A partir de ese día, y gustándole la Semana Santa como le gustaba, empezó a hacer modelismo cofrade (madera, marquetería, pegamento, etc.). Según pasan los años y gracias a que le picaba el gusanillo, se enfrenta a la realización de una piedad. Pero se plantea cómo hacerla. En barro, arcilla, plastilina. Pasó a una tienda de chinos y compró un maletín pequeño de gubias. El trozo de madera de oliva se lo dio un familiar.
Acabó sus estudios con dieciséis años. Por la zona no había un taller en el que pudiera educarse o recibir formación en este sentido. Se tuvo que dedicar a otros oficios durante muchos años, pero en ratos libres practicaba la talla. Llegó un momento en que, por circunstancias, su tiempo libre era mayor y empezó a dedicarse más de lleno a tallar cruces de guía o elementos semejantes. Con mucha constancia, con mucha persuasión, incluso quitándole horas a su descanso o a estar con la familia, vive hoy de lo que tiene, ya que tuvo que combinar trabajar ocho horas en otro oficio con la llegada por la noche al taller y trabajar otras tantas.
El primer encargo que tiene de una cofradía fue en 2011. El altar de culto de la Victoria de Huelva. Este trabajo fue fruto de la publicación de su primer blog con dos imágenes, una cruz de guía y un Cristo tallado. Según relata el propio José Ángel, fue un poco atrevido al aceptar el encargo, sobre todo por las dimensiones. Estuvo trabajando en ello un año. Fue el inicio de todo.
El taller actual lo abre en el año 2013. Desde entonces se ha movido por talleres, hermandades y cofradías para poder conseguir el trabajo. A día de hoy, el trabajo le desborda, pero lo justifica a la cantidad de horas que hay que dedicarle a cada pieza.
Hace diez años no se planteaba dedicarse a la talla. Hoy en día se dedica a ello a nivel profesional y por ello comenta que ha triunfado, porque se dedica a lo que siempre soñó. Está orgulloso de todas sus obras por el mero hecho de poderse dedicar a tallar.
Podemos encontrar obras de su gubia en Campo de Criptana, el paso de la Virgen de la Redención; en Arenales de San Gregorio también hicieron dos pasos para San Gregorio y San Antón; en Puertollano, los candelabros de guardabrisa para el Medinaceli; en Villanueva de los Infantes, están remodelando el paso del Nazareno; en Alcázar de San Juan está realizando el paso de San Antonio; y en Villarrubia de los Ojos ha tallado la cruz de guía para la hermandad de la Soledad y el paso de la Amargura que está en ejecución. Fuera de la provincia, uno de los primeros trabajos que hizo fue el altar de culto de la Victoria de Huelva, algún candelabro de guardabrisa también en Huelva; en Córdoba, Cabra, Sevilla, Morón de la Frontera y Espejo, Alicante, Valencia, Madrid y Salamanca también hay trabajos realizados por el taller de José Ángel.
En el mundo cofrade le ha costado tiempo lograr hacerse un hueco. Cuando ven un tallista ubicado en Villarrubia piensan, erróneamente, que se dedican a hacer muebles. Gracias a los trabajos que han realizado se han ganado el respeto de este sector. La zona del sur, en ese sentido, vende muy bien a sus artesanos.
José Ángel no sabe vender su trabajo comercialmente, con palabras, pero invita a todos a visitar su taller y sus trabajos. Él mismo es su peor crítico.
En su trabajo ha tenido bastantes referentes. Actuales y de hace bastantes años. Gente que ha destacado por esto, según detalla nuestro protagonista, son Antonio Martín y Guzmán Bejarano, ambos artistas de Sevilla. También nos apunta a José Oliva en Málaga. Pero aprende mucho más de los retablos, donde aprecia el estilo de cada uno de ellos. Pero José Ángel tiene su propio estilo y gusto. No obstante, apunta que se dedican a reproducir un estilo del siglo XVII, basándose en el barroco, con unos cánones, unas líneas, que el que se atreve a innovar peque de continuas incorrecciones.
Con tantos trabajos en la calle, no descarta la oportunidad de poder hacer en algún momento de su vida un Santo Entierro gótico. En cuanto a los proyectos que tiene encima de la mesa están seguir la talla de la Borriquilla de Morón de la Frontera, el paso de la Buena Muerte, también de Morón, el paso de la Amargura de Villarrubia de los Ojos, al igual que El Cautivo de Oliva, los grandes proyectos del año 2019. Como proyectos importantes está el paso del Amor y Trabajo de Granada, para 2021, además del Dulce Nombre para Arcos de la Frontera. Habrá, además, diversos trabajos de menor envergadura.
En cuanto a lo económico, los trabajos que se realizan en su taller tienen dos tipos de precios, lo que vale realmente y lo que pagan por ello. Es complicado dar números. Todo depende de las medidas, de su arquitectura. Un paso de misterio para Semana Santa mínimo podría alcanzar los ochenta mil euros. Un paso completo con candelabros, canastilla, respiraderos, estaría rondando esa cantidad. Hay talleres que lo pueden realizar más barato, pero la calidad sería infinitamente inferior.