El instituto Maestro Juan de Ávila de Ciudad Real, implicado desde hace más de una década en programas de intercambio estudiantil europeo, reúne esta semana a medio centenar de alumnos de secundaria de colegios de París y Nabburg (cerca de Munich, en Alemania), que además de convivir con familias y chavales del centro participan en diferentes actividades para conocer el idioma y la cultura española.
“En nuestro instituto el idioma extranjero obligatorio es el inglés, el francés lo damos como optativa, aunque llevamos años haciendo intercambio con estudiantes alemanes que estudian español y practican cuando vienen”, explica Manuel Rodríguez, el profesor de dibujo que coordina el encuentro.
Este año la novedad es que han reunido por primera vez en la misma semana a alumnos de tres nacionalidades: españoles (que devolverán la visita en los meses de abril y julio), franceses (24) y alemanes (29). Toda una semana internacional previa a las vacaciones de Semana Santa que además del día a día lectivo incluye excursiones y visitas culturales.
Rally fotográfico en Almagro
Alemanes y franceses han llegado este fin de semana en el que han tenido una primera toma de contacto con las familias que los acogen en Ciudad Real y han participado en un rally fotográfico por Almagro. Este lunes una parte del grupo estará en el instituto y el otro hará visitas culturales.
Mucha aceptación entre las familias
“Este tipo de programas tienen mucho tirón, incluso tenemos lista de espera para que no repitan todos los años los mismos alumnos. Las familias están encantadas y los chicos también. Antes de estos viajes ya contactan a través de las redes sociales con los chicos que vendrán a sus casas y se esfuerzan más por hacerse entender en inglés o francés”, relata el profesor.
El Maestro Juan de Ávila empezó con programas de intercambio europeos en torno a 2008 (de esta manera es fácil financiar los viajes) en 2010 con el Comenius y desde 2014 con el Erasmus para primaria y secundaria, parecido al universitario pero con menos estancia de los chavales en el país (máximo diez días). Precisamente a través del Erasmus vienen los alumnos alemanes. El contacto con los franceses es más reciente. “Empezamos participando en un proyecto online el Etwinning, un plan de la Unión Europea para fomentar actividades con chicos de otros centros vía Internet. En nuestro caso a partir de esa página contactamos con el colegio de París y decidimos hacer el intercambio de esta semana”, subraya Rodríguez, “por eso esta semana es más internacional que nunca”.
La experiencia del centro, que está celebrando el 175 aniversario de su fundación, ha sido tan buena que para el curso que viene en el que les toca pedir Erasmus (tienen dos años de vigencia) quieren ampliar el entorno social de sus alumnos con estudiantes de Holanda, Inglaterra e Italia, “la ventaja de este programa es que tiene financiación y los chavales obtienen un certificado al final de su experiencia”.
Apertura mental
Según explica Rodríguez, inmerso en la organización del evento, lo interesante de estos programas, aparte del aprendizaje del idioma les permite viajar, salir de su país y su entorno familiar para conocer otras culturas y vivir experiencias diferentes. “El simple hecho de que en Nabburg, la ciudad a la que vamos en Alemania, haya clases hasta julio es llamativo. Todos los alumnos que prueban quieren repetir”.