Javier Fernández, Jabato, ha vuelto a conseguir un ascenso a la Liga Asobal con el BM Cisne. El entrenador ciudarrealeño llevó en 2020 al conjunto de Pontevedra a la máxima categoría del balonmano nacional, de la que, sin embargo, descendió el pasado curso. Un año después ha repetido el éxito, tras firmar una gran primera fase como líder del Grupo A de Plata y sellar el sábado pasado ese ascenso al vencer en la penúltima jornada al Barça B por 36-29, resultado que le confirmó como segundo por detrás del BM Guadalajara.
“Estoy muy satisfecho, porque no me lo esperaba pese a que queríamos luchar por ello”, reconoce el entrenador ciudarrealeño, que explica que “tenemos una plantilla joven, sí que es verdad que la mayor parte jugó el año pasado en ASOBAL, pero la idea era ver la progresión de los jugadores y hasta dónde podía llegar el grupo”.
Y ha llegado a lo máximo, al ascenso a la máxima categoría del balonmano masculino nacional, algo que para Jabato es más meritorio “porque es de gran dificultad en una División de Plata en la que hay una enorme igualdad”. “Empezamos muy bien, pero sabíamos que iba a ser muy difícil en el grupo por subir y tuvimos momentos complicados por las lesiones. Pero el equipo sacó orgullo, teníamos tres balas para el ascenso y, aunque no lo conseguimos a la primera en Alicante, sí a la segunda en casa y con nuestra gente”, analiza.
De esta forma se consumó su segundo ascenso a ASOBAL con el Cisne, que Jabato reconoce haber sido más especial que el anterior en el 2020, el año de la pandemia. “Ese pasado ascenso no pudimos vivirlo con nuestra gente, fue por casa, en una reunión por Zoom. Este tiene para mí un significado más importante, porque lo hemos vivido todos juntos”, dice. Es más, para el de Ciudad Real “ha sido para mí como un liberación”.
Unas 2.000 personas se dieron cita en el pabellón municipal de Deportes de Pontevedra para animar al Cisne y celebrar después el ascenso tras la victoria ante el Barça B. Entre ellas estuvo el rey emérito Juan Carlos I, que acudió para ver a su nieto Pablo Urdangarín, jugador del filial blaugrana, lo que produjo más expectación y llevó a más medios de comunicación. “Lo ví como cuando un abuelo viendo jugar a su nieto, nosotros estábamos centrados en lo nuestro, que era ganar”, comenta Jabato.
En su séptima temporada y habiendo llevado de nuevo al Cisne a la máxima categoría, Jabato reconoce un “gran desgaste” y, aunque no de manera firme, su intención inicial es la de no continuar. “Aquí estoy como en casa, pero el año pasado acabó la temporada, luego fue el Europeo (es seleccionador de España juvenil) y no he parado. Son muchos años y ahora te planteas la vida con más tranquilidad”, señala a la espera de hablar con el club en los próximos días para tomar finalmente una decisión.