La tradicional procesión del Domingo de Pasión en Ciudad Real, protagonizada por la imagen de Jesús Nazareno, ha tenido una salida imponente desde la Parroquia de San Pedro, donde, nada más salir al atrio del templo, ha arrancado los primeros aplausos de los miles de fieles presentes.
La buena climatología ha acompañado a la procesión de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima del Amparo en su Gracia y Esperanza que marca el preludio de la Semana Santa de Ciudad Real y de toda Castilla-La Mancha (es la más madrugadora), y ha hecho que el desfile de su titular haya recibido una acogida multitudinaria en todas las calles del recorrido, entre el respeto y el fervor.

La bella imagen del escultor sevillano Antonio Illanes, realizada hace 82 años, ha brillado en su trayectoria cargada por 35 costaleros (dirigidos por Juan Luis Huertas) por turnos, que han marcado una cadencia acompasada a la interpretación de la magnífica Agrupación Musical ‘Nuestro Padre Jesús de la Pasión’, de Linares (Jaén), con unos 150 componentes.
El marco musical, que se ha iniciado en la puerta de la parroquia con ‘Resucitó’, ha anticipado a uno de los momentos más emotivos, como ha sido la ejecución del himno nacional nada más asomar la imagen santa con la cruz a cuestas, entre aplausos de fieles, hermanos y devotos.
En el inicio del cortejo, la banda ha abierto su programa con ‘El Nazareno’ y ha acompañado a la ceremonial organización de la procesión, con los hermanos y hermanas vestidos de traje oscuro -algunos de los hombres con corbata morada- (la túnica solo se viste el Viernes Santo), portando un cirio de color morado y con la medalla de la cofradía colgada.

También han destacado el cuerpo de acólitos del Señor, vestidos con trajes amarillos y morados, que son un grupo de jóvenes de la hermandad, encargados de portar los incensarios y ciriales en las salidas procesionales de su titular, ubicándose delante del Nazareno la cofradía, mientras que detrás, cerrando el cortejo, ha presidido el párroco Pablo Martín del Burgo.
Más espontáneos han sido los niños vestidos de monaguillos, que han repartido caramelos y dulces, además y estampas con la imagen del titular, y que han cautivado a los asistentes.
Novedades
La procesión también ha servido para que los fieles hayan podido observar las novedades que ha incorporado el paso dentro del proyecto de imaginería de la cofradía, como el estreno del dorado de las dos cartelas delanteras donde se insertan dos relicarios adquiridos por la Hermandad: el de Madre Teresa de Calcuta y el del Papa Juan Pablo II.

La reliquia ex sanguine (sangre) del Santo Padre, según ha explicado la hermandad, es una concesión del cardenal Stanisław Jan Dziwisz, que fue secretario personal del Papa Juan Pablo II durante 40 años, a la cofradía, que ha recibido con «inmensa alegría». Ha sido elaborado por el taller orfebre de los Hermanos Delgado de Sevilla, y ya ha podido ser venerada en el conjunto del paso del Señor de la Ciudad este mismo Domingo de Pasión, bajo un exorno novedoso compuesto por flores en tonos morados, entre las que destacan las rosas y los iris.
Además, el paso ha lucido por primera vez el modelado en barro de cuatro óvalos de la canastilla trasera del apostolado y los óvalos definitivos con Santiago, San Juan, San Pedro y San Andrés. La canastilla delantera representa la natividad del señor y los dos ángeles se sitúan junto a la mitra papal portando el cáliz y el cirio pascual.

La procesión de Jesús Nazareno se trata de la más madrugadora y se remonta al año 1725, cuando recorría claustro del Convento de los Dominicos, ya desaparecido, en el quinto domingo del Tiempo de Cuaresma.
El itinerario ha transcurrido por el centro de la ciudad con una previsión de tres horas y media de recorrido hasta su vuelta a la Iglesia de San Pedro.