“Y de libertad, porque en el proceso de creación y en la relación del lector con el autor también se viven momentos de libertad máxima. Por eso no ha habido, por ejemplo, ninguna dictadura jamás que haya podido eliminar a los poetas ni la poesía porque ese grado de libertad que se adquiere no hay dictadura capaz de acabar con ella”, indicó este miércoles el escritor y periodista Javier Lostalé, que participó en el Aula de Poesía de la Facultad de Letras.

Lostalé, en su regreso al Aula de Poesía que precisamente arrancó en 2002 con su presencia, ofreció una lectura antológica de su obra, recorriendo las diferentes etapas de su trayectoria, y disertó sobre el acto de la creación y unión que existe entre lectura y escritura.
Sobre el acto de crear, comentó que tiene muchas fases. Primero, la fase previa en la que “uno siente una necesidad pero muy vaga. Cualquier cosa, un sonido, un rayo de sol en un cristal puede llevarte a la creación aunque luego lo que escribas no tenga nada que ver con eso”. Y luego ya el proceso del poema, en el que muchas veces enseguida empiezan a fluir los versos, mientras que en otras ocasiones “hay que escuchar a lo mejor algo de música o volver a algún poeta favorito y leer algún poema antes” de emprender la hazaña de escribir.

También ocurre que el lenguaje, a medida que se va escribiendo, “puede incluso ir modificando lo que tú vas haciendo y por eso muchas veces el final piensas que va a ser uno y luego no es ése precisamente”, apuntó el autor madrileño, que indicó que, “una vez terminado ya el poema, se suele leer en voz alta sobre todo para escuchar su música que siempre es creadora de sentido”.
Para Lostalé, los poetas fundamentales son tres: Vicente Aleixandre, Luis Cernuda y Rainer María Rilke porque son autores “donde se une mi mundo”. Además de ser Cernuda uno de los grandes del 27, su obra está “muy cerca de mi mundo”. En cuanto a Aleixandre, “tuve una relación muy estrecha durante muchísimos años con él y tiene una poesía cósmica, sobre todo la primera parte, muy surrealista también, y parte de mi poesía primera es bastante surrealista”, mientras que de Rilke destaca que es “un poeta esencial y a mí cada vez me interesa más la poesía esencial y también aquélla en la que el yo no aparece en primera línea, sino que muchas veces se habla a través del tú, cosa que por cierto hace mucho Luis Cernuda, que está hablando de un tú pero que en realidad es el yo”.

Con una amplia trayectoria en la radio en míticos espacios culturales como ‘El ojo crítico’, sigue trabajando con Ignacio Helguero en el programa que crearon en el año 2000 ‘La estación azul’, y estima que, aunque “el lector debe quedarse a solas y leer en silencio, la oralidad es muy importante para la transmisión de la poesía”.
En la radio, hay lenguajes muy diferentes. Así, “el de informativos es muy denotativo, mientras que el de la poesía es asociativo, crea asociaciones, imágenes,… cosa que no sucede cuando uno escribe algo de un suceso que ha ocurrido o un hecho informativo”. Así mismo, conviven la magia de la poesía con la de un medio de comunicación como la radio, que fomenta más la imaginación que por ejemplo la televisión y en el que el que habla puede conectar de manera más próxima y, con ello, emocionar refiriéndose directamente al oyente. “Aunque sepa que hay muchos oyéndole, dirigiéndose a uno logra una vinculación emocional mucho más que pensando en multitudes”.

Tras su último poemario, ‘Ascensión’, de 2022, sacó en 2024 la segunda parte del libro de reflexiones sobre la lectura ‘La morada infinita’, título que responde a que “en los libros pueden suceder todo lo que uno quiera y cabemos todos”, apreció Lostalé, que está terminando un nuevo poemario que espera publicar en la primavera del año próximo.