La abogacía de Ciudad Real, que según el decano Cipriano Arteche pasa por dificultades económicas como consecuencia del parón en la actividad empresarial, ha demostrado este jueves que es una profesión “viva”, que cuenta con un amplio respaldo social.
“La sociedad debe estar tranquila porque siempre tendrá a un abogado o abogada a su disposición”, ha señalado el decano poco antes de distinguir a treinta y dos letrados –solo cuatro no han asistido- con la insignia de honor del colegio que premia veinticinco años de intachable trayectoria profesional.
Carlos Carnicer, colegiado de honor
También ha sido nombrado colegiado de honor el expresidente del Consejo de la Abogacía Española Carlos Carnicer. En su nombre la actual presidenta Victoria Ortega ha recogido el galardón que le ha entregado Arteche.
Ley de Derecho de Defensa
La profesión de abogado, a la que desde hace cuatro años sólo se puede acceder tras un máster y un examen de Estado, reclama ahora una nueva Ley de Derecho de Defensa (el trámite parlamentario lo inició el exministro de Justicia Catalá), “una norma fundamental para la ciudadanía”, ha subrayado Ortega.
Las mejoras en el sistema de acceso a la profesión de abogado y el aumento de la asignación a los letrados del turno de oficio es otro de los frentes abiertos. Otros asuntos en los que está trabajando el Consejo General es la transformación tecnológica (en unos días habrá un congreso en Valladolid), así como en la mejora la formación.
Por otra parte Ortega, una de las juristas de la comisión del Congreso que estudia modificar la tipificación de los delitos sexuales en el Código Penal, ha asegurado que están avanzando, “sin pasar mucho tiempo tendremos alguna resolución”.
1993, un buen año para abogacía
Por lo que se ha vivido hoy 1993 fue un gran año para la abogacía, a la que accedieron casi un número paritario de hombres y mujeres, hoy abogados reconocidos en la capital, que han recibido la insignia. En nombre de todos ellos ha intervenido la abogada Cristina Ruiz Pérez que ha desconcertado a los asistentes al acto con un juego de cartas con vivencias profesionales y deseos, que los premiados y la presidencia han podido intercambiar para darse cuenta de que prácticamente son las mismas en este cuarto de siglo de actividad.
“No dejemos de soñar, nada sucede si previamente no ha sido un sueño”, ha terminado la abogada, que ha invitado a los premiados a hacer avioncitos de papel con la carta que previamente les había repartido.
Las 32 insignias de honor
Este 2018 han recibido la insignia de honor del colegio los siguientes abogados: María Juliana Arias, María Carmen Bueno Castillo, Filiberto Carrillo de Albornoz, José Luis Carrión, Alberto Ignacio Chacón, Consuelo Criado, María Concepción Fernández, Aurelia Fuentes Bermejo, Pablo Galisteo, Juan Antonio García, Gregorio Illescas, Juana María Izquierdo, Juan Manuel Jiménez González, José Manuel Jiménez López, Josefa López, Agustina Madrid de la Cal, Sebastián Alberto Marín, Ángela María Miñarro, Rafael Molina, María del Carmen Moreno, José Ángel Muñoz, Elisa Muñoz Ruiz de la Cuesta, Ángel Rafael Notario, Francisco Pérez, Juan Miguel Real, Rafael de los Reyes, Rosario Rodríguez, Juan Rosillo, Pilar Ruiz Fresneda, Cristina Ruiz Pérez, Bernardo Sevillano y María del Mar Yébenes.
La fiesta anual del Colegio de Abogados en torno a Santa Teresa empezó ayer con la jura de los nuevos letrados (diecisiete este año) y tendrá continuidad el próximo martes 16 con un concierto del Ensemble de la Orquesta Filarmónica de La Mancha (20.30), por segundo año consecutivo en el salón de actos de la nueva sede.