Ayer tuvo lugar en Arenas de San Juan (Ciudad Real) una novillada sin picadores enclavada en la décima edición del certamen Promesas de Nuestra Tierra, y que congregó tres cuartos de entrada en su coqueta plaza de toros.

Esta vez la plaza elegida fue la de uno de los toreros participantes, Aparicio Romero, quien resultó triunfador junto al también ciudarrealeño Javier Fernández tras desorejar a los segundos novillos de sus lotes, pertenecientes a un buen encierro en líneas generales de Sagrario Moreno.
Javier Fernández (ovación con saludos tras petición y dos orejas) derrochó garra y entrega, si bien no condujo las embestidas ni las sintió en igual medida. En sus dos novillos se fue a porta gayola, y en ambos le costó trabajo clavar las zapatillas manejando el capote. Lo más destacado llegó en el cuarto, un novillo que fue premiado con la vuelta al ruedo y que, aunque algo rebrincado, fue una máquina de embestir. El novillero de Herencia le dio pases de toda ralea y se ganó el derecho a salir a hombros.

Aparicio Romero (petición no atendida y dos orejas) anduvo algo apático en el primero, sin darle la debida importancia. Ejecutó un toreo de corte vertical, con muletazos de trazo corto pero de gran embroque. Sin embargo en el quinto apretó con un magnífico inicio de rodillas, llevando muy toreado al de Sagrario Moreno. No fue un trasteo compacto, ya que tuvo altibajos, pero terminó de nuevo en tono alto, lo cual, junto con la eficaz estocada caída, le brindó la concesión de las dos orejas.

Luis Expósito (silencio y oreja) evidenció su buen corte frente a un notable novillo corrido en tercer lugar y que fue premiado con la vuelta al ruedo. Tanto en éste como en el sexto puso de manifiesto una mayor facilidad para trazar los muletazos con la mano derecha. Al que cerró festejo, al que le faltó entrega, lo condujo a media altura con pulcritud, pero sin llegar demasiado a los tendidos, marchándose de la plaza a pie mientras sus dos compañeros y el representante de la ganadería de Sagrario Moreno salían a hombros.
