De ahí la importancia de la divulgación por parte de científicos, exploradores y aventureros para preservar la vida y la biodiversidad en el planeta, agregó Atencia, que se incorporó este viernes como Miembro de Honor de la Sociedad Astronómica y Geográfica de Ciudad Real (Sagcr), junto al también gallego ingeniero aeronáutico Héctor Salvador y el astronauta leonés Pablo Álvarez.
Los tres fueron merecedores del reloj solar ecuatorial con el que, desde hace veintiún años, la Sagcr, capitaneada por Manuel José Carpintero, reconoce a grandes exploradores de la Tierra y el universo y que en esta ocasión, en un acto celebrado en los bajos del Ayuntamiento, amplió su nómina de Miembros de Honor con profesionales que están realizando relevantes trabajos en ámbitos como la selva africana, las profundidades marinas y el espacio.

Atencia, que dirige el Centro de Rehabilitación de Chimpancés de Jane Goodall en el Congo, aseguró que iba a África para un año y ya lleva veinte, enamorada de un territorio del que todo le parecía extraño al principio y que ahora es su hogar. “Amar la tierra, nuestro planeta” es “la enseñanza más grande” de estas dos décadas junto a la prestigiosa etóloga británica, que a lo largo de su trayectoria se ha caracterizado por “creer en la gente joven, apasionada y que lucha por su pasión”.
Cuando la conoció, Atencia tenía 27 años, “apenas hablaba francés e inglés de aquella manera”, pero “tenía mucha pasión, quería realmente salvar chimpancés, reintroducirlos y Jane Goodall creyó en mí y me dio una oportunidad”, rememoró la veterinaria gallega, que subrayó la importancia de que los niños y jóvenes cuenten con referentes que animen su curiosidad de aprender, explorar y, a partir del conocimiento, cuidar del mundo.

Junto a Héctor Salvador, Atencia visitó este viernes por la mañana a los escolares del colegio Alcalde José Maestro, donde imparte clases Carpintero, y les animó a ser conscientes de lo mucho que se puede hacer en el día a día como consumidores, cambios que parecen muy pequeños si son en cada persona pero que juntos hacen “una montaña”. A este respecto, se refirió, entre otros aspectos, al respeto a la biodiversidad frente a monocultivos intensivos o cómo en vez de usar madera tropical se puede conseguir este material de plantaciones para lograr que las selvas se mantengan y vuelvan a restaurarse.
Por su parte, Salvador, el primer español en bajar a la Fosa de las Marianas, destacó la importancia de traer los océanos a la primera línea porque la vida en el planeta depende de la vida en los mismos. “Cuando llegas al fondo de la Fosa de las Marianas, siendo los primeros humanos que estamos llegando a este punto y te lo encuentras lleno de plásticos, de bolsas y guantes de cocina, te das cuenta del impacto de la acción del ser humano”.

“Son plásticos que no van a desaparecer, como mucho se irá haciendo más pequeños hasta convertirse en microplásticos que serán comidos por las especies que viven allí, la cuales nos las acabaremos comiendo nosotros y acabaremos intoxicándonos y ahogándonos en nuestra propia basura”, señaló Salvador, que recordó que el setenta por ciento del planeta sigue oculto bajo esa “carpeta azul” que son los océanos, esenciales como sumideros de CO2 y base de la alimentación.
Piloto de sumergibles, participó en el proyecto de crear el primer vehículo capaz de bajar por primera vez al punto más profundo de cada uno de los cinco océanos y, dentro de esta expedición, tuvo que descender a rescatar en abril de 2021, como parte del equipo fabricante, uno de los módulos científicos que se quedó atascado a 10.700 metros de profundidad en la Fosa de las Marianas. “No fue una inmersión planificada porque al final fabricamos para que sea el cliente el que lo logre pero gracias a este mini accidente, no en el abismo de Challenger de 10.900 metros de profundidad, sino en el abismo de la Sirena que tiene 150 metros menos, aunque es donde hay vida, uno de los logros de mi inmersión fue que, una vez rescatado el módulo, encontramos esteras microbianas, una forma de vida muy particular, siendo la primera vez en la historia que se pudo obtener una muestra de estas bacterias de vuelta a la superficie”.

“Lo que empezó como una misión de rescate acabó siendo el mayor logro biológico de la expedición, fue un gran honor estar en ese momento”, apreció Salvador, que resaltó que se trata de “una inmersión muy, muy larga” y reconoció que “cuando piensas que tienes casi once kilómetros de agua sobre tu cabeza y que la presión exterior es más de tonelada y media por cada centímetro cuadrado del submarino, ahí te sientes insignificante y que podrías desaparecer como una burbuja en la inmensidad del océano”. No obstante, “no pensamos en eso, es un vehículo bien diseñado, el primero certificado para bajar a esas profundidades lo que significa que se ha probado a una presión mucho mayor que la que va a haber en operación”.
El tercer nuevo Miembro de Honor de la Sagcr, el astronauta Pablo Álvarez elegido por la Agencia Espacial Europea para formar parte de las siguientes misiones espaciales a la Luna y Marte, envió un vídeo de agradecimiento por la distinción desde Houston, y también se proyectó un amplio número de saludos y felicitaciones de otros exploradores en un acto al que asistieron el concejal de Servicios a la Ciudad, Gregorio Oraá, y la edil de Turismo, Cristina Galán, así como la concejal de Ciudadanos, Eva María Masías.

Así mismo, en el encuentro se presentó el sello dedicado a la antártica isla Cacho, la única que lleva el nombre de un español vivo, Javier Cacho, quien aseguró que le hizo especial ilusión porque su abuela trabajó en la limpieza en Correos, su padre fue cartero e incluso su madre trabajó en Correos siendo su primer destino precisamente Ciudad Real.
También Manuel José Carpintero avanzó la edición por parte de Serendipia del libro ‘Mis exploradores favoritos’, con portada de Paco Roca, ilustraciones de Cayetana Carpintero, saludo de Michael López Alegría y prólogo de Guillermo Fesser. En el libro, que saldrá en febrero, Javier Cacho elige a siete relevantes exploradores del mundo polar, Miguel Gutiérrez Garitano otros siete de los desiertos y selvas, Carlos Micó Tonda al mejor septeto del mundo submarino y el propio Manuel José Carpintero hace lo propio de la navegación en el mar, aire y espacio.

Otro de los alicientes del encuentro fue la exhibición del vídeo enviado por la Sagcr creada en México, en la actual San Cristóbal de las Casas que fue fundada como Ciudad Real, dirigida por Miguel Ángel Muñoz Luna y que ha incorporado como uno de sus Miembros de Honor más jóvenes a un chaval de once años, Eric, interesado por la astronomía y al que se le ha facilitado un telescopio.