Los dos tribunales de la Audiencia Provincial de Ciudad Real han pospuesto para los meses de otoño los tres juicios con jurado pendientes de este año. La celebración de estas vistas, que requieren de la presencia de doce ciudadanos anónimos -nueve jurados y dos suplentes-, para emitir un veredicto, deliberar y seguir las sesiones, supone una complicación añadida a las medidas de limitación de aforo a las salas que impone la situación de alerta sanitaria.
En la nueva reorganización de la agenda a la que obliga el riesgo del contagio del Covid-19, la sección segunda ha señalado para la semana del 21 al 25 de septiembre el juicio por el homicidio del ferretero de Miguelturra Jesús Mora, a manos de su supuesto novio, un joven rumano que lleva en prisión desde febrero del año pasado como presunto autor de una muerte violenta que la acusación particular eleva a la categoría de asesinato.
La preselección del jurado, que se tenía que haber conformado ya, se retomará el próximo día 15, con un sistema que evitará el menor contacto posible.
El juicio de Buján, para octubre
El otro juicio con tribunal popular pendiente en la sección segunda es el polémico homicidio de Gonzalo Buján, el joven de 28 años muerto en una riña en la inauguración del carnaval de Herencia de 2017, que en su momento desató una oleada de protestas en la localidad, por las circunstancias: una estúpida trifulca entre Buján, dos amigos, y un grupo de feriantes.
La fiscalía solo ve homicidio imprudente en el caso, por el que acusa a uno de los feriantes, mientras que la acusación particular sostiene que Buján fue asesinado por dos de ellos, padre e hijo. Para este caso, que se tenía que haber juzgado entre finales de marzo y primeros de abril, existe un jurado preseleccionado. La nueva fecha ahora es la semana del 26 al 30 del próximo mes de octubre.
El parricidio de Socuéllamos
También para el otoño ha dejado la sección primera su único jurado del año, el parricidio de un octogenario en Socuéllamos a manos de un hijo con una minusvalía. Un caso de presunto homicidio del 15 de mayo del año pasado.
Son los casos más llamativos acumulados en los juzgados que esta semana han vuelto a una nueva normalidad que implica vistas más espaciadas, estrictas medidas de seguridad en el acceso a las sedes, y cientos de asuntos pendientes que engrosar la de por sí abultada lista de espera diligencias en todos los ámbitos jurisdiccionales. A todas ellas habrá que sumar los efectos de la crisis sanitaria y económica que se avecina tras el parón de las actividades no esenciales por la pandemia.