Alocuciones sorprendentes, giros inesperados, cambios de significado y conexiones de palabras que chocan, se combinan, cohesionan y dan lugar a nuevos conceptos, a veces juguetones y curiosos y otras críticos y reveladores, brotan desde el adictivo “diccionario adicional” del ciudarrealeño Iván ‘Dyso’, un autor, como poco, inquieto y comprometido, que acaba de publicar el audio libro ‘Inquiéntud’ y dar el primer concierto en Radio 3 de spoken word.
Su abuela, cuando tenía cinco o seis años, le recitaba “poemas de toda la vida” que le “llevaban a otro lado”. Para él era “real literatura oral”, a lo que se sumó escuchar con ocho o nueve años a su primo de doce años rapear, lo que generó un apasionante “híbrido”. Le “explotó la cabeza” y fue el germen de “un mundo interno” de creación, cuya “guinda” fue comprobar que “la gente jugaba con su nombre” al llevar “inmerso” un calambur.
“Iván y vienen y por el camino se entretienen….”, es algo que ha escuchado siempre un creador que utiliza la técnica de jugar con los significados de las palabras “desde la base de lo fónico, lo sonoro, de qué nos trae una palabra y a partir de ahí ver qué se puede generar con todo ese juego y como consecuencia a nivel semántico. Todo eso conlleva unas ramificaciones” que le vuelven “loco y encantan” y le permiten desarrollar “un propio diccionario de vida con otro tipo de significados alternativos”, creando “tu propia construcción del mundo, cosmovisión, a través de ese filtro, de esa herramienta”.

“Cada palabra es una llave maestra, un anagrama que podría ser una llave y un valle que te lleva”, expone Dyso, cuyo último trabajo se quedó precisamente “quieto” en relación al libro, en la imprenta cuando ya estaba terminado en la primera semana del confinamiento, con lo que sólo pudo sacar el disco en plataformas online el 1 de junio del pasado año. Faltaba el libro, publicado por El Petit Editor, que desde hace apenas unas semanas ya está disponible y “se estructura en dos mitades”.
En la primera, llamada ‘Dyseño de Enteriores’, reúne ocho canciones con “un punto más intimista, existencialista, de pensamiento en cuanto a la vida y a mí”, mientras que en la segunda parte, ‘Cardiopatría’, despliega “un torrente de pensamientos y reflexiones con el juego de la palabra pero más a nivel social, político” y del mundo, a partir de la idea de “patria que está partía”, referenciándolo con “qué ardió en tu cardio, con qué realmente te identificas a nivel de corazón, interno y profundo”.
No sólo “España tiene el corazón partío”, sino “todo occidente. Me parece que vivimos momentos muy cruciales y creo que las viejas estructuras y maneras más duales de concebir lo político y social, los de arriba y abajo, los de izquierda y derecha, van a cambiar mucho y vienen momentos muy interesantes, potentes y profundos de juntarse y compartir desde la vivencia y con el vínculo a la naturaleza”. A este respecto, subraya que “más bien que ser rebelde, hay que ser reverde, o más bien ser rebelde pero siendo reverde”, expone Dyso, para quien “ese vínculo a lo ecológico”, también por supervivencia, es “lo que realmente nos va a unir”.
Ecopoesía
La ecopoesía es un componente importante en la obra de Dyso, que destaca que están “proliferando bastantes festivales alrededor de este concepto”. Hace poco participó en el Vociferio de Valencia y fue “muy interesante” compartir creación y vivencias “con mogollón de gente que viene del mundo de la poesía, la palabra y el sonido y que hacen propuestas muy profundas y potentes en torno a la ecopoesía, que es ponerle palabra a volver a lo natural, lo cual es necesario en estos tiempos”.
Hay otras experiencias también muy atractivas a nivel nacional, como el Festival de Ecopoesía en el Valle del Jerte, y cada vez se están programando más cuestiones culturales con este trasfondo relacionado con volver a lo rural, la repoblación y el movimiento de pueblos en arte, caminos que antes se transitaban a nivel underground y que ahora están alcanzando “otra dimensión” llegando a más gente.
Ilustraciones de Diego A. Romero acompañan los textos de Dyso en el libro ‘Inquiéntud’ que también incluye ‘Acnexos’ con diversos poemas de su trayectoria creativa y en la contraportada cuenta con un código QR que con el móvil envía al lector al enlace online de la plataforma donde se puede escuchar el disco entero. Además, Dyso regala “para las cien primeras entregas” el cd ‘ReCopyLeftorio’ con los temas de sus trabajos ‘Sobrevivir’ de 2008 y ‘Bi-ida’, de 2014.

Palabreadorxs y abriendo puertas
Ahora que con la mascarilla apenas lo único que se ven son los ojos, contrasta la portada de ‘Inquiéntud’ en la que el propio título del libro borra la mirada del retrato del artista siguiendo el diseño de la colección ‘Palabreadorxs’ en alusión a que son libros que se leen “con los oídos”, ya que apuestan por una poesía “en voz alta de leer con la escucha”, comenta Dyso, que recomienda zambullirse en las obras de sus compañeros de colección, con una amplia trayectoria en spoken word y poesía oral y que proporcionan “experiencias sonoras y de palabra muy pero que muy interesantes”.
A Dyso, Dave Niza y José Flowing le acompañaron recientemente en el “primer directo de la historia de Radio 3 de spoken word”, actuación con una excelente repercusión a nivel de todo el país. “Sólo pudimos ensayar una vez con los músicos, pero defendimos bien la propuesta y es un honor haber podido abrir esa puerta”.

https://www.rtve.es/alacarta/videos/los-conciertos-de-radio-3/dyso/5803123/
Apazlabrando
Así mismo, Dyso trabaja con la Asociación ‘Apazlabrando’ en iniciativas colectivas y de comunidad con la transmisión de valores relacionados, sobre todo, con la “transformación ecosocial”. Han emprendido un amplio número de actuaciones y proyectos de prevención de violencia de género, comunitarios en barrios y de escritura creativa con jóvenes, utilizando el rap, la ludolinguística, los juegos de palabras y la poesía en institutos y centros sociales. En diciembre, por ejemplo, elaboraron un vídeoclip con Plena Inclusión de Castilla-La Mancha en el que personas del mundo de la discapacidad cantan una canción de rap y “seguramente sea un proyecto que se replique para otras Comunidades Autónomas”.
“Estamos muy contentos” porque la propuesta va hacia adelante, combinando la palabra a nivel expositivo, directo y con recitales, pero también con las vertientes social y educativa, y en el horizonte está generar proyectos de formación del profesorado con el rap y el juego de palabra como herramientas para nuevas propuestas didácticas en el aula.
Red de Apoyo Popular
Otra de las iniciativas en las que participa Dyso es la Red de Apoyo Popular (RAP) de Ciudad Real, que, desde la autogestión, el altruismo y los ideales de apoyo mutuo y solidaridad, “está sirviendo un poquitín para amortiguar el colapso al que se están enfrentando los servicios sociales”, una cuestión que “no está muy visibilizada, pero a nosotros nos llegan cada vez más familias que necesitan colaboración y apoyo no sólo de alimentación sino de techo y otras cuestiones básicas”.
Además, hay una plataforma en ciernes, ‘CuidaReal’, que “está empezando a fermentar” para hacer “una red de cuidados un poco más profunda en la ciudad” y como colectivo de asociaciones que comparten principios basados en poner “el cuidado de la vida en el centro de la mesa”.
Décimo aniversario del Slam Poetry
También este año se celebra el décimo aniversario del Slam Poetry de Ciudad Real que pusieron en marcha en 2011 Dyso junto a otros compañeros y que está sufriendo “el duelo” del cierre de su principal sede, la Tetería Pachamama. “Estaremos apoyando y leales” a Pachamama, cuyo espíritu seguro que “en algún momento volverá a renacer” en otro espacio, comenta Dyso.
Durante el confinamiento, se impulsó la propuesta de compartir vídeos a través de las redes denominada #slampoetrycovideo con la participación de un buen número de slammers, y aunque los encuentros están en standby por la pandemia, la actividad del Slam “no termina, estamos ahí. Seguimos hablando y viendo qué nuevas ideas se pueden llevar a cabo”, subraya Dyso, que asegura “que hay Slam para rato y para Rodrigo también”.