Diputación, Ayuntamiento y Gobierno regional cerraron el jueves un acuerdo histórico que dotará a Ciudad Real de un pabellón de ferias y congresos acorde a las necesidades de la Feria Nacional del Vino (Fenavin) y otros eventos que ahora no tienen cabida, pese a estar a solo una hora de Madrid en AVE, a cuatro de Barcelona, y a algo menos de capitales andaluzas como Sevilla o Córdoba.
“Estamos en el centro de la alta velocidad de este país y podemos sacarle más provecho”, recalca la alcaldesa Pilar Zamora, parte actora en el acuerdo que convertirá en pocos meses a la Diputación provincial en única propietaria del actual pabellón y los terrenos colindantes.
Para hacerlo posible ha sido precisa la cesión de la parte de la propiedad del recinto que pertenece a la Junta, y sobre todo del Ayuntamiento de Ciudad Real que cede su porcentaje de suelo del edificio construido más dos parcelas aledañas de titularidad municipal imprescindibles para ampliarlo. A esto se suma la compra por parte de la Diputación de otras dos parcelas privadas en las inmediaciones del actual ferial (una operación que se inició en primavera y culminará este mes de diciembre).
El acuerdo desatasca el embrolló burocrático que impedía a la Diputación remodelar el actual pabellón, una vez descartada la posibilidad de construir uno nuevo desde cero cerca de la A-43 (Miguelturra), como se planteó en años anteriores a la crisis económica (2005), y más recientemente (2011) con la participación de la Sociedad Estatal para el Equipamiento de Suelo (Sepes), como se dijo en el último mandato municipal de Rosa Romero (PP).
Zamora: “No hemos dudado en ceder los terrenos”
“La inversión que va a hacer la Diputación en Ciudad Real [casi 5 millones de euros] es muy firme y sólida y nosotros no hemos dudado en ceder los terrenos que nos pedían; antes hubo mucha confusión y demagogia”, señala la alcaldesa cuando se le pregunta por el hecho de que ahora las tres administraciones implicadas estén gobernadas por el mismo partido, el PSOE, y en qué medida esa circunstancia ha podido facilitar las cosas. “Está claro que Diputación, Ayuntamiento y Junta tenemos la misma línea de actuación y nuestros objetivos generales son comunes, pero en estos asuntos cada uno defiende los intereses de sus ciudadanos, independientemente del color político. La anterior Corporación también tenía que haber trabajado con la Diputación, puesto que con la Junta de Comunidades lo tenía fácil y no lo hizo”, remarca en declaraciones a Lanzadigital.com.
El proyecto, en enero: todo va rápido
Tras veinte años de pabellón de congresos nuevo sí, pabellón nuevo no, parece que el proyecto se dará a conocer a primeros del próximo año 2018 y todo va rápido. La pretensión es que para la próxima edición de Fenavin, en 2019, el actual pabellón esté remodelado y ofrezca una imagen más moderna y funcional que cambiará la fisonomía del barrio de La Granja. La obra completa, que incluye la ampliación de las instalaciones en los nuevos terrenos, se prevé terminar en el año 2021.
De esta manera la Diputación dispondrá de más de 33.000 metros cuadrados en los que pretende invertir 4,8 millones de euros según anunció el jueves el presidente José Manuel Caballero que habló de “un Ifema fuera de Madrid”, en la presentación del acuerdo.
Más promoción económica
“Estamos ante una obra importantísima, que nos permitirá una mayor promoción económica e indirectamente atraerá turismo y será buena para nuestra hostelería”, insiste Zamora. Según dice en los últimos dos años se han triplicado las actividades que se hacen en el pabellón. “No podemos ser una ciudad de congresos si no disponemos de la infraestructura adecuada, con este proyecto sin duda la vamos a tener”, recalca.