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La Audiencia debe decidir si los cobros a un cliente de un bar de alterne fueron una estafa

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Una caída en casa de una chica de un bar de alterne con la que se relacionó, que le provocó la rotura de una pierna, la entrada en acción de su madre y la aportación de una testigo protegida, también trabajadora en uno de los locales que frecuentaba, armaron el caso.

La Sección Primera de la Audiencia de Ciudad Real tendrá que decidir si se trata de un caso de estafa o de la afición a una vida de placer sin calcular las consecuencias económicas que ello conllevaba. El juicio ha quedado visto para sentencia este miércoles.

La Fiscalía pide cuatro años para F.G.C., dueño de unos conocidos locales de alterne de la capital, 3,5 años para su hijo, I.G.C., que le ayudaba en la gestión de los negocios y más de un año para L.A.G.M., una mujer que trabajaba en los locales a comisión y que tenía como objetivo que los clientes consumieran lo más posible.

El monto total que se le pudo sacar a la supuesta víctima, R.A.R., se podría elevar a unos 10.000 euros, incluido un préstamo de unos 6.000 euros que le dio al dueño de los locales.

Dueños y la mujer acusada han declarado en el juicio que la presunta víctima era conocido en los locales, que tenía una relación con los dueños desde hace años y que acudía casi todos los días a beber, normalmente, cerveza y a estar con las chicas.

Han asegurado dueño e hijo que nunca cobraron de más por las copas y por el porcentaje de la compañía de las chicas al hombre, aunque han reconocido que las cantidades diarias de gatos podían alcanzar los 200 ó 300 euros, incluso más.

El pago era siempre por tarjeta y, así mismo, han señalado que nunca tapaban el ticket donde aparecía el coste total de las consumiciones para que el afectado no se diera cuenta de la cuantía total ni se aprovechaban de que pudiera estar ebrio.

La mujer, que ha señalado que tuvo una relación de pareja con la presunta víctima, más allá del trato en el local, lo que éste negó, ha señalado que hizo gastos con la tarjeta del hombre, importantes cantidades en un supermercado, billete de avión para su hermano a Colombia, su país, pero siempre con el consentimiento del hombre y con su conocimiento, ha remarcado. Muestra de su relación de pareja ha indicado que el día que se cayó y se rompió una pierna había dormido en su casa.

La presunta víctima, por su lado, ha dicho que una vez investigado el caso, reconocía algunos extractos de la tarjeta, pero que de otros no se acordaba, pero ha remarcado que su gasto diario en el local estaba entre 20 y 40 euros.

En todo caso, si ha reconocido que, también mediante la tarjeta, prestó 6.000 euros al padre. Dinero que el padre ha declarado que le devolvió restándoselo de las consumiciones que iba haciendo y complementándolo con una cantidad final.

Madre y testigo protegida

Tras la caída y la operación de la pierna, fue la madre de la presunta víctima la que se percató de los desorbitados gastos de la tarjeta y fue a reclamar al dueño del local para pedir explicaciones. Luego vino la denuncia que ha llevado hasta este juicio.

La testigo protegida, por su lado, ha indicado que al hombre se le cobraba más de lo que costaban sus consumiciones y que había un acuerdo tácito entre todos y todas las que le atendían para que así fuera.

La fiscal del caso ha mantenido la petición de penas solicitadas en sus conclusiones iniciales. Los abogados de los dos hombres y de la mujer, por su lado, han pedido su libre absolución porque consideran que no ha habido estafa.

También ha pedido la libre absolución el abogado de la aseguradora del dueño de los locales, que tendría que hacer frente a la cantidad estafada.

El abogado del padre y del hijo ha dejado un argumento sobre la mesa para decir que el hombre era consciente de lo que hacía cuando iba al local. “Si tú te metes en un reservado con siete mujeres, ¿cómo alguien normal puede pensar que eso no le va a costar dinero?”.

Los abogados de la defensa y de la aseguradora, por su lado, han pedido la anulación del juicio por considerar que el fiscal recurrió fuera de tiempo un auto que sobreseía el caso en su día o, en todo caso, la prescripción de los delitos, ya que los mismos ocurrieron hace casi diez años. La juez ha señalado que a estas cuestione se le dará respuesta en la sentencia que se emita en su día.

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