibilidad del testimonio, que redondean la prueba de cargo.
La acusación particular, que ejerce la familia de la víctima, califica por los mismos delitos y eleva a once años la petición de prisión para el procesado, que desde septiembre de 2015 tiene una orden de alejamiento respecto de la discapacitada.
Absolución: él no ha sido
Santiago Espinosa, el abogado de la defensa, sostiene sin embargo que no hay pruebas claras para imponerle un castigo tan severo, y subsidiariamente, en el caso de que se consideren probados los abusos, entiende que habría que aplicar una atenuante “por la particular mentalidad del acusado acreditada por los forenses”.
Le daba dinero a “su novio”
La madre de la víctima, una mujer adulta pero con una discapacidad intelectual del 76%, notó que pasaba algo raro cuando empezó a faltarle dinero (la víctima ni siquiera es consciente de su valor) de una caja fuerte que guardaba en el armario de su habitación y empezó a sospechar de su hija, la única que conocía el escondite. La hija confesó después que cogía billetes de determinados colores para dárselos a “su novio” (el acusado).
A partir de ahí descubrieron que el acusado, al menos entre agosto y septiembre de ese año, mantuvo relaciones sexuales completas con ella en al menos tres ocasiones.
Le hizo creer que era su novia y que la quería
Según el escrito de acusación de la fiscalía, A.G.L. llamaba muy a menudo por teléfono a la víctima para quedar. Le decía que era muy guapa, que la quería, y que iba a amueblar una casa para irse a vivir juntos, pero que para eso necesitaba dinero, por lo que “de manera progresiva le ordenó en numerosas ocasiones que le cogiera billetes a su madre”, dice textualmente el escrito de acusación. Se supone que de esta forma se apropió de 3.800 euros de la madre de la perjudicada.
La fiscalía reclama ahora 6.800 euros, tanto por el dinero sustraído como por el daño moral que ha sufrido la mujer, bajo la tutela de su madre desde el año 2012 (fue incapacitada).