Los datos del desempleo conocidos este jueves, con un fuerte aumento por la crisis sanitaria asociada a la epidemia Covid-19, han sido valorados por empresarios y sindicatos en Ciudad Real con distintas interpretaciones.
Para Manuel Carmona, el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Construcción, el ámbito que más parados ha sumado, el estado de alarma ha tenido efectos devastadores en la evolución de su mercado laboral. “La realidad de facto desde el 14 de marzo, ha señalado a lanzadigital, era que apenas había actividad, aunque se podía trabajar”.
Las restricciones a la hora de desplazarse en los vehículos hasta las obras, la falta de suministros y el parón de las obras públicas por algunas administraciones, provocaron que “la paralización se diera en el gran grueso del sector, con una minoría que trabajaba”.
El parón total llegó legalmente el 30 de marzo, y al igual que todas las actividades consideradas no esenciales, la construcción cerró las obras por completo tras las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno.
“Nadie ha despedido por gusto ni se han cometido fraudes como dicen los sindicatos”, a quienes ha aconsejado “que se preocupen de los trabajadores que no tienen protección”.
Carmona ha visto “chocante o paradójico el hecho de que pararan las obras de manera forzada porque no se podían garantizar las medidas de seguridad y de salud, y que ahora como los trabajadores están inmersos en Ertes la parte sindical critique los despidos”.
“No pararon por capricho”, ha reiterado, a la vez que ha vinculado la temporalidad al sector. “Va adscrita” a los propios proyectos de cada obra.
Respecto a los Ertes presentados en este ámbito, se han ido tramitando “de manera escalonada”, en función del volumen de actividad de cada empresa. La caída de empleo en construcción ha provocado, igualmente, un cambio de tendencia de sus “constantes” niveles de trabajo.
Datos catastróficos
Desde Fecir, su presidente, Carlos Marín, ha calificado de “catástrofe” los datos, sobre todo en construcción e industria, obligados “por el estado de alarma”.
El máximo portavoz de la patronal ciudarrealeña ha considerado “dramática” la cifra de parados, que a nivel nacional aumentará en 500.000 desempleados, al igual que en Castilla-La Mancha el número “es alto”.
Así, Marín ha pedido a la Administración central que “tome medidas escuchando a los empresarios y autónomos, que son la mayoría del tejido industrial”.
“No es una cuestión de malos y buenos de la película”, sino de una realidad “en la que muchos negocios están cerrando y se están destruyendo puestos de trabajo”.
El sector empresarial, según ha incidido, “es el verdadero generador de empleo, no que a la gente les paguen una ayuda de 400 euros al mes”. «La mejor ayuda social, ha agregado, es que la gente trabaje».
También ha valorado la gestión que «está haciendo el Gobierno regional en la parte económica», nada que ver, a su juicio, «con el Gobierno de Sánchez, que tendría que impulsar un gobierno de concentración con personas solventes para iniciar la recuperación».
«Todos hemos perdido algo»
Por su parte, para José Manuel Muñoz, secretario provincial de CCOO, los datos del paro “no son valorables como siempre, sino que son datos que salvan vidas”, al no visualizarse el efecto de los Ertes, 1.281 y más de 5.500 afectados en la provincia.
A juicio del líder sindical, “hay que reconocer la responsabilidad de los trabajadores, empresarios y gobernantes a la hora de salvar vidas y poder remediar que no se sigan perdiendo”.
“En ningún caso, ha concretado, han de pagar los de siempre, lo más débiles, los trabajadores”, a la vez que ha valorado que cada parte haya asumido “la pérdida de algo”, aunque el futuro se vislumbre “oscuro, y con datos preocupantes”.
Muñoz apuesta por reforzar un “sistema sanitario potente” para evitar crisis sanitarias de fuerte calado como la actual, tras la que será preciso, en su opinión, “mantener el empleo, garantizar la liquidez de las empresas y también de las personas que trabajan”.
Igualmente, el portavoz sindical ha llamado la atención de los 25.000 parados que no cobran prestación, así como que más del 65% (12.910) de los 23.702 con derecho a paro cobren un subsidio. “Tenemos que mirar a corto plazo en la cobertura de necesidades y a largo plazo hay que poner de nuestra parte para garantizar un futuro que sea parecido a lo que teníamos”.