La caza aporta cada año al Producto Interior Bruto de Castilla-La Mancha más de 600 millones de euros en Castilla-La Mancha, más de la mitad de la riqueza que crea el sector a nivel nacional. El último estudio publicado por la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, con Fundación Artemisan, indicó que la actividad económica derivada de la caza había generado 634 millones de euros y 23.550 puestos de trabajo en 2016.
El estudio indica que los cazadores son los que más dinero movieron, hasta llegar a los 388.202.371 euros, por delante de rehaleros (1.710.632 euros), titulares de cotos (143.755.478 euros), organizadores profesionales de caza (31.094.538 euros), Administración Pública (11.416.698 euros), gasto en carne de caza (15.815.000 euros) y gasto en compra venta de terrenos cinegéticos (12.333.333 euros).
Estos 634 millones de euros de gasto representaron el 1,7% del PIB de la región, el equivalente al 28% del PIB anual del sector agrario de Castilla-La Mancha. Asimismo, la actividad cinegética contribuyó en 2016 a la recaudación por las Haciendas Públicas de casi 57 millones de euros vía retornos fiscales.
Inserción laboral para personas con baja cualificación
En cuanto al empleo, los gestores de terrenos cinegéticos (titulares de cotos de caza y organizaciones profesionales de caza) realizan casi la mitad de las contrataciones directas, hasta llegar a casi los 10.000 puestos de trabajo al año.
Además, el sector destaca a la hora de integrar personas con baja cualificación, ya que siete de cada diez contratos corresponden a perfiles con estudios Primarios, con difícil inserción laboral. Entre otros datos, el informe recoge que en Castilla-La Mancha los propietarios y gestores de terrenos cinegéticos invierten conjuntamente cada año más de 46 millones de euros en repoblaciones y 6,6 millones en el mantenimiento de vías y caminos.
El 87% del territorio español tiene gestión cinegética, lo que suponen 43 millones de hectáreas, divididos en 32.363 cotos, y Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma con mayor extensión de terrenos cinegéticos, por detrás de Castilla y León. El 16% del terreno cinegético nacional está en esta tierra.