La Bohème es la tercera ópera más programada en todo el mundo (600 veces), durante la temporada 2019/2020. Aunque por detrás de La traviata de Verdi (796) y Carmen de Bizet (685) según la estadística de Operabase, que además nos muestra a Puccini como uno de los compositores más representados (2328 veces), por detrás de Verdi (3237) y por delante de Mozart (2125). Del resto de autores, aunque ya muy descolgado, sobresale no obstante Rossini con 1006 espectáculos.
Y es que Operabase viene documentando la actividad operística en todo el mundo desde 1996, con más de 500.000 actuaciones en archivo. Registra el trabajo de artistas de la ópera en más de 900 teatros, y publica información de la temporada para los amantes de la ópera en 23 idiomas. Algo tendrá el agua cuando la bendicen…
Pero diremos que sentimos sana envidia del éxito de los espectáculos en cualquier escenario. Abogamos siempre por la afluencia de público siempre que las funciones tengan un alto nivel de calidad. Pero aparte de la necesaria recuperación en taquilla, del elevado coste que muchos de estos encuentros suponen (en esta ocasión más de 90 artistas en ruta, orquesta incluida), acaso lo más importante sea la sonrisa que asoma en el rostro de sus protagonistas al ver lleno el patio de butacas…
LG ARTIST MANAGEMENT
La empresa LG Artist Management, es una agencia productora y distribuidora de ópera, ballet y conciertos de música clásica, fundada en 1995 por Leonor Gago. Gracias a la profesionalidad y a la extensa experiencia adquirida en estos años, a través de Concerlírica, o como LG. A. M. ha sabido mantenerse como una de las distribuidoras más sobresalientes de este género musical en España.
El trabajo con teatros de ópera estables y la excelencia de sus artistas, considerados como un sello de calidad musical, son su marca de identidad. Actualmente, dentro del Programa ICEX NEXT, LG Artist Management se sitúa como la primera empresa productora y distribuidora de espectáculos clásicos fuera de España, llevando el ballet clásico, la ópera, el flamenco y la zarzuela a Dubái, Reino de Bahréin, Qatar y Kuwait.
Actualmente, dentro del mismo Programa ICEX NEXT, LG Artist Management, está montando muy diversos espectáculos, que tendrán Emiratos Árabes Unidos, Omán y Turquía como sus destinos más inmediatos.
OPERA DE MOLDAVIA
La Ópera Nacional de Moldavia es una empresa estable desde 1927, y lleva el nombre de María Biesu, en memoria de la soprano más importante de ese país. El Teatro está patrocinado por el Ministerio de Cultura, Educación e Investigación, y organiza cada año dos Festivales Internacionales de Ópera. En Junio “DESCOPERA” (que se celebra en la ciudad Medieval de Buticeni, siendo su Director el austriaco Michael Pheifer, Ópera de Viena), y en Septiembre el “Festival de las Estrellas de la OPERA” dirigido por Andrey Yurkievich.
Ubicada en Chisinau, su capital, La Ópera Nacional de Moldavia se ha convertido en una de las pocas compañías con orquesta propia, coros, solistas y ballet. Entre su repertorio destacan Cavallería Rusticana (que vimos en el Quijano hace un año), Carmen, Madama Butterfly, Aída, Nabucco, La Bohème, Rigoletto, La Traviata… y otras más selectas y para un público algo más entendido y exigente, como Fausto, Turandot, Norma, Eugene Onegin, El Matrimonio Secreto, Macbeth, La Dama de Picas… destacando en la ópera clásica italiana de Donizetti, Verdi o Puccini… sin olvidar a los autores rusos como Rymsky-Korsakov, Tchaikovsky, Borodin, Musorgsky o Rachmaninov.
El teatro realiza anualmente giras por Inglaterra, Francia y Alemania, poniendo en escena más de 200 representaciones de ópera y ballet. La Compañía Teatro de la Ópera Nacional de Moldavia se ubica en el sureste de Europa, en un país interior que limita al norte y al este con Ucrania y al oeste con Rumanía. Por lo que son sus grupos étnicos moldavo-rumanos, ucranianos, rusos, gagauzos, búlgaros y judíos, y hablan rumano, moldavo o “lengua de Estado”, ruso y gagauzo (dialecto del turco).
Este pequeño país de poco más de 3 millones de habitantes, cuenta con su Teatro de Ópera y Ballet estables, compuestos por 600 empleados en plantilla (músicos de orquesta, cantantes de coro, cantantes solistas, equipo técnico, personal administrativo, directores…), y dispone de dos orquestas sinfónicas, una para acompañar óperas y ballets, y la otra sólo para conciertos sinfónicos.
GRAN EMPRESA ESTATAL
La Ópera de Moldavia es una auténtica ‘empresa y producto de Estado’, que dispone de taller de producción de decorados, y estrena como mínimo cada año dos óperas y un ballet. Está dirigida por el pintor más notable del país, Iuri Matei, aunque los regidores de la Compañía son con frecuencia italianos o españoles, que aportan una concepción escénica más moderna. Las dos orquestas cuentan conjuntamente con más de 100 músicos, otras 50 voces en el coro, y asciende a más de 30 el número de cantantes solistas. Tras el director musical Nicolae Dohotaru y el director de escena Iuri Matei, citaremos al director del coro Oleg Constantinov, y a Iulian Dumitras como regidor.
Nicolae Dohotaru, es el primer Director del Teatro de La Ópera y Ballet. Nació en la ciudad de Chisinau, donde estudió en la Academia de las Artes y la Música Gavril. Posteriormente realiza sus estudios en el Conservatorio Estatal P. Tchaikovsky de Moscú.
Es un maestro de oficio al auténtico estilo italiano, fiel a la partitura de los grandes compositores italianos (Verdi, Puccini, Donizetti, Mascagni, Bellini…).
Dohotaru es invitado habitualmente a dirigir en las óperas de Bucarest, Estambul, Izmir, Odessa, Kiev, Bohlsoi Minks, entre otros nombres igual de notables. Y cuenta en su repertorio con más de 25 títulos de óperas italianas y rusas, destacando su trabajo en: Aída, Turandot, Tosca, Nabucco, Lucia de Lammermoor, Las bodas de Fígaro, Carmen, Cavalleria Rusticana, I Pagliacci, Madama Butterfly, La Traviata y La Bohème, entre otras.
GIACOMO PUCCINI
Giacomo Puccini (1858, Lucca, Italia; 1924 Bruselas, Bélgica) fue ciertamente un visionario que se atrevió a crear una serie de conceptos musicales, que acabarán rigiendo la tónica del cine del siglo XX. Sus pasajes modales o recursos politonales, junto con la tonalidad o atonalidad serán simplemente cuestiones de efecto, que vendrán definidas por las necesidades dramáticas de la obra. Una técnica de sustitución de textos por pasajes musicales, que anticipa al mejor Alfred Hitchcok de sus películas de suspense.
En Tosca Puccini reemplaza el texto por una música que nos anticipa lo que está por acontecer… Y en La Bohème se escucha el tema de Mimí, antes de que ella aparezca en escena (cuando Rodolfo dice a sus amigos que va a permanecer en la buhardilla), y ya será su inequívoco ostinato… Puccini es de los pocos compositores de ópera, capaz de usar y conjugar con brillantez, las técnicas operísticas alemana e italiana… Está considerado el sucesor de Giuseppe Verdi y, tras él, es el más grande compositor italiano de óperas.
Sus melodías, tiernas como “Che gélida manina” (La Bohème, 1896), “O mio babbino caro” (Gianni Schicchi, 1918)… o valientes como “E lucevan le stelle” (Tosca, 1900), “Nessun dorma” (Turandot, 1924) son arias convertidas ya en auténticos hits de la cultura musical popular. Es autor de una docena de óperas, pero además, Puccini fue autor de otras piezas notables, como una Misa de Gloria, un Himno a Roma, un capricho sinfónico, dos preludios sinfónicos, y tres minués para cuarteto de cuerda.
LA BOHEME DE PUCCINI
La obra está basada en la novela Scènes de la vie de Bohéme de Louis-Henri Murger, una novela por entregas que retrata la vida de los jóvenes bohemios del Barrio Latino de París, y el Libreto es autoría de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica. Ambientada en el París de 1830, la ópera fue estrenada en el Teatro Regio de Turín el 1 de febrero de 1896, siendo dirigida por Arturo Toscanini. Sin lugar a dudas, La Bohème es una de las óperas más destacadas del repertorio operístico mundial.
El Puccini amante de los temas exóticos que inspiran Madame Butterfly y Turandot, indagó con anterioridad a estas dos obras magnas una temática no muy alejada: los misterios de la vida libertina del París bohemio de 1830. Pintores, artistas, filósofos, enfermos… todas estas clases, a menudo desterradas de la ópera romántica de las décadas anteriores, constituirán durante los últimos años del siglo XIX una temática predilecta y, sin duda, La Bohème es un magnífico ejemplo de ello.
La Bohème narra la historia de amor entre la modista Mimí y el poeta Rodolfo que, tras sentir un flechazo, comienzan su romance. Debido a los celos de Rodolfo, y a que Mimí cae enferma, el joven deja a su amante a pesar de lo mucho que la quiere. Sin embargo, cuando Rodolfo se entera de que Mimí está enferma de muerte, vuelve con ella a la buhardilla donde vivieron juntos. Mimí, enferma y sin fuerzas, morirá en los brazos de Rodolfo no sin antes reafirmar su mutua pasión, en una de las más bellas escenas de amor de la ópera.
La pareja de Mimí y Rodolfo nos sumergen desde los primeros compases, en un universo natural de veracidad que aún hoy nos resulta enormemente cercano. Ese aspecto, unido al de una orquestación magistral, convierten La Bohème en una obra maestra del genio de Lucca: Giacomo Puccini.
LA BOHEME. ARGUMENTO
Acto I
En una buhardilla sobre los tejados de París viven cuatro amigos: Rodolfo, el poeta; Marcelo, el pintor; Schaunard, músico, y Colline, el filósofo. Es Nochebuena y están sin dinero y sin leña. Marcello no puede sujetar más el pincel a causa del frío. Rodolfo sacrifica el manuscrito de su obra para hacer fuego. Colline llega a casa… quería empeñar alguno de sus libros pero la casa de empeño estaba cerrada. En este momento, aparece Schaunard con dinero, leña, comida y vino, gracias a lo que le ha pagado un aristócrata inglés.
Todos los amigos deciden dirigirse a celebrar la Nochebuena al café Momus, su establecimiento favorito. Pero el casero llama a la puerta y les exige el alquiler que deben desde hace tiempo. Finalmente, consiguen echarlo de casa, y el grupo de amigos se pone en camino, excepto Rodolfo que se demora un poco. Vuelven a llamar a la puerta: es Mimí, la vecina, que viene a pedir fuego para encender su vela.
Tras un ataque de tos, Mimí no encuentra la llave de su casa… Una corriente de aire les ha dejado sin luz y, cuando se ponen a buscar la llave a oscuras, Rodolfo roza la mano de Mimí y ambos se sienten atraídos. Los tres amigos llaman impacientes a Rodolfo desde la calle. Rodolfo y Mimí bajan juntos del brazo para unirse a ellos.
Acto II
En el Barrio Latino se respira un alegre ambiente navideño. Los amigos hacen algunas compras. Rodolfo regala a Mimí una cofia de color rosa. Presenta a la muchacha a sus amigos e inician una conversación sobre el amor. En ese momento, aparece una elegante dama con un apuesto y distinguido caballero.
Es Musetta, la antigua amante de Marcello, que está bastante cansada del viejo Alcindoro, al que envía a comprarle un nuevo par de zapatos, como excusa para atraer la atención de Marcello. La antigua pareja se reconcilia. El grupo de amigos se une a una banda de música militar… y cuando regresa Alcindoro, el camarero le hace pagar la cuenta de todos.
Acto III
Musetta y Marcello viven en una posada en la frontera con el barrio de Enfer. Mimí visita a Marcello y le cuenta, desesperada, que Rodolfo la ha abandonado por celos. Cuando llega Rodolfo, ella se esconde detrás de un árbol y descubre el motivo del comportamiento de Rodolfo, a través de las palabras desesperadas que éste le dirige a su amigo Marcello.
La mala salud de Mimí, muy enferma de tuberculosis, es el verdadero motivo de su alejamiento. Si sigue viviendo en su buhardilla su salud no hará más que empeorar. Mimí se echa a los brazos de Rodolfo y ambos se despiden. Se produce una escena de celos entre Musetta y Marcello, y ambos igualmente se separan.
Acto IV
Rodolfo y Marcello están trabajando de nuevo en la buhardilla, e intentan en vano olvidar a sus amadas. Colline y Schaunard llegan a casa con pan y unos arenques. Los cuatro dan buena cuenta de aquellos “manjares”, y se ponen a bailar alegremente. Schaunard y Colline simulan un duelo, con la pala del carbón y las tenazas del fuego.
De repente, aparece Musetta con Mimí, moribunda, que quiere volver a ver a su amado Rodolfo una vez más. Acuestan a la enferma en un modesto camastro. Musetta sale a comprar un manguito con la intención de que Mimí se caliente las manos… Marcello llama al médico, y Colline decide llevar su querido abrigo a la casa de empeño. Al fin Rodolfo y Mimí quedan solos, y recuerdan su primera noche, los regalos, su vida juntos…
Los otros regresan. Mimí se alegra por el manguito, pues le parece que es un regalo de Rodolfo, y se queda dormida. Musetta prepara las medicinas que ha traído Marcello. Entonces, Schaunard se da cuenta de que Mimí está muerta. Rodolfo se desploma llorando junto al cuerpo sin vida de su amor.
FUNCIÓN DEL QUIJANO
En un patio de butacas con tres cuartos de entrada el pasado viernes 5, nos gustó especialmente la interpretación. Desde el excelente tenor alicantino Javier Agulló (ya asiduo del Quijano), a la sorprendente peruana Ximena Agurto, junto con la española Helena Gallardo, el ucraniano Lysak, y el moldavo Maimescu. La ópera, acaso exenta de la grandiosidad o magnificencia de escena de otras… Con un tono y coloración fríos y discretos, sólo contrastados por la escena de la fiesta navideña de París, que en parte nos recuerda el ambiente de nuestra Navidad, y el de las verbenas madrileñas tan habituales en nuestra zarzuela.
Igualmente esta ópera se aleja de las grandes escenas de tragedia como El Trovador o Tosca, aunque tampoco se rehúye la muerte en La Bohème. En todo caso, más que de celos descontrolados, crímenes y locuras, La Bohème se alimenta de la tristeza que embarga en el momento final al espectador. Tristeza no ya de las penalidades (frío y hambre) de los estudiantes parisinos de la época, sino de una muerte anunciada y asumida por todos los protagonistas….
Y que, sin embargo nada pueden hacer por evitar la fractura de un amor, reciente en su aparición, pero tan sincero en su arraigo como desolador en su final. La historia, más triste que dramática –insistimos-, a muchos habrá recordado algunos momentos de privación en la vida del estudiante… aunque también la nostálgica ilusión de la juventud ya perdida.
La ópera está dividida en cuatro actos, con una duración total de 165 minutos que incluyeron dos breves descansos. He aquí todo el Staff:
Compañía L.G. Artist en colaboración con la Ópera Nacional de Moldavia
Director musical: Nicolae Dohotaru
Director del coro: Oleg Constantinov
Primeros solistas invitados y roles:
Javier Agulló (España), Tenor, Rodolfo; Vladislav Lysak (Ucrania), Barítono, Marcelo; Iure Maimescu (Moldavia), Bajo, Colline; Helena Gallardo (España), soprano, Musetta; Ximena Agurto (Perú), soprano, Mimí.
La Dirección de escena, Regiduría, Vestuario y Diseño de luces, estuvo bajo la responsabilidad de la Ópera Nacional de Moldavia, mientras que Leonor Gago tuvo a su cargo la Dirección Artística.
Al término del espectáculo, conversamos brevemente con los protagonistas y sus roles, comentando el desarrollo de la gira: “Venimos de Zaragoza –nos decía Javier Agulló- Valladolid… y mañana Badajoz (Rigoletto)… luego Orense (La Bohème), en medio de la gira española. Que dio comienzo el 22 en Zaragoza con un concierto Tres Tenores, que siguió el 23 en Estepona (La Bohème)… y acabará el 27 de marzo en Altea (La Bohème). Luego seguiremos con otras formaciones y programación…”.
Y esto fue todo… Con las fotos realizadas en el ya vacío escenario del Quijano, que muy pronto cerrará sus puertas para acometer una importante remodelación. Pero antes, el 25 de abril podremos aplaudir otra ópera: Aida, de Verdi. Poco después vendrán las obras que nos alejarán unos meses del escenario del Quijano. Pero ésa es otra historia que también les contaremos.