José Antonio Morales, presidente de la ONG ciudarrealeña Misión Humanitaria, viajó hace unos días a Valencia para entregar 7.000 guantes “de los de fregar”, explica, a la comandancia de la Guardia Civil de Valencia y ayudar con miembros de la asociación Guardias Civiles Asociados de España, en la ingente labor de retirada de lodo de las calles en el término de Chiva.
“Lo mejor de esta ‘guerra’ de la dana son los voluntarios, gente muy joven que lo mismo viene de Galicia, que de Ceuta o de Asturias’, asegura sin dudarlo, tras un viaje relámpago (dos días) en el que su objetivo era entregar en mano el material que ha conseguido de la Fundación Acompartir (un banco de enseres, al que se paga un pequeño porcentaje) y que ha contado con la colaboración de Seur. “Nosotros siempre actuamos sin intermediarios”, dice.
Los dos mundos después de la dana en Valencia
Morales asegura que los guantes duros vienen muy bien a las fuerzas de seguridad y voluntarios para seguir con la localización de cuerpos y tareas de limpieza tras una devastación que impresiona, “lo que más me ha llamado la atención es que la vida sigue su ritmo en Valencia capital, con la gente en las terrazas, las tiendas abiertas, la Ciudad de las Artes… y es cruzar el famoso Puente de la Solidaridad y entras en otro mundo, es como pasar de la normalidad al infierno”.
Iba para entregar su carga, “siguen haciendo falta palas, botas de agua y máquinas para achicar”, detalla, pero surgió la posibilidad de acompañar a voluntarios de la Guardias Civiles Retirados Asociados de España (RAGCE), con sede en Valencia, y estuvo limpiando con ellos, “si no vas con alguien es complicado ayudar”, explica. A ellos se les unieron unos chicos estupendos, según dice, que habían viajado por libre desde Asturias a la zona de Chiva y Cheste, “nos vinieron muy bien para alguna intervención de fuerza”.
“Vayas donde vayas hay lodo”
Ayudaron a una familia afectada, originaria de Almagro. “Vayas donde vayas hay lodo, vehículos y enseres en las calles; y al menos en mi experiencia se ve descontrol en cuando a que se almacenan enseres y donaciones en espacios que no tienen vigilancia”. A la madre de esta familia originaria de Almagro las lluvias torrenciales le pillaron en el célebre centro comercial de Bonaire. Afortunadamente ningún miembro de esta familia ha sufrido daños personales, pero sí materiales.
Acceder a Valencia o desde Valencia a las zonas afectadas por la dana puede ser misión imposible. Son tantos los caminos y puentes destruidos y tan pocos los accesos en buen estado que el día de su llegada empleó tres horas en hacer el trayecto de Chiva a Valencia capital, para llegar a la comandancia de allí. Después con los voluntarios de RAGCE hizo doscientos kilómetros por caminos y puentes cortados.
Misión Humanitaria no va a enviar por ahora más productos a Valencia para no colapsar a los ayuntamientos. Esta ONG que acaba de cumplir diez años colabora en otras acciones solidarias como los afectados por la guerra en Ucrania y siguen colaborando con distintos proyectos en República Dominicana.